CAR ordena a estación de gasolina en La Calera detener operaciones

Desde hace los habitantes de una vereda ubicada en el kilómetro 12 de la vía Bogotá-La Calera han protestado por la construcción de la estación de gasolina El Manantial, que se adelanta cerca del embalse San Rafael.

El inconformismo de los residentes se debe al riesgo que podría representar este negocio para el propio embalse, que surte el líquido al 70% de Bogotá y los municipios aledaños. Según sus cuentas, un eventual derrame de 4 litros de gasolina es suficiente para envenenar 3 millones de litros de agua.

Este lunes, la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), advirtió a la sociedad Productores de Lubricantes S.A.- PROLUB S.A que no podrá llevar a cabo operaciones de cargue de combustible y operación de la estación de servicio El Manantial, ubicada en el predio El Leño localizado en la vereda San Rafael del municipio de La Calera.

“Hemos tomado esta decisión hasta tanto la Corporación no apruebe o desapruebe el Plan de Contingencia en cumplimiento del artículo 35 del Decreto 3930 de 2010”, señaló el director de la CAR, Alfred Ballesteros.

Así mismo, en la resolución se advierte a la sociedad que para dar trámite a la documentación presentada debe pagar el servicio de evaluación y seguimiento, de conformidad con los artículos 13 y 14 del Acuerdo CAR 23 de 2009.

“La resolución advierte a la citada sociedad que la no presentación de la documentación requerida, dentro del mes siguiente a la ejecutoria del acto administrativo, dará lugar, en consonancia con lo presupuestado en el artículo 17 de la Ley 1437 de 2011, a la declaratoria de desistimiento de la solicitud”, señaló Ballesteros.

Por casi dos años, la comunidad logró frenar la construcción, amparada en un acuerdo de 1976 del antiguo Inderena y una resolución del Ministerio del Medio Ambiente expedida en 2012, que ubicaba el predio en la zona de reserva forestal de la cuenca del río Bogotá, razón por la cual no se podía establecer allí un negocio de venta de gasolina. Sin embargo, entre enero y mayo de este año todo se fue al traste. Primero, debido a una resolución del Minambiente que levantó la restricción sobre este y otros predios de la zona. Luego, por una resolución de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) que dio vía libre a la obra.