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El pasado 13 de febrero, el secretario de Salud, Gerson Bermont, denunció a través de sus redes sociales, la modificación de los nombres de las unidades de servicios de la Subred Centro Oriente de la EPS Capital Salud, intervenida por la SuperSalud el 7 de mayo de 2024 y que, además, tienen ahora el logo del Gobierno Nacional.
“Así lo hemos evidenciado en el Samper Mendoza, Perseverancia, Primera de Mayo, Libertadores, Olaya, Antonio Nariño, Altamira, Diana Turbay y Chircales (...) Esto no implica cambios en su naturaleza jurídica, ni la convierte en una entidad del orden nacional, respetando la autonomía de las entidades territoriales”, sentenció Bermont.
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Ante esta situación, el concejal del Centro Democrático, Oscar Ramírez Vahos, envío una solicitud a la Procuraduría, para que investigue disciplinariamente al agente interventor Luis Oscar Galves Mateus. “Como consecuencia de la extralimitación de funciones, al modificar el nombre de centros de atención prioritaria de salud, por centros de atención primaria (CAP), del Gobierno Nacional. El interventor solo está facultado para administrar la Subred no para modificar o transformar su estructura o servicios”, sentenció el cabildante.
Hasta el momento, la Procuraduría no se ha pronunciado frente a este requerimiento, así como tampoco la SuperSalud.
La intervención
Barreras de acceso para los usuarios, poca capacidad resolutiva, sobre todo en los servicios de mediana y alta complejidad, déficit en los ingresos por prestación de servicios frente a los costos, incumplimiento de pagos con el talento humano en salud y los proveedores, fueron alguno de los 30 hallazgos por parte de la Superintendencia de Salud para intervenir administrativamente el 7 de mayo, a la Subred Centro Oriente de la EPS Capital Salud.
La noticia llegó al parecer como un baldado de agua fría para el Distrito, luego de que el alcalde Carlos Fernando Galán y el secretario de Salud Gerson Bermont, se reunieran con el superintendente de Salud, Luis Carlos Leal, el pasado 29 de abril, donde hablaron de la necesidad de fortalecer las cuatro subredes integradas de servicios de salud en la capital (entre esas la hoy intervenida), buscando garantizar su óptimo funcionamiento y robusteciendo aspectos como los servicios de call center, su actual modelo de atención, así como la ampliación en la capacidad de recepción de quejas y reclamos por parte de sus usuarios.
¿Una intervención que se avecinaba?
Distintas auditorías financieras que adelantó la Contraloría de Bogotá dejaron entrever las deudas atrasadas de las cuatro subredes (que administran todos los hospitales públicos del Distrito), que ascienden a $337.298 millones; posibles malos manejos, que podrían generar detrimento patrimonial (14); posibles fallas administrativas (69 casos), entre otros.
Los casos varían, pero la Subred Centro Oriente, es una de las más golpeadas. Por ejemplo, según la misma secretaría de salud, esta subred solo genera pérdidas con cerca de $5.000 millones al mes.
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Asimismo, El Espectador conoció que los trabajadores expresaron estar cortos de personal hasta en 40 %, teniendo que hacer rotaciones desgastantes para los trabajadores y dejando a una enfermera y un doctor con más de 40 pacientes a cargo. También se resalta el riesgo con $190 millones en la Subred Centro Oriente, por comprar una unidad móvil que tuvo que adecuar para que tuviese los instrumentos que requería.
Desde la Superintendencia de Salud dieron un parte de tranquilidad a los bogotanos, afirmando que la Subred va a seguir funcionando, ahora bajo el agente especial interventor, Luis Oscar Galves Mateus.
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Por Redacción Bogotá
