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Mediante un comunicado oficial el empresario Juan Pablo Ospina aseguró que la cancelación del festival fue producto de una decisión arbitraria de la secretaria de Gobierno de Bogotá, Mariela Barragán, “quien a pocos minutos del inicio de la primera versión del festival de música electrónica más importante del mundo, aseguró de forma ligera que hacían falta varios de los permisos que se necesitaban para llevar a cabo el espectáculo”.
La administración actual no le ha entregado a Bogotá un escenario adecuado para espectáculos dignos de la capital del país, tampoco ha colaborado con el buen desarrollo de aquellos que con esfuerzo han querido traer a los ciudadanos los mejores shows del mundo, dice el comunicado.
“Es increíble como por la falta de atención y apoyo de las autoridades locales, Bogotá y Colombia cada vez más están retrocediendo luego del camino ganado en el mundo del entretenimiento. Creamfields se realiza con una duración de más de 12 horas y con consumo de licor, sin exponer las vidas de las personas, en un exclusivo circuito, en menos de diez ciudades del mundo (Liverpool, Sidney, Buenos Aires, Andalucía, Abu Dabhi), Bogotá estaría en ese círculo, pero gracias a la secretaria de Gobierno no se pudo cristalizar esto”, agregó.
Shows Business & Entertainment estará esperando la próxima semana la respuesta de los managers de los artistas y del festival para buscar la mejor y más rápida solución que permita que el público bogotano disfrute lo antes posible este espectáculo de talla mundial sin precedentes en Colombia.