Crean nuevo protocolo para monitorear humedales de Bogotá
El humedal Tibanica sirvió de estudio de caso para el diseño del modelo.
El Espectador
Una investigación denominada ‘Diseño participativo de un modelo de seguimiento, monitoreo y control social de los humedales urbanos de Bogotá’ y que fue realizada por Martha Liliana Perdomo de la Universidad Nacional, sirvió para crear un modelo con el que se busca controlar el estado de estos ecosistemas de la capital.
El humedal Tibanica, ubicado entre la localidad de Bosa y el municipio de Soacha, al sur de Bogotá, sirvió de estudio de caso para el diseño del modelo, que se espera reproducir en otros 12 humedales.
Según Perdomo, este protocolo permite dinamizar la gestión ambiental participativa en torno a los humedales urbanos de la capital del país, ya que contiene indicadores socioambientales, formatos, esquemas de organización y procedimientos que permiten la recolección, procesamiento, análisis y divulgación de la información obtenida mediante el monitoreo.
Su proceso de investigación se fundamentó en la IAP (investigación-acción participativa), e incluyó la identificación de variables claves que inciden en las tensiones que se producen en el contexto físico, biológico, social, económico, cultural, urbanístico e institucional de los humedales.
"Si queremos transformar la realidad del humedal, que está cada vez más en franco deterioro, tenemos que poderlo conocer y, a la vez, involucrar a la comunidad y movilizarla para que agencie esos procesos", señala la investigadora.
Con base en dichas variables, se definen y consolidan los indicadores con su respectiva ficha técnica. Con estos, la comunidad puede hacer autónomamente las siguientes actividades: el monitoreo de los factores bióticos y físicos que revelan el estado del humedal; el control social de los diferentes aspectos socioculturales que afectan el proceso de recuperación y conservación del ecosistema; y el seguimiento del cumplimiento del Plan de Manejo Ambiental, a fin de evidenciar y establecer oportunamente los correctivos a que haya lugar.
Este nuevo protocolo, de acuerdo con Perdomo, surgió debido al panorama que presentaba Tibanica. Dicho humedal estaba relacionado con la alteración del régimen hídrico y la calidad del agua; con el deterioro del ecosistema acuático, terrestre y del litoral; con la debilidad de los procesos de organización; y con la falta de sensibilización de la comunidad frente a esta situación.
Una investigación denominada ‘Diseño participativo de un modelo de seguimiento, monitoreo y control social de los humedales urbanos de Bogotá’ y que fue realizada por Martha Liliana Perdomo de la Universidad Nacional, sirvió para crear un modelo con el que se busca controlar el estado de estos ecosistemas de la capital.
El humedal Tibanica, ubicado entre la localidad de Bosa y el municipio de Soacha, al sur de Bogotá, sirvió de estudio de caso para el diseño del modelo, que se espera reproducir en otros 12 humedales.
Según Perdomo, este protocolo permite dinamizar la gestión ambiental participativa en torno a los humedales urbanos de la capital del país, ya que contiene indicadores socioambientales, formatos, esquemas de organización y procedimientos que permiten la recolección, procesamiento, análisis y divulgación de la información obtenida mediante el monitoreo.
Su proceso de investigación se fundamentó en la IAP (investigación-acción participativa), e incluyó la identificación de variables claves que inciden en las tensiones que se producen en el contexto físico, biológico, social, económico, cultural, urbanístico e institucional de los humedales.
"Si queremos transformar la realidad del humedal, que está cada vez más en franco deterioro, tenemos que poderlo conocer y, a la vez, involucrar a la comunidad y movilizarla para que agencie esos procesos", señala la investigadora.
Con base en dichas variables, se definen y consolidan los indicadores con su respectiva ficha técnica. Con estos, la comunidad puede hacer autónomamente las siguientes actividades: el monitoreo de los factores bióticos y físicos que revelan el estado del humedal; el control social de los diferentes aspectos socioculturales que afectan el proceso de recuperación y conservación del ecosistema; y el seguimiento del cumplimiento del Plan de Manejo Ambiental, a fin de evidenciar y establecer oportunamente los correctivos a que haya lugar.
Este nuevo protocolo, de acuerdo con Perdomo, surgió debido al panorama que presentaba Tibanica. Dicho humedal estaba relacionado con la alteración del régimen hídrico y la calidad del agua; con el deterioro del ecosistema acuático, terrestre y del litoral; con la debilidad de los procesos de organización; y con la falta de sensibilización de la comunidad frente a esta situación.