Pese a que hasta último momento alegaron que la principal prueba en su contra había sido obtenida de manera ilícita y que no existía un argumento contundente que demostrara confabulación alguna de su parte para cobrar coimas a los contratistas de Bogotá (específicamente al Grupo Nule), ni el contralor distrital, Miguel Ángel Moralesrussi, ni el excongresista Germán Olano convencieron a la Procuraduría de su inocencia y ayer fueron destituidos e inhabilitados para ejercer cargos públicos durante 20 y 15 años, respectivamente.
La notificación se las hizo el propio jefe del Ministerio Público, Alejandro Ordóñez, quien se tomó tres horas para leer el sustento de su fallo, mientras Olano y Moralesrussi, visiblemente nerviosos y haciendo esfuerzos para ignorarse entre sí, lo observaban en silencio.
Lo oyeron decir que los halló responsables disciplinariamente de concusión (petición indebida de dinero a terceros aprovechándose de su condición de servidores públicos) e incremento patrimonial injustificado. Y que el comportamiento de Moralesrussi reviste especial gravedad por minar la confianza de la comunidad en las instituciones. “La conducta de ambos es gravísima... Las dos son bombas atómicas contra la moral pública”, aseguró Ordóñez.
Para el procurador no hay duda de que los procesados pidieron dinero al Grupo Nule a cambio de un trato favorable durante la fiscalización del avance de las obras de la Fase III de Transmilenio. Por sus “servicios” Olano pidió $3.500 millones, de los cuales $1.750 millones eran para él y el resto para el contratista Julio Gómez, quien —según el procurador— era “un amplio conocedor de la dinámica contractual en el Distrito”.
Hubo, dice el procurador, interés ilícito de ambos por obligar a los Nule a pagarles una coima: “Conocían que era ilícito lo que estaban haciendo, por eso se reunieron en un hotel y lo mantuvieron en privado. A pesar de conocer que era un delito, reiteraron las gestiones tendientes a obtener ese beneficio ilícito. Los elementos de la falta disciplinaria que se le imputó fueron demostrados y se mantienen incólumes”.
Las pruebas que condenaron a Olano y Moralesrussi fueron las declaraciones de Miguel, Guido y Manuel Nule (quienes pasaron así de acusados a acusadores en el escándalo) y la grabación de una conversación entre Miguel Nule y Germán Olano, divulgada por Caracol Radio, en la que se referían a la comisión para el contralor.
También dio por ciertos los relatos sobre las reuniones en las que se habría cobrado la comisión: un desayuno en la casa de la concejal Ángela Benedetti, los encuentros en un hotel del barrio Chapinero y las dos reuniones en el despacho de Moralesrussi, con presencia del abogado Álvaro Dávila y el contratista Julio Gómez. El testimonio del exsubcontratista del Distrito Alejandro Botero (el ventilador del llamado cartel) sobre una conversación de contratistas que hablaban de un dinero para Moralesrussi con la intermediación de “un señor Olano” fue igualmente validado.
Mientras los afectados instauraron recurso de reposición ante el propio Ordóñez, el procurador compulsó copias a la Fiscalía y a la Corte Suprema de Justicia para que investiguen si funcionarios como el abogado Álvaro Dávila incurrieron en conductas similares. Y anexó copia a los expedientes disciplinarios que adelanta su despacho en contra del senador Iván Moreno Rojas y su hermano Samuel, alcalde de Bogotá.
Concejo busca sucesor de Moralesrussi
Pese a que el destituido contralor interpuso recurso de reposición contra el fallo que lo separa del cargo, éste será estudiado por el mismo funcionario que lo emitió: el procurador general.
El órgano encargado de elegir al nuevo contralor sería el Concejo, cuya presidenta, María Victoria Vargas, se declaró ayer a la espera de la notificación oficial de la decisión para requerir a los tribunales la terna de candidatos con la cual suplirá la vacante.
Moralesrussi, entre tanto, dijo ayer que se sentía derrotado y que su pecado fue ser “un hombre de buena fe y confiado, pero no corrupto”. Negó conocer a Miguel Nule y aseguró que “si entre ellos presuntamente manejaban su actividad mercantil yo no entraba”.
La investigación
2010
Enero
Estalla escándalo cuando Transvial, empresa del Grupo Nule, reconoce que no puede cumplir con la entrega del tramo de Transmilenio que le fue adjudicado en la calle 26.
2010
Febrero
La Alcaldía readjudica la obra a Conalvías. Hasta entonces, Moralesrussi no era acusado, sino que aparecía como el hombre que denunció el incumplimiento de los Nule en sus compromisos con Bogotá.
2010
Abril
Caracol Radio divulga una conversación en la que el entonces congresista Germán Olano habla con Miguel Nule sobre el pago de comisiones para él y Moralesrussi.
2010
Diciembre
Desde Estados Unidos, los miembros del Grupo Nule fueron presionados para entregar dinero a cambio de contratos y tratos favorables en Bogotá.