Por primera vez la encuesta de percepción de inseguridad y victimización, que realiza la Cámara de Comercio de Bogotá (CCB), incluyó a 16 municipios de Cundinamarca, en donde no solo midió el clima ciudadano, sino la relación con las autoridades, las zonas en donde la gente se siente más insegura y los problemas de convivencia.
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En contexto: Pese a mejora de percepción, 7 de cada 10 bogotanos siguen sintiéndose inseguros
La encuesta indagó a 6.710 hogares de Fusagasugá, Silvania, Sibaté, Cáqueza, Fómeque, La Calera, Guasca, Cota, Tenjo, Chía, Sopó, Cajicá, Tocancipá, Zipaquirá, Chocontá y Ubaté. En promedio, se consultaron a 420 personas por municipio, con una confiabilidad del 95 % y un margen de error del 0,7 %.
Lo primero que salta a la vista es que más de la mitad de la población (55,8 %) cree que en 2024 la seguridad empeoró en sus municipios. En el caso de la victimización, la distancia entre géneros es mínima: el 8,1 % de las mujeres declararon haber sido víctimas de delitos, mientras que en los hombres, fue del 8,4 %. Esta diferencia mínima se explica en que los delitos que más impactan al grueso de la población, como el hurto a personas y residencias, el hurto de vehículos o los delitos cibernéticos, los suelen afectar por igual.
Claro está, dentro de los delitos que más preocupan hay cuatro en los que las mujeres se sienten especialmente vulnerables y en la mayoría de los casos los victimarios son hombres: violencia intrafamiliar, feminicidio, violencia sexual y violencias basadas en género. Por otro lado, potreros, calles, parques, paraderos, puentes peatonales y vehiculares, semáforos y ciclorrutas son los espacios donde más inseguros se sienten los cundinamarqueses.
En cuanto a la percepción barrial, menos de la mitad (45 %) siente que su barrio es seguro y de ese total el 43 % son mujeres y el 47 %, hombres. El voz a voz y los grupos en redes sociales siguen siendo los canales a través de los cuales las personas forjan su opinión respecto a la seguridad.
Ante el panorama, las recomendaciones de las autoridades giran en torno al fortalecimiento de la respuesta policial y su relación con la ciudadanía, así como a optimizar y promocionar los canales de denuncia, para tener mejores mapeos y lecturas de la incidencia de los delitos. Es fundamental, además, que a nivel urbanístico se intervengan zonas de alta percepción de inseguridad y se fortalezcan las estrategias de vigilancia en el transporte público.
Finalmente, la CCB llama la atención sobre la urgencia de mejorar las estrategias enfocadas a garantizar la seguridad de las mujeres, las campañas de sensibilización sobre violencias de género y los protocolos de atención en espacios públicos. Sin embargo, las campañas de sensibilización para generar la confianza necesaria que necesitan las mujeres agredidas dentro de su hogar, muchas de las cuales no denuncian, son otro de los vacíos que urge intervenir.
La encuesta, si bien no tiene punto de comparación, pues es la primera vez que se realiza, busca ser un instrumento de consulta y medición para la toma de decisiones locales, el diseño de políticas públicas y modelos de intervención policial.
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