Hace una semana Natalia Ponce de León disfrutaba de su vida normalmente. Esta bogotana, de 33 años, estudió medios audiovisuales en el Politécnico Grancolombiano, pero dedicaba sus días a trabajar al lado de su madre, administrando un almacén de ropa. (Vea: Exministro sugiere que a agresor de Natalia Ponce se le debe pagar con la misma moneda)
Hoy está en el hospital Simón Bolívar de Bogotá, sometida a procedimientos médicos, con los que se buscan minimizar las secuelas de las quemaduras que sufrió en el 24% de su cuerpo y de su rostro, producto del ataque del que fue víctima el pasado 27 de marzo, cuando un sujeto le arrojó una mezcla de químicos y pegante.
Hasta el momento, a Natalia le han practicado varias intervenciones quirúrgicas. De acuerdo con Patricia Gutiérrez, directora de la Unidad de Quemados del hospital Simón Bolívar, ella sigue en la Unidad de Cuidados Intensivos, aunque estable y avanzando en su recuperación. Actualmente se encuentra en controles posquirúrgicos, con los que se revisa el estado de sus heridas, como preparación para la segunda fase de su tratamiento: aplicarle nuevos injertos de piel.
Desde las primeras cirugías los médicos le aplicaron tejidos donados por el banco de piel de la Secretaría de Salud del Distrito. Sin embargo, esperando mejores resultados en su recuperación, la fundación de quemados de esta misma entidad adelantó gestiones con el banco de piel de Holanda, para adquirir un tejido de mayor y más rápida adaptabilidad.
Procedimiento
Linda Guerrero le explicó a El Espectador los procedimientos que se le han realizado y los que vienen. Indicó que lo que se ha hecho hasta el momento es preparar el rostro de Natalia para recibir el tejido definitivo, que al ser una dermis de banco, tiene varias ventajas: que ha sido sometida a un procedimiento para que sea permanente y que no es necesario extraer piel del cuerpo de la paciente, evitando otras cicatrices.De acuerdo con la doctora Guerrero, a Natalia Ponce se le ha ido retirando la piel quemada de forma progresiva. Como solución, para atender la emergencia e ir avanzando en la reconstrucción de las partes afectadas, se han ido cubriendo sus lesiones transitoriamente con piel del banco local.
Hasta este momento le han ido retirando la piel quemada en forma progresiva y cubriendo transitoriamente con piel para hacer la reconstrucción, lo que, según Guerrero es una solución para atender la urgencia. “Como no se puede quitar sin una cobertura inmediata, se aplica piel provisional para evitar que se sequen los tejidos y se profundice el daño”, puntualizo la médica.
Con la herida limpia, el paso siguiente es dar una cobertura definitiva. Será en este momento que se aplicará la dermis que viene de Holanda, que será la permanente. Los beneficios de este tejido importado es que es de mayor calidad, con fibras más elásticas y colágeno, que permiten un mejor proceso de cicatrización. Adicional a estas características, es una piel que se integra con mayor facilidad y en menor tiempo al cuerpo del paciente, por ser un tejido que ha sido sometido a tratamientos para hacerlo más eficaz.
Según los médicos, la piel importada tarda entre cuatro y cinco días en integrarse a la zona afectada. La diferencia con el tejido del banco nacional es que éste tarda al menos 21 días en ser aceptado por el organismo. Esta piel llega al país en forma de láminas, dentro de unos recipientes especiales, concentrados en glicerol. Se espera que llegue a la Unidad de Quemados la próxima semana.
Sin embargo, el procedimiento no es infalible, ya que todo depende de la evolución de las heridas de Natalia Ponce, que tienen que estar limpias para el éxito del procedimiento. Posteriormente se realizarán los injertos para que Natalia tenga las dos capas de piel y luego viene el proceso de cicatrización.
Una vez se complete este tratamiento, vendrá la terapia física. Según la doctora Linda Guerrero, el banco de piel de Bogotá dispondrá de sus herramientas para hacer una máscara en acrílico transparente a partir del moldeado de la piel, para minimizar las cicatrices. El último paso, cuando no hay más opciones quirúrgicas, será aplicar láser con CO2, que permite mejorar la calidad de la piel.
Sobre cuánto tardarán los tratamientos a los que se someterá a Natalia Ponce no hay claridad. Según la doctora Guerrero, puede tardar años. Por ahora esta nueva víctima de los ataques con ácido sigue luchando y despertando la solidaridad de los bogotanos. Para hoy se hará un plantón para rechazar estas agresiones, al mediodía, en el parque El Virrey, en Bogotá.
La recuerdan sus profesores
Cientos de estudiantes y egresados del Politécnico Grancolombiano se reunieron ayer en la plazoleta central de su alma máter para rechazar, a través de un acto simbólico, agresiones como las que sufrió Natalia Ponce. Aunque ella se graduó en 2006 de la Facultad de Medios Audiovisuales, sus profesores aún la recuerdan y la definen como una mujer alegre. “Ella y su hermano fueron estudiantes míos. Era una mujer muy linda, bastante juiciosa, pero sobre todo puesta en su lugar”, dijo Germán León, quien le dictó arte. En eso coincide el docente Juan Germán de la Concha, quien le dictó taller audiovisual: “Natalia no era la número uno, pero tampoco la última, siempre fue juiciosa. Es el tipo de estudiante que uno como profesor siempre quisiera tener. Preguntaba, participaba”.
cgonzalez@elespectador.com