En los últimos años, todos los jueves, el caos vehicular en la calle 26 y los desmanes se han convertido en paisaje. Todos estos días de la semana, un grupo de encapuchados ha cogido la costumbre de efectuar bloqueos a la movilidad y atacar a personal de la fuerza pública sin un motivo aparente.
Este jueves 11 de septiembre, no fue la excepción. Un grupo de al menos 15 encapuchados sembró el caos en la calle 26, en inmediaciones de la Universidad Nacional. Al igual que en las anteriores semanas, este grupo de individuos atacó a la fuerza pública y personal del Distrito que se acercó al corredor para mediar la situación e intentar apaciguar los ánimos.
Asimismo, como se apreció en videos publicados por diversos testigos de los hechos en redes sociales, los encapuchados la emprendieron contra el mobiliario público de Transmilenio, y vandalizaron los separadores anticolados que se encuentran ubicados al frente de la estación Ciudad Universitaria.
Por si fuera poco, los encapuchados habrían lanzado objetos contundentes, e incluso amedrentado con armas blancas, como hachas, a los gestores de convivencia que movilizó la Secretaría de Gobierno al lugar de los hechos.
La situación, aunque insostenible, se ha repetido de manera sistemática en las últimas semanas, en medio de un cruce de responsabilidades entre el Distrito y la dirección de la Universidad Nacional.
Por un lado, desde la Secretaría de Seguridad, aseguran que los encapuchados aprovechan la autonomía universitaria con la que cuenta el plantel, y la cual impide que la UNDMO y las otras fuerzas efectivas del orden ingresen al campus para detener a los encapuchados.
César Restrepo, responsable de la cartera, ha criticado en varias oportunidades los controles internos de la universidad, y ha exigido refuerzos en el monitoreo y control exhaustivo del material explosivo. Sobre todo, después de que la semana pasada, los encapuchados lanzaran una bomba inflamable a un bus articulado de Transmilenio.
“La ciudad le hace un llamado al Ministerio de Educación hay que poner unas medidas de control para que no haya el uso de artefactos explosivos artesanales ni bombas inflamables. Desde la ciudad estamos a punto de sufrir una tragedia y la ciudad no tiene una posibilidad diferente que controlar el entorno hay que ser muy claros con los ciudadanos”, dijo en su momento Restrepo.
Asimismo, cerca de 3 millones de usuarios de Transmilenio se han visto afectados, cada jueves, por cuenta de los bloqueos en la troncal de la 26. Específicamente en ese punto neurálgico, por cuanto conecta la calle 26 con la avenida NQS.
Fallecido en Transmilenio
A la problemática anterior se le sumó la muerte abrupta de un usuario del sistema Transmilenio, mientras se encontraba en la estación de Las Flores, en la Av. Caracas. Según el reporte que entregó la gerencia de Transmilenio a la opinión pública, la persona se desplomó en plena estación debido a un infarto que le quitó la vida.
Mientras el personal de emergencias se movilizó a la estación y se evacuó a esta persona de la estación, el ingreso a la misma se retrasó por varios minutos, lo que ocasionó filas multitudinarias y más demoras en el regreso a casa de los bogotanos.
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