
“El cuidado me ha generado muchas luchas conmigo. Saber que es una enfermedad que no tiene cura”,
Lorena Rosero, estudiante de enfermería.
Foto: Nicol Torres
La dedicación con la que Rebeca ha cuidado por años a su anciano padre parece estarse agotando. Todos los días está pendiente de su aseo y alimentación; enfrenta el tortuoso proceso de pedir citas y reclamar medicamentos en la EPS, y de todo lo que implica ser cuidador de tiempo completo. Si bien, no reniega de su misión, es evidente que tiene menos paciencia, es más irascible y se le nota agotada. Sin saberlo, se ha convertido en una paciente oculta, con alta carga emocional. Esta es la realidad de muchos cuidadores que, sin más remuneración...

Por María Angélica García Puerto
Cubre temas de seguridad, primera infancia, educación, movilidad, derechos humanos y género.@_amariag
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