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El Instituto de Ciencia, Biotecnología e Innovación en Salud (Idcbis) dejó de ser hace dos años el Hemocentro Distrital para convertirse en un gran centro de investigación. Allí ya no solo funciona un banco de sangre, tejidos y células. También, en medio de los grandes cuartos de frío, las máquinas de verificación y las centrifugadoras para separar líquidos, células y conservar los órganos donados para trasplantes, hay más de 30 especialistas que trabajan en avances científicos en salud, bajo la batuta de Bernardo Camacho, quien desde hace más de 30 años se ha dedicado a la medicina transfusional y celular.
El banco ha tenido grandes avances en los últimos años. Fuera de surtir de sangre a toda la red de hospitales públicos de la ciudad y de contar con tantos metros cuadrados de piel para trasplantes (como para cubrir siete canchas de fútbol), es hoy uno de los centros de investigación más avanzados en el país. Sus profesionales no solo se han dedicado a estudiar la sangre y mejorar los procesos para garantizar su calidad. También adelantan proyectos e investigaciones relacionadas con terapias celulares, que serían capaces de agilizar el proceso de sanación en pacientes diabéticos y quemados.
Pero quizás su trabajo más significativo tiene que ver con los exhaustivos estudios en células madres, extraídas del cordón umbilical. Por esta labor el Instituto fue premiado en el 16° Simposio Internacional de Sangre de Cordón Umbilical, donde presentó una investigación que reveló que la eliminación de los glóbulos rojos de la sangre del cordón podría mejorar la calidad de las células madres para trasplante.
En medio de sus investigaciones este año dieron otro importante paso: descubrieron una característica genética que tiene la capacidad de identificar las particularidades de cada individuos y lograr mayor compatibilidad tanto en trasplantes de riñón como de células madres. De acuerdo con Camacho, esto ha sido posible porque el centro adquirió una autonomía administrativa y financiera que les permite recibir recursos de regalías y una contrapartida de investigación del Distrito, así como el apoyo de universidades como los Andes, el Rosario, la Javeriana y la Nacional. “Esto nos permite decir que tenemos garantizadas las investigaciones previstas para los próximos cuatro o cinco años”.
Además, esto les ha permitido manejar los recursos de una forma diferente, “de una forma altamente eficiente y transparente. Esto nos permite ejecutar los recursos en el momento que lo necesitamos, por ejemplo si se necesita un tipo de molécula o de análisis que deben obtenerse inmediatamente en el exterior, no tenemos dificultades ni trámites engorrosos”, manifiesta Camacho.
Con las cuentas claras, han sido rigurosos en la elección de las investigaciones y adecuaciones que adelantan en el Instituto. Es así como Camacho priorizó los proyectos de mayor alcance, con lo que han logrado publicar los resultados de sus investigaciones en cinco revistas indexadas de ciencia, así como han hecho alianzas con universidades internacionales, como el UHealth Diabetes Research Institute, en Miami, con quienes trabajan en el desarrollo de terapias celulares para tratar a pacientes con diabetes tipo 1.
Además adelantan trabajos particulares, por ejemplo, terapias celulares para desarrollar tratamientos contra el cáncer e investigaciones con membranas amnióticas para el tratamiento de lesiones oculares en pacientes quemados, también “hemos desarrollado un procedimiento revolucionario a través de la vestibuloplastia, que permite recuperar y mejorar la altura de los alveolos dentarios para poner prótesis a personas que han perdido sus dientes”, asegura Camacho.
En cuanto a los procesos de calidad y mantenimiento del banco de sangre, tejidos y células, el centro es uno de los más desarrollados en la región. Por un lado, cuenta con equipos únicos en el país para identificar agentes patógenos en los fluidos, y 70.000 cm² de piel disponible para trasplantes, que es utilizada tanto por unidades médicas en el país como en la región, donde ya comienza a reconocerse el centro.
“El país no contaba con un banco como este, que tiene la más grande disponibilidad en América Latina para atender necesidades propias y situaciones fuera del territorio, en caso de que otro país lo pueda necesitar”, manifiesta Camacho.
Mientras se define el Plan Estratégico de Investigación para los próximos cinco años del Idcbis, dentro de los planes cercanos se encuentra la inauguración de la Sala Blanca para células madres, en la que se contaría con mejores tecnologías y estaría lista para mediados del próximo año.
“El Instituto ha cumplido, por encima de lo esperado, las expectativas y las funciones para lo que fue creado, por lo que nos sentimos muy orgullosos y satisfechos de lo que estamos haciendo. El trabajo que adelantamos no es solo valioso para la ciudad, pues de aquí salen células y tejidos para todo el país”, concluye Camacho.