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Desde que diversas comunidades indígenas llegaron desplazadas a Bogotá entre marzo y abril del 2021, no cesan las muertes de niños a causa de las condiciones indignas en las que habitan en las Unidades de Protección Integral (UPI) del Distrito. A la fecha, la comunidad denuncia 24 muertes de menores de edad, dentro de las cuales se suma el más reciente caso denunciado en la UPI La Rioja, donde se encuentran cerca de 1.300 miembros de diferentes comunidades indígenas.
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“Cada día, cada mes, están muriendo nuestros niños por las malas condiciones de salud. Nos entregan un golpe al día y hay niños desnutriéndose”, mencionó un integrante de la comunidad ante las cámaras de City Tv. De acuerdo con la comunidad en esta UPI, ubicada en Los Mártires, en el sector de Tercer Milenio, las condiciones son precarias.
La muerte del menor de siete meses ocurrió el miércoles 12 de julio a causa de una falla orgánica múltiple, y una cardiopatía congénita. La comunidad denunció que la Secretaría de Salud no brindó atención oportuna, versión que contradijo la entidad, pues según esta cartera, la familia del niño “rechazó la atención en salud, así como las indicaciones de traslado a una institución de salud; lo anterior, a pesar del acompañamiento del sector salud y otros actores como el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF).”
El Distrito informó que el menor nació el pasado 15 de diciembre de 2022 en el Hospital Materno Infantil. En enero de este año la familia del menor se ubicó en la UPI La Rioja, donde la Secretaría de Salud estuvo pendiente del bienestar del menor en cuatro seguimientos. “A finales de mayo, el niño presentó dificultades de salud y el equipo de la Secretaría de Salud observó un deterioro en su estado”, manifestó la entidad.
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Posteriormente, a finales de mayo, la familia y el niño volvieron a su ciudad de origen, sin embargo, debido al grave estado de salud del menor, tuvieron que regresar a la capital para buscar ayuda médica. “Regresaron a la ciudad el 7 de julio de 2023 en busca de atención médica para el menor de edad. El 10 de julio, el niño fue trasladado al servicio de urgencias del Hospital Santa Clara donde fue atendido y se le diagnosticó una falla orgánica múltiple, además de ser atendido por una cardiopatía congénita de mal pronóstico. Lamentablemente, pese a la atención prestada y los esfuerzos del personal de salud, el 12 de julio el menor de edad falleció”, detalló la Secretaría de Salud.
¿Y el Gobierno Nacional?
Tanto el Distrito, como la población indígena asentada en la UPI La Rioja, le han exigido al Gobierno de Gustavo Petro, medidas para solucionar las condiciones en las que viven allí, argumentando que se trata de un problema humanitario.
“Se reitera el llamado desde la Administración Distrital al Gobierno nacional para que reconozca la emergencia humanitaria nacional que está afectando esta población y que, desde el Puesto de Mando Unificado (PMU), se tomen decisiones de fondo para que estas comunidades puedan regresar a su territorio de origen, mejorar sus condiciones de vida y así evitar nuevas migraciones a las ciudades de la comunidad indígena Emberá.”
En mayo de este año el secretario de Salud, Alejandro Gómez visitó la UPI La Rioja con un equipo interinstitucional. En la visita manifestó que las condiciones del sitio no son adecuadas para niños e identificaron a 25 menores en estado de salud lamentable. “Después de hacer una visita al sitio, se encuentran condiciones para que se proceda con un proceso de evacuación, porque las condiciones no son las adecuadas. Por el momento, con equipos de la Subred Centro Oriente realizarán evaluaciones a menores y la comunidad para evaluar y ayudar con su eventual hospitalización”, manifestó en su momento.
Mientras la comunidad culpa al Distrito, y este espera medidas concretas del Gobierno, los 1.300 indígenas que allí viven siguen a la expectativa de mejoras en su calidad de vida. Por su parte, el Gobierno Nacional no se ha pronunciado frente al aumento de muertes en niños de la comunidad Emberá.
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Por Redacción Bogotá
