Bogotá está apostándole a un modelo de desarrollo aeroportuario que va más allá de las pistas y las terminales. Con el Aeropuerto Internacional El Dorado como eje, la ciudad avanza en una estrategia para consolidarse como la principal “ciudad aeropuerto” de América Latina, un concepto que busca convertir el entorno aeroportuario en un motor de inversión, empleo y desarrollo productivo para la región.
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El Dorado es hoy una de las principales fortalezas de esta apuesta. Solo en 2024, el aeropuerto movilizó cerca de 45 millones de pasajeros y alrededor de 800.000 toneladas de carga, concentrando aproximadamente el 80 % del tráfico aéreo del país. Estas cifras lo posicionan no solo como un nodo clave de conectividad, sino como un activo estratégico para la economía nacional y regional.
El transporte aéreo no solo mueve pasajeros y carga: también impulsa la economía. De acuerdo con el Boletín de Entorno de Negocios, cada peso invertido en este sector genera 3,6 pesos en la economía, una cifra que explica por qué el aeropuerto es clave para el desarrollo productivo de la ciudad.
Un proyecto que responde a debates pendientes en la ciudad
La apuesta por consolidar a Bogotá como “ciudad aeropuerto” no surge de la nada. En los últimos años, se ha evidenciado que el crecimiento del Aeropuerto El Dorado, ha ido más rápido que la planificación de su entorno. Con cerca del 80 % del tráfico aéreo nacional, El Dorado se consolidó como un motor clave de la economía, pero también como un foco de tensiones urbanas, logísticas y ambientales.
Diversos análisis publicados por El Espectador han señalado que, pese a ese liderazgo, Bogotá no ha desarrollado todavía un ecosistema productivo sólido que aproveche el constante movimiento del aeropuerto, como sí ocurre en otras ciudades del mundo. La presión sobre el suelo, los conflictos con zonas residenciales, las limitaciones en conectividad vial y la ausencia de una política clara para atraer industrias aeronáuticas y logísticas han sido identificados como obstáculos que frenan el potencial económico del área.
En ese escenario, la inclusión del proyecto Bogotá Ciudad Aeropuerto en el Plan de Desarrollo Distrital 2024–2028 aparece como un intento por cerrar una brecha histórica: pasar de tener un aeropuerto líder a construir un entorno urbano, logístico e industrial que aproveche ese liderazgo sin profundizar el desorden urbano ni las desigualdades.
La iniciativa pone sobre la mesa una pregunta de fondo que la ciudad viene aplazando: ¿Está Bogotá está preparada para convertir a El Dorado en una verdadera plataforma de desarrollo?
Mirar a los grandes referentes internacionales
Para diseñar su hoja de ruta, Bogotá está observando experiencias que ya han dado resultados en otros países. Ciudades como Singapur y Dubái se han consolidado como referentes mundiales en mantenimiento aeronáutico y logística aérea; Toulouse destaca por su liderazgo en investigación, desarrollo y manufactura avanzada; y Querétaro ha logrado posicionarse gracias a la articulación entre industria y formación técnica especializada.
En todos estos casos, el éxito no fue fortuito: se apoyó en infraestructura especializada, talento humano calificado y políticas de incentivos claras y estables, una combinación que Bogotá busca adaptar para atraer inversión de alto valor alrededor del aeropuerto El Dorado.
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Suelo, incentivos y respaldo institucional
La apuesta de Bogotá Ciudad Aeropuerto ya quedó incorporada de manera formal en el Plan de Desarrollo Distrital 2024–2028, en concordancia con el Plan de Ordenamiento Territorial (POT). Con esto, el Distrito busca enviar un mensaje claro a los inversionistas: el proyecto tiene respaldo institucional y reglas de juego definidas.
En la práctica, la ciudad proyecta habilitar más de 30 hectáreas para actividades empresariales, logísticas e industriales en el entorno del aeropuerto El Dorado, junto con infraestructura vial y educativa especializada.
A este componente se suma un paquete de incentivos tributarios y no tributarios orientado a atraer empresas ancla, que contempla beneficios en impuestos como ICA, predial y delineación urbana, siempre condicionados a la inversión efectiva y a la generación de empleo.
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El rol de Invest in Bogotá
En el centro de esta apuesta está Invest in Bogotá, la entidad encargada de liderar la atracción de inversión extranjera en el entorno aeroportuario. Su trabajo se enfoca en acompañar a empresas globales interesadas en instalar en la ciudad operaciones de manufactura aeronáutica, mantenimiento de aeronaves (MRO), logística avanzada e innovación tecnológica.
Más que traer compañías, el objetivo es construir un ecosistema productivo alrededor de El Dorado, capaz de integrar talento, infraestructura y servicios especializados. La apuesta es clara: aprovechar la conectividad aérea de Bogotá para insertarla en las cadenas globales de valor y convertir su entorno aeroportuario en un polo de desarrollo que trascienda el movimiento de pasajeros y carga, posicionando a la ciudad como un referente aeronáutico y logístico en América Latina.
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