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Contradicciones en el caso del alumno suicida

Mientras en el Gimnasio Castillo Campestre aseguran que el joven no fue discriminado ni conocían la denuncia por acoso sexual en su contra, este diario tuvo acceso a un acta interna en el que directivas del plantel informaron a la familia Urrego sobre el señalamiento y las pruebas que darían a conocer sobre el comportamiento de su hijo.

Redacción Bogotá
10 de septiembre de 2014 - 03:41 a. m.
Sergio Urrego tenía  16 años cuando se suicidó el pasado 4 de agosto. / Archivo personal de Instagram
Sergio Urrego tenía 16 años cuando se suicidó el pasado 4 de agosto. / Archivo personal de Instagram

El caso de Sergio Urrego, el joven de 16 años que se suicidó el 4 de agosto en Bogotá y cuyo nombre intentan limpiar sus padres tras haber sido señalado de acoso sexual, sigue creciendo en contradicciones. Mientras el Gimnasio Castillo Campestre, donde estudiaba el joven, niega la discriminación o su participación en el proceso legal por acoso, nuevos elementos parecen controvertir su versión. El Espectador conoció un acta interna de la institución sobre una de las reuniones realizadas entre los padres de Sergio y las directivas el 12 de julio, en la que el menor cuenta que se sentía discriminado y el plantel manifiesta que presuntamente había acoso sexual por parte de él.

Aunque el lunes pasado la rectora del Gimnasio Castillo, Amanda Castillo, dijo que ella no tuvo conocimiento de que la expareja de Sergio hubiera denunciado acoso sexual, un indicio pone en duda esta versión. De acuerdo con el acta interna del colegio, en la que quedó registrada la última reunión entre los padres de Sergio con las directivas y el joven, la rectora señala que la razón por la que habían sido citados es porque “presuntamente existe acoso sexual por parte de Sergio hacia uno de sus compañeros. Adicionalmente en el colegio está manteniendo demostraciones afectivas delante de sus compañeros con otro estudiante”.

La rectora del Gimnasio (ubicado en Tenjo, Cundinamarca) también negó haber acompañado a la familia de la expareja de Sergio en el proceso de la denuncia por acoso sexual. “No, para nada, ni estoy enterada de que había una demanda. Pues los papás sí se manifestaban, pero hasta uno no tener pruebas, pues no. Ni por el uno ni por el otro. Simplemente una de las familias se alejó del colegio y al parecer buscaron otros medios”, enfatizó Castillo.

No obstante, en el acta de la reunión del 12 de julio, uno de los acuerdos que resaltan las directivas para que el joven pudiera continuar en la institución es que “no se va a permitir que Sergio acose a ninguno de sus compañeros”. Además, cuando Robert Urrego, padre del menor, pregunta por qué se dice que su hijo acosa a compañeros, la rectora “les informa que existen pruebas que se les darán a conocer para que evidencien lo que se les está informando”. En esta misma reunión el joven de 16 años fue claro al decir que se sentía “discriminado porque permanecía mucho tiempo en psicoorientación”.

Como lo contó este diario, días después de esta reunión, fiscales de la Unidad de Reacción Inmediata de Engativá llamaron a Robert Urrego y le dijeron que había una denuncia por acoso sexual contra su hijo, interpuesta por los papás del compañero de Sergio. El 22 de julio radicaron el derecho de petición en el que manifestaban que Sergio “pretende con su actuar manipular y dominar a su hijo para que acceda a mantener una relación de noviazgo con él por medio de manifestaciones afectivas en público”. El papá de Sergio dijo que su hijo quedó devastado con la denuncia y por ello decidieron retirarlo del colegio.

Otro de los indicios que se suma al caso es el testimonio de Kiara Barbosa, integrante de la Unión Libertaria Estudiantil (ULE), de la cual era parte el joven. Ella relató a este diario que la expareja de Sergio le hizo una confesión: “Que la rectora les dijo a sus papás que para que él continuara en el colegio debían poner la denuncia de acoso sexual contra Sergio. Pero como la demanda que había hecho la rectora era más fuerte, se corrigió y finalmente la querella la presentaron sus papás para evitar que ellos estuvieran cerca. Él también me dijo que el tema del supuesto acoso fue un chisme que comenzó en el plantel”. Kiara asegura que la expareja de Sergio tiene miedo porque ya ha recibido mensajes donde las personas lo señalan como responsable de la muerte de Sergio.

Por otra parte, el Gimnasio Castillo Campestre envió una comunicación a este medio, en la que reitera que en el caso de Sergio Urrego “no existió ninguna sanción ni se negó el derecho a la educación. Se solicitó a los padres de los dos estudiantes que iniciaran un proceso de psicoorientación externa, para que APRENDIERAN el uso adecuado de los momentos, espacios o lugares para sus demostraciones afectivas y el buen manejo de su relación”.

El colegio señaló también que la Secretaría de Educación de Cundinamarca ha llevado a cabo visitas evaluando su calidad educativa y formativa, y que ha recibido orientación por parte de la Secretaría de Educación de Tenjo mucho antes de la muerte de Sergio David Urrego Reyes. “En la última que recibimos de la Secretaría de Educación informamos acerca de las amenazas que recibimos por parte del grupo anarquista revolucionario, Unión Libertaria Estudiantil (ULE), documentos remitidos a las autoridades competentes”.

Finalmente el colegio, en su comunicación, advierte que se pronunciará desde las vías legales. Por el momento, tras conocer el acta de la reunión, quedan más dudas acerca de cuál fue la influencia que tuvo la rectora en la denuncia presentada por la expareja de Sergio. Un señalamiento que el joven quiso aclarar por medio de las cartas que dejó antes de lanzarse desde una terraza del centro comercial. “Nunca en mi vida he acosado sexualmente a nadie, me parece un acto reprochable”, fueron sus palabras frente a la situación.

El caso de Sergio está en manos de la Fiscalía para establecer las causas del suicidio del joven y si él fue víctima de matoneo institucional en su colegio. La Unidad de Vida del organismo asumió la investigación y está recolectando pruebas documentales y testimoniales. Entre tanto, la posible sanción al colegio se desprenderá del seguimiento que realiza la Secretaría de Educación de Cundinamarca.

Preocupados por la discriminación

El lunes la ministra de Educación, Gina Parody, se pronunció sobre la historia de Sergio, reconociendo el doloroso ejemplo que representa para el país frente a la necesidad de avanzar hacia una sociedad plural, que respete la Constitución.

Ayer la Subdirección para Asuntos LGBT (Lesbianas, Gais, Bisexuales y Transgéneros), de la Secretaría Distrital de Integración Social de Bogotá, hizo un llamado para reflexionar sobre la situación de los menores con orientaciones sexuales e identidades de género diversas. Según el estudio de Política Pública LGBT de esta dependencia, el 98,1% de las personas LGBT expresan que han sido discriminadas o sus derechos vulnerados.

“Eso justifica nuestra existencia y la prestación del servicio en las diversas localidades brindando atención integral a las personas LGBT, sus familias y redes de apoyo. Hacemos un llamado a las personas lesbianas, gais, bisexuales y transgéneros, sus familias y redes de apoyo para que conozcan y utilicen nuestro servicio. Éste incluye, entre otros, acompañamiento psicológico y apoyo en trabajo social, los cuales se prestan de manera gratuita en los dos Centros de Atención Integral a la Diversidad Sexual y de Géneros (Caisdg), ubicados en la transversal 17A bis N° 36-74, localidad de Teusaquillo, y carrera 14 bis N° 21-05, localidad de Los Mártires”, recordó la Subdirección.

Por Redacción Bogotá

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