El Consejo de Estado acaba de modificar la orden cautelar sobre el proyecto de lineamientos de la Sabana que había sido impuesta por el Tribunal Superior de Cundinamarca meses atrás.
La decisión del contencioso-administrativo, derivada de una tutela del Ministerio de Ambiente en respuesta a la medida cautelar, busca derimir desencuentros entre el ministerio mediante la intervención de un órgano colegiado.
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El pasado 14 de marzo, la magistrada del Tribunal de Cundinamarca, Nelly Villamizar, acogió la solicitud del Acueducto de imponer una medida cautelar contra el proyecto de resolución. El Ministerio de Ambiente apeló y, tras estudiar detenidamente los argumentos, el Consejo de Estado resolvió modificar la medida que había ordenado reiniciar la formulación del proyecto y, en su lugar, ordenó que se sigan discutiendo los efectos de la propuesta, pero ahora en el marco del Consejo Estratégico de la Cuenca Hidrográfica del Río Bogotá.
Este consejo, creado tras la sentencia del Río Bogotá en 2014, está conformado por representantes del Acueducto, el Distrito de Bogotá, la Gobernación de Cundinamarca, la CAR, el Ministerio de Ambiente y de los municipios en torno al afluente.
De manera tal, que tras la decisión del Consejo de Estado, este órgano recobrará una importancia más allá del seguimiento ambiental al río, ya que tendrá el rol de articulador entre las partes interesadas.
Así explicó la decisión, María Mercedes Maldonado, urbanista y experta en la Sabana: “el Consejo de Estado cambió la medida por la orden al Consejo Estratégico de Cuenca, creado por la sentencia del río Bogotá, de citar a una reunión para discutir los efectos de la propuesta de Lineamientos para la Sabana, en el marco de la sentencia mencionada”.
Esto fue lo que decretó el Consejo de Estado: “decretar como medida cautelar que la Secretaría Técnica del Consejo Estratégico de la Cuenca Hidrográfica del Río Bogotá - CECH convoque a una reunión, en los términos del Acuerdo 08 de 16 de octubre de 2020, para que se discutan los efectos del proyecto de resolución que define los lineamientos para el ordenamiento ambiental de la sabana de Bogotá en el marco del cumplimiento de la sentencia de 28 de marzo de 2014”.
¿Cómo reaccionó el alcalde Galán y el presidente Petro?
Si algo ha distanciado a ambos gobernantes son los asuntos de Bogotá. En particular, el ordenamiento de la Sabana ha abierto este 2025 una serie de distancias que residen en la forma y modo en el cual serían implementados estos determinantes y su impacto en proyectos de infraestructura claves para la región.
Por su parte, Petro indicó sobre la decisión: “No se puede hacer un “lawfare” en función del interés privado de los constructores que dejaron sin agua a Bogotá y la Sabana.El juez debe velar del interés general de la sociedad, más cuando se trata de la vida.El gobierno ha vencido en la regulación ambiental de la Sabana de Bogotá. ¡Que viva la Vida!“, fue la reacción del presidente.
Galán fue más moderado e instó al diálogo: “presidente: primero, esto no es una guerra. Acá no hay vencedores y vencidos. Tenemos que, en vez de dividir al país, sentarnos a trabajar en pro de Colombia y construir acuerdos a partir de las diferencias”, escribió el alcalde.
Y continuó diciendo: “Segundo, lea el fallo. El Consejo de Estado le da la razón al Acueducto de Bogotá y confirma que los lineamientos presentados por su gobierno no cumplieron con los requisitos de coordinación y, por tanto, deben pasar por el Consejo Estratégico de la Cuenca Hidrográfica del Río Bogotá. Le reitero que en Bogotá estamos listos a trabajar de manera coordinada, no impuesta, en este y otros temas”.
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Por Redacción Bogotá
