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La Plaza de Bolívar, mucho más que un espacio físico, es un símbolo nacional. Es un lugar donde ha acontecido gran parte de la historia del país, es centro de poder y sitio de encuentro de causas y la cultura colombianas.
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Relevancia histórica de la Plaza de Bolívar
Su relevancia radica, principalmente, por su connotación histórica, cultural, institucional y simbólica. Por lo cual, requiere un cuidado especial, una gestión responsable y una protección activa que permita que todas las expresiones legítimas se desarrollen sin problemas.
Por lo tanto, para garantizar que el espacio siga siendo un símbolo de libertad, participación, encuentro y convivencia, desde la secretaría de Gobierno expidieron el Protocolo de Uso y Aprovechamiento Económico de la Plaza de Bolívar.
¿Para qué es?
Según indican, el protocolo es una herramienta clara, pública y transparente, construida bajo criterios de legalidad, sostenibilidad y equidad.
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Lo anterior, permitirá regular cómo se usa temporalmente la plaza, sin afectar su función democrática ni su valor patrimonial.
¿Qué parámetros contiene el protocolo?
- Actividades permitidas: Se definen de manera clara y precisa para preservar el carácter democrático, económico y cultural de la plaza.
- Estructuras temporales: Se establecen requisitos específicos para su instalación, cuidando la seguridad de las personas y el suelo patrimonial.
- Aprovechamiento económico: Se regula la realización de eventos con fines económicos, promoviendo condiciones de equidad y respeto por el espacio público.
- Protección patrimonial: El protocolo salvaguarda los valores históricos, arquitectónicos y culturales que hacen de esta plaza un bien de interés nacional.
- Reinversión en su cuidado: Toda retribución económica derivada del uso de la plaza será destinada exclusivamente a su mantenimiento y conservación.
¿Qué espera el Distrito con esta acción?
Esperan que la Plaza de Bolívar siga siendo un escenario para la ciudadanía, para el arte, para la memoria y la protesta legítima, pero también un lugar ordenado, cuidado y seguro.
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Cabe aclarar que, este protocolo:
- No limita derechos.
- No impide la participación.
- No privatiza el espacio público.
Por lo tanto, es importante que los bogotanos conozcan estas nuevas normas para el uso del espacio.
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Por Redacción Bogotá
