Choque de cifras en la prohibición de parrillero en Bogotá

Al cumplirse los tres meses de la aplicación de la restricción del parrillero hombre en moto, el Distrito anunció que extendería la medida hasta agosto, debido al impacto positivo en las cifras de seguridad. Su justificación fue que en las zonas donde rige la prohibición, es decir, entre la avenida 1° de Mayo y la calle 100, y entre la carrera 68 y los cerros orientales, las denuncias por hurto en las que el agresor iba en motocicleta disminuyeron 27,5 %, mientras que en el resto de la ciudad fue del 9,5 %. 

Las cifras, que son representativas para el Distrito y que demostrarían la necesidad de mantener la restricción, no convencen a todos los sectores. Según el presidente del Concejo, Daniel Palacios, la medición de la Secretaría de Seguridad corresponde a una sola modalidad y no tiene en cuenta la cifra total de hurtos en la ciudad, que sí evidencia un aumento.

“En Chapinero hemos tenido un incremento del 34 % en hurtos, del 50 % en hurtos a residencias y un incremento en otras modalidades de robo. No ha habido una disminución del hurto, sólo que ha cambiado la modalidad. Ahora roban en varias motos, en bicicletas, en taxis o a pie, pero uno no puede decir que la seguridad mejoró en un sitio donde los hurtos han aumentado”, dijo el cabildante.

Eso mismo ocurre con las estadísticas de la Policía. Haciendo un comparativo entre los robos, en el que el agresor se movilizaba en moto, en febrero, marzo y abril de este año y 2017, se evidencia un incremento en todas las localidades. Mientras que en Barrios Unidos, Chapinero, La Candelaria, Los Mártires, Puente Aranda, San Cristóbal, Santa Fe y Teusaquillo, donde se aplica la medida, el año pasado se presentaron 268 denuncias por hurtos bajo esta modalidad, en el mismo período de 2018 se han registrado 556, es decir, hay un aumento del 107 %.

En cuanto a las otras localidades, el caso es similar. En los mismos tres meses del año pasado se reportaron 623 hurtos en los que el agresor iba en moto, mientras que este año, en estos mismos tres meses, se reportaron 1.300 robos.

El secretario de Seguridad, Daniel Mejía, ha dicho que la decisión de prorrogar la restricción tiene como propósito disminuir las tasas en la incidencia de algunos delitos, como lesiones y hurtos, y con esta medida se está logrando. Aunque Palacios lo controvierte y cree que “lo que los bogotanos queremos es seguridad real, no una ilusión de seguridad, porque mucha gente asocia negativamente las motos con accidentalidad y hurtos, y por eso esta prohibición puede sonar bien entre la gente, pero viendo las cifras se evidencia que no genera percepción de seguridad”.

Al cumplirse los tres meses de la aplicación de la restricción del parrillero hombre en moto, el Distrito anunció que extendería la medida hasta agosto, debido al impacto positivo en las cifras de seguridad. Su justificación fue que en las zonas donde rige la prohibición, es decir, entre la avenida 1° de Mayo y la calle 100, y entre la carrera 68 y los cerros orientales, las denuncias por hurto en las que el agresor iba en motocicleta disminuyeron 27,5 %, mientras que en el resto de la ciudad fue del 9,5 %. 

Las cifras, que son representativas para el Distrito y que demostrarían la necesidad de mantener la restricción, no convencen a todos los sectores. Según el presidente del Concejo, Daniel Palacios, la medición de la Secretaría de Seguridad corresponde a una sola modalidad y no tiene en cuenta la cifra total de hurtos en la ciudad, que sí evidencia un aumento.

“En Chapinero hemos tenido un incremento del 34 % en hurtos, del 50 % en hurtos a residencias y un incremento en otras modalidades de robo. No ha habido una disminución del hurto, sólo que ha cambiado la modalidad. Ahora roban en varias motos, en bicicletas, en taxis o a pie, pero uno no puede decir que la seguridad mejoró en un sitio donde los hurtos han aumentado”, dijo el cabildante.

Eso mismo ocurre con las estadísticas de la Policía. Haciendo un comparativo entre los robos, en el que el agresor se movilizaba en moto, en febrero, marzo y abril de este año y 2017, se evidencia un incremento en todas las localidades. Mientras que en Barrios Unidos, Chapinero, La Candelaria, Los Mártires, Puente Aranda, San Cristóbal, Santa Fe y Teusaquillo, donde se aplica la medida, el año pasado se presentaron 268 denuncias por hurtos bajo esta modalidad, en el mismo período de 2018 se han registrado 556, es decir, hay un aumento del 107 %.

En cuanto a las otras localidades, el caso es similar. En los mismos tres meses del año pasado se reportaron 623 hurtos en los que el agresor iba en moto, mientras que este año, en estos mismos tres meses, se reportaron 1.300 robos.

El secretario de Seguridad, Daniel Mejía, ha dicho que la decisión de prorrogar la restricción tiene como propósito disminuir las tasas en la incidencia de algunos delitos, como lesiones y hurtos, y con esta medida se está logrando. Aunque Palacios lo controvierte y cree que “lo que los bogotanos queremos es seguridad real, no una ilusión de seguridad, porque mucha gente asocia negativamente las motos con accidentalidad y hurtos, y por eso esta prohibición puede sonar bien entre la gente, pero viendo las cifras se evidencia que no genera percepción de seguridad”.