Bogotá: la ciudad de los grandes oradores de América Latina
Destacados oradores en la historia de Bogotá, como Jorge Eliécer Gaitán y Rafael Uribe Uribe, han dejado una marca representativa en Colombia. No obstante, existen expertos en la capital cuya profesión se basa en ejercer su oratoria, sus habilidades narrativas y de argumentación. ¿Cuáles son sus historias?
Sebastián Muñoz López
En el último Campeonato Mundial de Debate en Inglés, una pareja de bogotanos logró llegar a la semifinal en la categoría de Inglés como Lengua Extranjera. Pero la opinión pública no suele conocer que Bogotá ha brillado en esta especialidad en numerosas ocasiones, representando a Colombia en varios de los torneos más competitivos del mundo.
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Días antes del Campeonato Mundial de Debate en Inglés, Diego Duarte tenía náuseas y ganas de vomitar por una intoxicación previa. Él ha sido entrenador de la Sociedad de Debate de la Universidad del Rosario desde hace siete años, un grupo encargado de preparar a los mejores oradores de Bogotá, y el torneo de debate más competitivo del mundo, para el cual había formado durante años a sus equipos, finalmente se acercaba.
Encontrarse con un país ajeno siempre es difícil: Ho Chi Minh, ciudad vietnamita en donde se realizó el torneo, tenía un tráfico de automóviles terrorífico, las personas no seguían las señales de tránsito y su comida era distinta a la colombiana. Allí estaban Jessica Zapata, periodista de profesión y estudiante de la Maestría en Estudios Internacionales; Andrés Revelo, politólogo y estudiante de Derecho, junto a su entrenador, Diego Duarte, politólogo, internacionalista y Magíster en Estudios Políticos. Los tres eran la representación de la Universidad del Rosario y de Bogotá ante la competencia de debate más exigente a nivel global.
El Campeonato Mundial de Debate en Inglés (WUDC, por sus siglas en inglés) se destaca por reunir a varios de los mejores estudiantes de las universidades más prestigiosas del mundo, para competir entre ellos durante extensos días, mientras debaten sobre cualquier tema: economía, arte, relaciones internacionales, derecho, sistema financiero, entre otros. Según datos de la Sociedad de Debate de la Universidad del Rosario, Bogotá ha llegado a las finales del torneo en la categoría de Inglés como Lengua Extranjera en los años 2018, 2019, 2020, 2021 y 2023, y a las semifinales en 2022 y 2024.
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“La desigualdad se siente de manera muy palpable en este tipo de torneos entre los países desarrollados y en vías de desarrollo en los eventos. Aquí tienes a los estudiantes más dedicados e inteligentes de tu universidad, compitiendo contra los estudiantes más dedicados e inteligentes de universidades como Cambridge, Oxford, Harvard”, explica Diego Duarte.
En esta versión del campeonato hubo 299 equipos provenientes de las mejores universidades del mundo. El torneo se compone de tres categorías: English as a Proficient Language (Inglés como Lengua Competente), English as a Second Language (Inglés como Segunda Lengua) e English as a Foreign Language (Inglés como Lengua Extranjera). Es en esta última categoría en donde Bogotá siempre ha destacado, pues compite con equipos de países como Indonesia, Rusia, Ucrania, Japón, entre otros.
La presión se sentía en el aire. En este campeonato, solo se puede competir en cuatro ocasiones como debatiente, y esta era la cuarta vez que Jessica y Andrés participaban como pareja. Por ello, sentían una constante intimidación y deseo por ganar.
Ocho puestos universitarios y una mesa es todo lo que se necesita para comenzar con el ritual. A toda velocidad, el grupo de jóvenes se acomodan en sus respectivos asientos, con total concentración en sus hojas. El tema que deben debatir se les presenta 15 minutos antes, por lo que deben preparar su discurso, solo utilizando la información que tengan en su cabeza: cualquier investigación del tema en Internet será penalizado con la expulsión del torneo. En sus hojas está escrito un discurso que improvisaron, para defender posturas que, en muchas ocasiones, ni siquiera son acordes con sus creencias personales.
El debate se compone por cuatro equipos: la alta de gobierno, la baja de gobierno, el alta de oposición y la baja de oposición. Los equipos están conformados por parejas de estudiantes de las mismas universidades: si un equipo es Gobierno, debe defender la moción; si es Oposición, debe estar en contra. Los equipos no deciden qué posición o postura les toca, pues esta se decide de forma aleatoria 15 minutos antes del debate.
Es una pelea contra el azar y la suerte: los debatientes deben estar constantemente estudiando todos los temas posibles, para disminuir las probabilidades de que salga una materia de la que no saben nada.
El primer, segundo, tercer y cuarto lugar se determinan por un panel de jueces que, en general, se compone por personas más experimentadas, que analizan la discusión, ponderan los puntos más importantes del debate y determinan cuáles son los argumentos que, por su relevancia y probabilidad, son suficientes para ganar el debate.
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“Antes, ni siquiera intentábamos ganarles a las personas que hablaban inglés nativo. Para este torneo, entrenamos tanto y nos sentimos tan bien con nuestro nivel, que no ignoramos a ningún equipo e intentábamos vencerlos, independientemente de su nivel de inglés o de la universidad de la que venían”, reconoce Andrés.
En Colombia, también se desarrolla una versión del torneo a nivel Nacional. Según datos suministrados por la Sociedad de Debate de la Universidad del Rosario, Bogotá ha ganado en diez ocasiones el Campeonato Nacional de Colombia, entre instituciones de todo el país: las sociedades de debate que suelen destacar son la Universidad de Los Andes, la Universidad Nacional y el Rosario. Además, desde 2018, Bogotá ha logrado resaltar en las rondas eliminatorias del Campeonato Mundial de Debate en Inglés.
El Campeonato Mundial de Debate en Español, una versión del WUDC entre los equipos hispanohablantes, ha sido coronado por Bogotá, en cabeza de la Universidad del Rosario, en tres ocasiones: la mayor hazaña entre cualquier universidad hispanohablante en el mundo.
Para entrenar para el Campeonato Mundial en Inglés, Andrés y Jessica tuvieron que participar en torneos internacionales de forma virtual, levantándose a las dos o tres de la mañana, para poder acomodarse a los horarios del exterior.
“Los torneos en inglés cuestan un montón de plata, incluso si son virtuales. Nos cobraban incluso 50 euros por equipo. Nos tocaba pedir becas, u ofrecer a nuestro entrenador como juez en el torneo, para cambiarlo por el costo de inscripción”, explica Jessica.
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Diego Duarte, quien ha entrenado a los equipos del Rosario desde septiembre de 2017, aseguró que su misión siempre ha sido disminuir la brecha académica entre instituciones del exterior con la de sus estudiantes, para que puedan debatir con la élite mundial sin sentirse inferiores.
Los miembros de la Sociedad de Debate del Rosario entrenan tres veces a la semana: los martes, jueves y sábados. En sus entrenamientos, desarrollan debates, reciben clases de temas y practican con sus compañeros la forma correcta para ejecutar discursos.
Las fechas de los Mundiales de Inglés son siempre las mismas: desde el 27 de diciembre hasta el 4 de enero todos los años. La rutina consiste en tener un proceso de selección en el que se debate y se hacen discursos en inglés en los primeros semestres del año, para escoger al equipo con el que se va a trabajar. En el segundo semestre, se desarrollan tutorías personalizadas, para que se afinen la construcción de casos, estrategias, la manera en que se demuestran los argumentos y se leen los debates.
A diferencia de otros circuitos angloparlantes, América Latina tiene una dificultad: debido a que las personas en la región hablan en español, sus torneos suelen ser en este idioma. En otros circuitos, como el asiático, los torneos suelen ser en inglés, por lo que, al momento de llegar al Campeonato Mundial de Debate, están acostumbradas al idioma en mayor medida y tienen una ventaja a la hora de desarrollar los casos.
Para poder competir en las semifinales y finales, los equipos deben lograr el “break” del torneo. En esta parte, cientos de equipos se enfrentan en rondas preliminatorias durante nueve rondas, en donde pueden salir temas al azar sobre temáticas como economía, política, sistema financiero, religión, relaciones internacionales, entre otros temas, por más arbitrarios que parezcan. “Fuimos el único equipo latinoamericano que pasó el break. Este ha sido uno de mis momentos favoritos en mi carrera como debatiente”, explica Jessica.
Los asiáticos son extremadamente fuertes, por ejemplo, la gente de Indonesia y Japón, que además tendrían mayor accesibilidad con el torneo siendo en Vietnam. “Los asiáticos son personas extremadamente disciplinadas, juiciosas y estudiosas, y ellos eran nuestra competencia. Esta gente tiene ideas que a uno le puede costar días en tener, y ellos las piensan en 15 minutos y las ejecutan de manera perfecta”, explica Jessica.
Debate competitivo: el temor como una constante
Jessica Zapata ha sido la mejor oradora en el Torneo Nacional de Colombia en tres ocasiones seguidas: 2020, 2021 y 2022. Ella es, sin duda, una de las debatientes más destacadas del país. Y, en medio de la entrevista, confiesa que siente una emoción sobre todas las otras cada vez que debate: miedo.
La mejor oradora de Colombia asegura que el ser mujer ha hecho que en varios debates la ignoren, no le den crédito a sus argumentos o valoren más los aportes de sus compañeros masculinos. “Yo llegaba a una final y me daba cuenta de que era la única mujer de la final. En el fondo, siempre pensaba que quería trabajar mucho para poder estar en el mismo nivel que estos hombres, que no tienen las mismas barreras que yo”, recuerda la debatiente.
Antes de desarrollar debate, Jessica Zapata era una persona profundamente introvertida. El simple hecho de imaginarse dando discursos de siete minutos le daba completa vergüenza. Además, ella asegura que en el pasado no contaba con el conocimiento específico para dar este tipo de discursos, por lo que sentía que esta disciplina no era lo suyo. “Recuerdo la primera vez que fui a un torneo de debate. Me impresionó bastante lo inteligente que suena la gente hablando durante siete minutos. Me sorprendió la confianza que tienen estas personas al momento de expresarse. En ese momento pensé ‘yo quiero sonar así de inteligente, hablando de cualquier cosa´”, explicó Jessica.
Ella reconoce que antes de comenzar debate su capital cultural era bajo. Según explica la mejor debatiente de Colombia, esto se debía que su contexto no la había obligado a leer o saber sobre temáticas diversas. “Siento que Debate BP abrió en mí un mundo de cosas que debía saber. Ahora puedo hablar y opinar de muchas cosas que no sabía”, asegura Zapata.
El futuro de los mejores debatientes del mundo
Antes de la pandemia, las Sociedades de Debate en Colombia eran múltiples, diversas y abundantes en miembros. Durante la pandemia que ocasionó el coronavirus, los torneos de debate dejaron de desarrollarse de manera presencial y comenzaron a realizarse de forma virtual, lo que aburrió a varias personas. Esto fue un golpe que acabó con múltiples grupos de debate en universidades en todo el mundo, y Colombia no fue la excepción; actualmente debate competitivo parece una disciplina en la cuerda floja en el país. De hecho, el Campeonato Mundial de Debate en Español (CMUDE) se desarrollará en Medellín el 2024, del 10 al 18 de julio, con el objetivo de fortalecer nuevamente al circuito de debate en Colombia.
“Yo siento una responsabilidad por aportarle al circuito de debate del país. Quiero darle a Colombia lo que yo aprendí. En realidad, uno nunca se retira de debate. Entonces, quiero seguir presente de otras maneras”, recuerda Jessica.
Jessica, Andrés y Diego sienten una gran responsabilidad por realizar una buena presentación en el Campeonato Mundial de Debate en Español, así como el lograr seguir democratizando y enseñando esta disciplina en las aulas de las universidades y colegios del país. Esta práctica, aseguran, no solo puede cambiar la mentalidad de las personas, sino que les da la oportunidad de soñar con un país más educado y perseverante.
Para conocer más noticias de la capital y Cundinamarca, visite la sección Bogotá de El Espectador.
En el último Campeonato Mundial de Debate en Inglés, una pareja de bogotanos logró llegar a la semifinal en la categoría de Inglés como Lengua Extranjera. Pero la opinión pública no suele conocer que Bogotá ha brillado en esta especialidad en numerosas ocasiones, representando a Colombia en varios de los torneos más competitivos del mundo.
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Días antes del Campeonato Mundial de Debate en Inglés, Diego Duarte tenía náuseas y ganas de vomitar por una intoxicación previa. Él ha sido entrenador de la Sociedad de Debate de la Universidad del Rosario desde hace siete años, un grupo encargado de preparar a los mejores oradores de Bogotá, y el torneo de debate más competitivo del mundo, para el cual había formado durante años a sus equipos, finalmente se acercaba.
Encontrarse con un país ajeno siempre es difícil: Ho Chi Minh, ciudad vietnamita en donde se realizó el torneo, tenía un tráfico de automóviles terrorífico, las personas no seguían las señales de tránsito y su comida era distinta a la colombiana. Allí estaban Jessica Zapata, periodista de profesión y estudiante de la Maestría en Estudios Internacionales; Andrés Revelo, politólogo y estudiante de Derecho, junto a su entrenador, Diego Duarte, politólogo, internacionalista y Magíster en Estudios Políticos. Los tres eran la representación de la Universidad del Rosario y de Bogotá ante la competencia de debate más exigente a nivel global.
El Campeonato Mundial de Debate en Inglés (WUDC, por sus siglas en inglés) se destaca por reunir a varios de los mejores estudiantes de las universidades más prestigiosas del mundo, para competir entre ellos durante extensos días, mientras debaten sobre cualquier tema: economía, arte, relaciones internacionales, derecho, sistema financiero, entre otros. Según datos de la Sociedad de Debate de la Universidad del Rosario, Bogotá ha llegado a las finales del torneo en la categoría de Inglés como Lengua Extranjera en los años 2018, 2019, 2020, 2021 y 2023, y a las semifinales en 2022 y 2024.
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“La desigualdad se siente de manera muy palpable en este tipo de torneos entre los países desarrollados y en vías de desarrollo en los eventos. Aquí tienes a los estudiantes más dedicados e inteligentes de tu universidad, compitiendo contra los estudiantes más dedicados e inteligentes de universidades como Cambridge, Oxford, Harvard”, explica Diego Duarte.
En esta versión del campeonato hubo 299 equipos provenientes de las mejores universidades del mundo. El torneo se compone de tres categorías: English as a Proficient Language (Inglés como Lengua Competente), English as a Second Language (Inglés como Segunda Lengua) e English as a Foreign Language (Inglés como Lengua Extranjera). Es en esta última categoría en donde Bogotá siempre ha destacado, pues compite con equipos de países como Indonesia, Rusia, Ucrania, Japón, entre otros.
La presión se sentía en el aire. En este campeonato, solo se puede competir en cuatro ocasiones como debatiente, y esta era la cuarta vez que Jessica y Andrés participaban como pareja. Por ello, sentían una constante intimidación y deseo por ganar.
Ocho puestos universitarios y una mesa es todo lo que se necesita para comenzar con el ritual. A toda velocidad, el grupo de jóvenes se acomodan en sus respectivos asientos, con total concentración en sus hojas. El tema que deben debatir se les presenta 15 minutos antes, por lo que deben preparar su discurso, solo utilizando la información que tengan en su cabeza: cualquier investigación del tema en Internet será penalizado con la expulsión del torneo. En sus hojas está escrito un discurso que improvisaron, para defender posturas que, en muchas ocasiones, ni siquiera son acordes con sus creencias personales.
El debate se compone por cuatro equipos: la alta de gobierno, la baja de gobierno, el alta de oposición y la baja de oposición. Los equipos están conformados por parejas de estudiantes de las mismas universidades: si un equipo es Gobierno, debe defender la moción; si es Oposición, debe estar en contra. Los equipos no deciden qué posición o postura les toca, pues esta se decide de forma aleatoria 15 minutos antes del debate.
Es una pelea contra el azar y la suerte: los debatientes deben estar constantemente estudiando todos los temas posibles, para disminuir las probabilidades de que salga una materia de la que no saben nada.
El primer, segundo, tercer y cuarto lugar se determinan por un panel de jueces que, en general, se compone por personas más experimentadas, que analizan la discusión, ponderan los puntos más importantes del debate y determinan cuáles son los argumentos que, por su relevancia y probabilidad, son suficientes para ganar el debate.
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“Antes, ni siquiera intentábamos ganarles a las personas que hablaban inglés nativo. Para este torneo, entrenamos tanto y nos sentimos tan bien con nuestro nivel, que no ignoramos a ningún equipo e intentábamos vencerlos, independientemente de su nivel de inglés o de la universidad de la que venían”, reconoce Andrés.
En Colombia, también se desarrolla una versión del torneo a nivel Nacional. Según datos suministrados por la Sociedad de Debate de la Universidad del Rosario, Bogotá ha ganado en diez ocasiones el Campeonato Nacional de Colombia, entre instituciones de todo el país: las sociedades de debate que suelen destacar son la Universidad de Los Andes, la Universidad Nacional y el Rosario. Además, desde 2018, Bogotá ha logrado resaltar en las rondas eliminatorias del Campeonato Mundial de Debate en Inglés.
El Campeonato Mundial de Debate en Español, una versión del WUDC entre los equipos hispanohablantes, ha sido coronado por Bogotá, en cabeza de la Universidad del Rosario, en tres ocasiones: la mayor hazaña entre cualquier universidad hispanohablante en el mundo.
Para entrenar para el Campeonato Mundial en Inglés, Andrés y Jessica tuvieron que participar en torneos internacionales de forma virtual, levantándose a las dos o tres de la mañana, para poder acomodarse a los horarios del exterior.
“Los torneos en inglés cuestan un montón de plata, incluso si son virtuales. Nos cobraban incluso 50 euros por equipo. Nos tocaba pedir becas, u ofrecer a nuestro entrenador como juez en el torneo, para cambiarlo por el costo de inscripción”, explica Jessica.
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Diego Duarte, quien ha entrenado a los equipos del Rosario desde septiembre de 2017, aseguró que su misión siempre ha sido disminuir la brecha académica entre instituciones del exterior con la de sus estudiantes, para que puedan debatir con la élite mundial sin sentirse inferiores.
Los miembros de la Sociedad de Debate del Rosario entrenan tres veces a la semana: los martes, jueves y sábados. En sus entrenamientos, desarrollan debates, reciben clases de temas y practican con sus compañeros la forma correcta para ejecutar discursos.
Las fechas de los Mundiales de Inglés son siempre las mismas: desde el 27 de diciembre hasta el 4 de enero todos los años. La rutina consiste en tener un proceso de selección en el que se debate y se hacen discursos en inglés en los primeros semestres del año, para escoger al equipo con el que se va a trabajar. En el segundo semestre, se desarrollan tutorías personalizadas, para que se afinen la construcción de casos, estrategias, la manera en que se demuestran los argumentos y se leen los debates.
A diferencia de otros circuitos angloparlantes, América Latina tiene una dificultad: debido a que las personas en la región hablan en español, sus torneos suelen ser en este idioma. En otros circuitos, como el asiático, los torneos suelen ser en inglés, por lo que, al momento de llegar al Campeonato Mundial de Debate, están acostumbradas al idioma en mayor medida y tienen una ventaja a la hora de desarrollar los casos.
Para poder competir en las semifinales y finales, los equipos deben lograr el “break” del torneo. En esta parte, cientos de equipos se enfrentan en rondas preliminatorias durante nueve rondas, en donde pueden salir temas al azar sobre temáticas como economía, política, sistema financiero, religión, relaciones internacionales, entre otros temas, por más arbitrarios que parezcan. “Fuimos el único equipo latinoamericano que pasó el break. Este ha sido uno de mis momentos favoritos en mi carrera como debatiente”, explica Jessica.
Los asiáticos son extremadamente fuertes, por ejemplo, la gente de Indonesia y Japón, que además tendrían mayor accesibilidad con el torneo siendo en Vietnam. “Los asiáticos son personas extremadamente disciplinadas, juiciosas y estudiosas, y ellos eran nuestra competencia. Esta gente tiene ideas que a uno le puede costar días en tener, y ellos las piensan en 15 minutos y las ejecutan de manera perfecta”, explica Jessica.
Debate competitivo: el temor como una constante
Jessica Zapata ha sido la mejor oradora en el Torneo Nacional de Colombia en tres ocasiones seguidas: 2020, 2021 y 2022. Ella es, sin duda, una de las debatientes más destacadas del país. Y, en medio de la entrevista, confiesa que siente una emoción sobre todas las otras cada vez que debate: miedo.
La mejor oradora de Colombia asegura que el ser mujer ha hecho que en varios debates la ignoren, no le den crédito a sus argumentos o valoren más los aportes de sus compañeros masculinos. “Yo llegaba a una final y me daba cuenta de que era la única mujer de la final. En el fondo, siempre pensaba que quería trabajar mucho para poder estar en el mismo nivel que estos hombres, que no tienen las mismas barreras que yo”, recuerda la debatiente.
Antes de desarrollar debate, Jessica Zapata era una persona profundamente introvertida. El simple hecho de imaginarse dando discursos de siete minutos le daba completa vergüenza. Además, ella asegura que en el pasado no contaba con el conocimiento específico para dar este tipo de discursos, por lo que sentía que esta disciplina no era lo suyo. “Recuerdo la primera vez que fui a un torneo de debate. Me impresionó bastante lo inteligente que suena la gente hablando durante siete minutos. Me sorprendió la confianza que tienen estas personas al momento de expresarse. En ese momento pensé ‘yo quiero sonar así de inteligente, hablando de cualquier cosa´”, explicó Jessica.
Ella reconoce que antes de comenzar debate su capital cultural era bajo. Según explica la mejor debatiente de Colombia, esto se debía que su contexto no la había obligado a leer o saber sobre temáticas diversas. “Siento que Debate BP abrió en mí un mundo de cosas que debía saber. Ahora puedo hablar y opinar de muchas cosas que no sabía”, asegura Zapata.
El futuro de los mejores debatientes del mundo
Antes de la pandemia, las Sociedades de Debate en Colombia eran múltiples, diversas y abundantes en miembros. Durante la pandemia que ocasionó el coronavirus, los torneos de debate dejaron de desarrollarse de manera presencial y comenzaron a realizarse de forma virtual, lo que aburrió a varias personas. Esto fue un golpe que acabó con múltiples grupos de debate en universidades en todo el mundo, y Colombia no fue la excepción; actualmente debate competitivo parece una disciplina en la cuerda floja en el país. De hecho, el Campeonato Mundial de Debate en Español (CMUDE) se desarrollará en Medellín el 2024, del 10 al 18 de julio, con el objetivo de fortalecer nuevamente al circuito de debate en Colombia.
“Yo siento una responsabilidad por aportarle al circuito de debate del país. Quiero darle a Colombia lo que yo aprendí. En realidad, uno nunca se retira de debate. Entonces, quiero seguir presente de otras maneras”, recuerda Jessica.
Jessica, Andrés y Diego sienten una gran responsabilidad por realizar una buena presentación en el Campeonato Mundial de Debate en Español, así como el lograr seguir democratizando y enseñando esta disciplina en las aulas de las universidades y colegios del país. Esta práctica, aseguran, no solo puede cambiar la mentalidad de las personas, sino que les da la oportunidad de soñar con un país más educado y perseverante.
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