El sector del turismo ha estado históricamente enfocado a la ciudad. Dadas las dinámicas de la capital del país, de la vocación turística de otras urbes y municipios, este rubro no había sido lo suficientemente priorizado por las alcaldías de los últimos años. Sin embargo, el incremento de visitantes a la capital, muchos de ellos para visitarla, más allá de una simple conexión, ha hecho que Bogotá, de a pocos y sin hacer mucho ruido, se esté consolidando como un destino turístico atractivo. Andrés Santamaría, director del IDT, conversó con El Espectador sobre la elaboración de la estrategia turística en Bogotá y de los retos para que Bogotá esté de moda en el itinerario de viaje de los vacacionistas a escala mundial.
Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO
¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar
Más información sobre Bogotá: Detienen a individuo acusado de asesinar a un hincha de Millonarios en Chile.
¿Cuál es el balance del IDT en 2024?
El primer logro es haber puesto al turismo como un elemento fundamental de la gestión distrital y hacer entender a todos los sectores esta importancia. Hoy, cerca del 3 % de los empleos en Bogotá los genera el sector del turismo y se generó un impacto económico de $8 billones por concepto de gasto turista nacional e internacional en la ciudad. Este dinero es casi el presupuesto de ciudades intermedias en el país.
¿Esto se refleja en el número de turistas que llegaron?
El 2024 fue el año con mayor número de turistas en Bogotá. Recibimos poco más de 13 millones de turistas nacionales e internacionales, lo cual representa un crecimiento del 8 % con respecto a 2023. Esto se traduce en más empleo y más flujo de recursos y divisas. Estas cifras con las que han permitido al sector turismo tener un mayor impacto para la administración distrital, la ciudadanía, y los medios de comunicación.
¿Pero los visitantes usan Bogotá como conexión o realmente se quedan?
Si las personas no se quedaran y visitaran Bogotá, ninguno de los eventos que se llevan a cabo aquí serían sostenibles: conciertos de artistas como Karol G, el Estéreo Picnic y eventos propios del Distrito como Rock al Parque. Lo mismo con Monserrate, cuya operación no sería sostenible sin turistas que lo visitaran. Esto se une al hecho de que si no tuviéramos un mínimo de noches pernoctadas (el promedio para la ciudad es de cinco noches por turista), no sería posible que el 3 % de los empleos en la ciudad dependieran del turismo. Parte de esto nos lleva a entender que la ciudad ha logrado una conversión importante de ciudad de tránsito a ciudad turística. Todavía nos hace falta mucho para lograr ese tránsito, pero vamos por buen camino.
¿Por qué persiste el relato de Bogotá como una ciudad de tránsito?
El problema es que nosotros mismos fomentamos esa fama de que Bogotá no es una ciudad turística. De que no hay cosas para mostrar o conocer. Pero lo cierto es que la ciudad tiene el potencial de ser el nuevo Madrid. La capital española hace muchos años manejaba el concepto de ser una ciudad de tránsito, pero hoy es una urbe cuyo 30 % de su PIB depende del turismo. Lo mismo ocurrió con Ciudad de México y Bilbao, y es lo que está ocurriendo con Bogotá.
¿Cómo fue la cooperación con Cali durante la COP16?
Nosotros quisimos ser sede de la COP, pero aunque no se logró fuimos muy solidaros con Cali. Desde la orientación y recibimiento de las delegaciones en El Dorado, hasta la contribución con cierta capacidad hotelera de la ciudad. Pero nosotros también participamos en la COP16 con la marca ciudad de Bogotá. Esta marca, que el IDT maneja junto a la Cámara de Comercio de Bogotá, permite atraer más turistas mientras se va volviendo más reconocida y valorada internacionalmente.
¿Qué tan cierto es el estancamiento de la inversión hotelera en Bogotá?
En este momento tenemos un porcentaje de ocupación hotelera del 62 %, respecto al promedio nacional, que es del 55 %; nos parece un buen porcentaje. Colombia, además, es el tercer país de la región en ser sujeto de inversión para el sector turismo, según Financial Times, y ahí Bogotá es un actor importante. Por eso siguen llegando hoteles, siguen llegando cadenas, y a medida que el país y la región crezca, vamos a seguir sosteniendo esa tendencia. Tenemos una infraestructura hotelera suficiente y adecuada en todos los niveles: turismo de negocios, cinco estrellas y hoteles boutique.
¿Entonces cuál es el reto en materia hotelera?
Precisamente lograr que esas camas libres puedan ocuparse con la llegada de más turistas. Lo ideal para nosotros es lograr una ocupación hotelera del 85 % y 90 % en promedio al finalizar el año.
Pero ¿la vivienda turística no es un obstáculo para esto?
La vivienda turística se ha convertido en un gran rival para los hoteleros y por eso nosotros hemos propuesto que haya un grado de igualdad, en cuanto a competencia, entre los dos.
¿Cómo avanza la regulación que ustedes sugirieron para lograr ese equilibrio?
Hemos dialogado con las autoridades del país, entre ellas el Congreso, que son las encargadas de legislar este tipo de temas. En el ámbito Distrital, hacemos lo que está a nuestro alcance y lo que se limita a nuestras competencias. Sin embargo, es importante que se dé la discusión para establecer un marco de reglas claras para la vivienda turística.
¿Es decir, una mayor regulación?
La idea no es una mayor burocracia ni obstáculos para la vivienda turística, pero sí es necesario un marco de regulación para equilibrar la balanza. Hoy los dueños de vivienda turística pagan menos impuestos y cumplen con menos requerimientos para brindar ese servicio. Ahí, por ejemplo, sí se puede evidenciar una ligera desviación inversionista hacia la vivienda turística. Desde una perspectiva de oportunidad, sale más rentable invertir en un edificio para rentar vivienda turística, si se pagan menos tributos y se deben cumplir menos requerimientos.
¿Avanzaron los diálogos con las autoridades que pueden regular esto?
Hemos tenido diálogos fructíferos con congresistas que están formulando una reforma al régimen de la propiedad horizontal, en la cual participan actores de vivienda turística, y hemos avanzado algo en el tema. Respecto al Gobierno nacional, vemos que ellos tienen una visión más democrática y de economía popular con respecto al uso de vivienda turística. Es decir, para ellos es legítimo que cualquier persona, tanto en población rural como urbana, pueda colocar su casa para prestar este servicio. Esto puede ser válido en algunos lugares en donde no hay oferta de alojamiento, pero no es aplicable en todas las ciudades del país, por eso es necesaria la regulación.
¿Cómo se ha abordado en la ciudad la problemática del turismo sexual?
En este momento tenemos un proyecto de vigilancia y prevención en Quinta Paredes, porque lo consideramos un sector clave debido a su cercanía con sitios importantes y del aeropuerto. Hemos capacitado a operadores sobre la ruta de denuncia y demás. El año pasado no tuvimos ningún reporte o denuncia relativo a este caso, pero nuestra idea es expandir esta estrategia a zonas con riesgo alto, como La Candelaria y Chapinero para el próximo año.
Continúe leyendo en la sección: Ladrón capturado en el SITP intentó sobornar a su víctima para no ser denunciado.
Para conocer más noticias de la capital y Cundinamarca, visite la sección Bogotá de El Espectador.