Aunque no todo fue perdido y hubo avances en infraestructura y tecnología, los retos son muchos, en particular el tema de pie de fuerza que es insuficiente, la justicia sigue siendo el “talón de Aquiles” para la reacción policial y las bandas criminales ganaron terreno en zonas claves de Bogotá.
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“Hubiésemos querido hacer muchas cosas, pero somos conscientes de que existen retos que no dependen de la voluntad de la administración, sino que van en conjunción con el Gobierno y otras instituciones”, apuntó Óscar Gómez Heredia, quien además de ocupar el cargo de secretario de Seguridad en el último año de la alcaldía de Claudia López, fue comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, en el álgido período entre 2020 y 2021.
Fecha en la que Bogotá vivió uno de los episodios más violentos: el estallido social y el 9S (9 de septiembre de 2020), cuando murieron 11 personas con heridas de bala que accionaron policías.
Confianza en las autoridades
Según el informe “No Basta”, de la ONG Temblores, el 46 % de los casos ocurridos el 9S no han pasado de la primera etapa de indagación, sin embargo, avanzó la reconfiguración del Esmad, ahora llamado Unidad de Diálogo y Mantenimiento del Orden, que contará con gestores de diálogo en Bogotá.
Y según la cartera de Seguridad, uno de los datos que demuestran avances en la confianza es el aumento del 10 % de denuncian por delitos de bajo y alto impacto.
Y es que además del 9S, para Heredia otro período clave para entender este momento de seguridad fue la pandemia.
“Notamos un incremento en delitos de convivencia con los que subieron los homicidios y la violencia intrafamiliar”, agregó.
Gómez también mencionó que asumió el cargo de secretario, desde otra posición, como puente entre la Policía y el Distrito, y logró que se destinaran $1,2 billones para la seguridad.
Delitos de alto impacto
El homicidio, la extorsión, el feminicidio y el hurto a personas en todas sus modalidades son los delitos que más afectan a la ciudadanía. Entre enero y noviembre de 2023 fueron asesinadas 963 personas, es decir, 48 más que en el mismo período de 2022.
Por su parte, la extorsión aumentó en un 13 % y el hurto un 12 % con respecto a 2022. Además, 2023 cierra con una cifra de feminicidios que alarma: 24 casos con respecto a 15 en 2022.
La concejal Diana Diago (Centro Democrático) informó el aumento de delitos en distintas zonas, por ejemplo el hurto a personas en Teusaquillo pasó de 3.931 casos en 2020 a 8.764 hasta octubre de 2023. En Los Mártires este delito creció en un 106 % y en Chapinero aumentó en un 84 %.
La extorsión creció en Santa Fe en un 100 %, pasando de 48 casos en 2020 a 96 en lo corrido de 2023, en Los Mártires un 69 % y Antonio Nariño, el 45 %.
Para Hugo Acero, exsecretario de Seguridad, en los próximos años la clave será desarticular las bandas criminales de raíz.
“Hay que enfrentar la cadena criminal de las rentas criminales. Hoy la acción se ha concentrado en grupos de tercer nivel, como el Tren de Aragua, Los Camilo, Los Parnaso, Los Maracuchos, Los Mesa... grupos que tienen incidencia a través del microtráfico”.
Sin embargo, para Acero, no se ha logrado llegar a “los verdaderos líderes que manejan el narcotráfico para el consumo local y para exportar, la trata de personas, el lavado de activos y la exportación e importación de celulares robados”.
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El “talón de Aquiles”
La justicia y el pie de fuerza fueron los “talones de Aquiles” de esta Secretaría. “No todas las aristas de la seguridad ciudadana dependen de la Secretaría, porque muchas vienen del orden nacional, como el elemento de la justicia, que sigue dejando 8 de cada 10 delincuentes capturados en libertad. O los feminicidios, un tema de convivencia social que hemos atacado con otras entidades. Pero el reto es en la prevención”, añadió Heredia.
Según el estándar internacional de la ONU, cada territorio debería contar mínimo con 300 policías por cada 100.000 habitantes. No obstante, en Bogotá, con 16.452 uniformados, apenas se llega a una tasa de 200 policías por cada 100.000 habitantes.
A pesar de los tropiezos, Bogotá queda con nueva infraestructura para la justicia y tres proyectos de ley en curso: una policía local, revisión del sistema penal y protocolos para descargar a uniformados de labores no policiales.
“La ciudad hoy cuenta con el Centro Integral de Justicia Bosa Campo Verde, el más grande del país, que cuenta con una Casa de Justicia con servicio de Ruta de Atención Integral para las Mujeres Víctimas de Violencias, Manzana del Cuidado, una URI y un CAI”, mencionó el secretario.
Y destacó que la capital queda con 16 Casas de Justicia, tres nuevas ubicadas en Bosa Campo verde, Tunjuelito y Puente Aranda, el protocolo de atención a niños y niñas víctimas de violencia sexual y la Ruta Integral de Atención para Mujeres Víctimas de Violencias.
Apuesta tecnológica
En el próximo cuatrienio la apuesta es implementar sistemas tecnológicos que enfrenten la inseguridad. El alcalde electo llega a poner a andar el nuevo Comando de la Policía de Bogotá, el proyecto de infraestructura en seguridad más grande del país, inaugurado en noviembre después de 12 años de líos y corrupción.
Además, en 2019 Bogotá contaba con 6.299 cámaras de videovigilancia conectadas al Centro de Comando y Monitoreo (C4) y hoy tiene 9.618, entre públicas y privadas. Con estas se ha logrado capturar a más de 2.300 delincuentes en los últimos cuatro años.
También adquirieron 400 cámaras unipersonales Body Cam y serán adquiridas 400 LPR y multisensor, que permitirán identificar las placas de los vehículos involucrados en delitos.
“Un reto importante es seguir fortaleciendo la confianza en la ciudadanía a través de un trabajo articulado entre la comunidad y las autoridades, y seguir denunciando, porque la seguridad es un compromiso de todos, debemos dejar a un lado la indiferencia. Tenemos que cuidar a Bogotá y trabajar por ella”, concluyó Heredia.
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