En un operativo conjunto entre la Fiscalía, la Alcaldía local de Ciudad Bolívar, la Policía y el Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal (IDPYBA), las autoridades desmantelaron lo que sería un criadero ilegal de perros en una zona rural ubicada en la parte alta de la localidad. En el lugar fueron rescatados tres animales que permanecían en estado de abandono, mientras que otro fue hallado sin vida.
El procedimiento se llevó a cabo el pasado 8 de noviembre tras una denuncia ciudadana que alertó sobre posibles casos de maltrato animal en una finca apartada del sector. Al llegar, los funcionarios encontraron restos óseos, un canino muerto dentro de un canil y tres perros con evidentes signos de desnutrición, deshidratación y ansiedad.
Los primeros exámenes realizados por veterinarios del IDPYBA revelaron que los animales presentaban baja condición corporal, pelaje deteriorado y afectaciones oculares, entre otros síntomas de descuido prolongado. Los tres perros fueron trasladados a las instalaciones de la entidad distrital, donde permanecen bajo observación médica.
De acuerdo con las autoridades, en el lugar se hallaron varios caniles improvisados en los que se mantendrían animales destinados a la cría ilegal. Por ahora, la Fiscalía avanza en la investigación para establecer la responsabilidad penal de los propietarios del predio y determinar si existen redes detrás de este tipo de prácticas.
El operativo se suma a una serie de acciones recientes orientadas a combatir el maltrato y la explotación animal en Bogotá. Casos como los de Samanta y Rugger —dos perros rescatados en situaciones similares— han reforzado la importancia de la denuncia ciudadana como mecanismo de control y prevención.
La Alcaldía de Bogotá recordó que los casos de presunto maltrato animal pueden reportarse a la Línea Contra el Maltrato Animal (601 4399801), la Línea 123 o el correo proteccionanimal@animalesbog.gov.co, además de la plataforma Bogotá te escucha, donde se pueden adjuntar fotos o videos como evidencia.
Aunque las autoridades destacan los avances en la respuesta institucional, el caso evidencia la persistencia de escenarios de crueldad y negligencia en zonas periféricas de la capital, donde el control sobre la tenencia y comercialización de animales aún enfrenta serios vacíos.
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