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En las últimas horas, uniformados de la Policía que realizaban patrullaje en el barrio Alcázares, localidad de Barrios Unidos, requirieron a una mujer, quien luego de verificarle los antecedentes, tenía una orden de captura vigente por el delito de homicidio.
Los hechos se remontan al pasado 4 de julio en el barrio Concepción Norte, Barrios Unidos, cuando la capturada hirió con arma blanca a quien sería su compañero sentimental, en plena vía pública. Así lo documentó cámaras de seguridad de la zona donde se ve como la víctima intenta defenderse, pero es herida en varias ocasiones, mientras ella se aleja del lugar y él queda tendido por varios minutos, hasta que finalmente fallece.
“Inmediatamente se procedió a leer los derechos que como persona capturada le asisten y fue dejada a disposición de la Fiscalía para que responda por los hechos que se le atribuyen. La Policía Nacional invita a los ciudadanos a poner en conocimiento de las autoridades situaciones de intolerancia que afecten la vida e integridad de las personas; así mismo, a solicitar oportunamente la atención y orientación de nuestra patrulla púrpura para casos de violencia intrafamiliar y evitar la pérdida vidas”, recordó la autoridad policial.
El Espectador conoció las cifras actualizadas de la Policía Metropolitana de Bogotá alrededor del delito de homicidio. Según la entidad, en lo que va de 2024 (con corte al martes 21 de mayo) se han registrado 402 homicidios (10 menos que los registrados en el mismo período de 2023), lo que equivale a que cada ocho horas, en promedio, matan a una persona en la ciudad. Con un dato adicional: nueve de cada 10 son hombres.
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Señala la Policía, además, que entre las 6:00 p.m. y la medianoche es el lapso donde ocurren la mayoría de casos; que el 38 % responden a disputas entre bandas, por el control territorial; el 31 % son por intolerancia, y Bosa, Kennedy y Santa Fe son las localidades con más muertes violentas. Llama la atención que el 59 % se cometieron con arma de fuego y un 32 % con arma blanca, dato que demuestra que el tráfico ilegal de armas sigue fuerte en la ciudad.
Si bien los índices de homicidio tienen tendencia a la baja, preocupa particularmente la presencia de estructuras organizadas capaces de articular y efectuar crímenes de alto impacto, como el de Roberto Franco Charry, ocurrido el 21 de febrero en inmediaciones del parque de la 93, o de Élmer Fernández, asesinatos que por su planeación dejan entrever que detrás estuvieron experimentadas estructuras, con miembros expertos en operaciones especiales.
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Por Redacción Bogotá
