La reconstrucción de las zonas afectadas por el invierno en Cundinamarca, sólo en su primera fase, costará $250 mil millones. Entre vías, reubicación de viviendas y reconstrucción de diques en los ríos este es uno de los departamentos que más debe invertir para subsanar los daños dejados por el invierno. Su gobernador, Andrés González, plantea dos grandes líneas de acción: una, la consecución de recursos, para lo cual propone crear nuevos tributos o acudir a la venta de acciones de Ecopetrol, entre otros. La segunda es la estructuración de un proyecto para evitar nuevos desbordamientos del río Bogotá.
¿Cómo asegurar que lo que está sucediendo con este invierno no se repita?
El país tendría que hacer una gran movilización nacional para reconstruir la infraestructura y reubicar a varios miles de familias de los sitios de riesgo: bordes de los ríos, laderas de montañas y humedales, y pasarlos a zonas seguras y con servicios públicos. Es la única solución estructural al problema.
¿Cómo lograrlo?
Debe aprovecharse a fondo la emergencia social para obtener nuevos recursos, una contribución obvia de todos los colombianos para la reconstrucción del país, un impuesto extra. Creo que deberían habilitarse a los departamentos y a los municipios para que tuvieran tributos especiales durante un tiempo para atender el desastre. Por ejemplo, una sobretasa al impuesto de renta en las distintas regiones. O una sobretasa a la gasolina para la reconstrucción de las vías.
¿En el departamento cuántas personas deben ser reubicadas?
Sólo en Soacha tenemos 5.000 familias en las laderas de las canteras, que pueden ser objeto de un desastre en cualquier momento.
¿Cuánto le cuesta el invierno a Cundinamarca?
Una primera fase de la reconstrucción significa unos $250 mil millones. Sólo 3.000 viviendas de reubicación de Soacha, a $30 millones cada una, se acercan a $100 mil millones. El tema de la reubicación de viviendas supone una acción que no se hace de la noche a la mañana, que es costosa y compleja. Necesitamos normas duras para poder desalojar a las personas que han invadido los humedales y los meandros de los ríos.
¿Y en el tema de infraestructura...?
Con la contribución de todos los colombianos, necesitamos reconstruir colegios, puentes y vías. Es inaplazable la venta de acciones de Ecopetrol para obtener allí varios billones de pesos que permitan invertir fuerte en la infraestructura vial, ahora más que nunca. Incluso, el fondo de pensiones de los departamentos, en donde hay $25 billones, hemos planteado que se invierta en esas acciones, que hoy están simplemente como una inversión financiera.
¿Qué hacer con el río Bogotá?
Lo que está previsto, luego de año y medio de estudios, es un gran parque lineal desde el nacimiento del río hasta Alicachín, en el que las aguas puedan tener un mayor espacio para el momento en que crezcan. Además, se tiene que hacer una profundización del río y la ampliación de los jarillones en los bordes. Ya están los estudios de detalle y estamos en la etapa de compra de predios para poder ampliar la ronda 30 metros más, pero se requiere una embestida contundente para hacer expropiaciones de personas que aún conservan muchos de esos predios.
¿Cuánto cuesta este proyecto?
Todo, cerca de $500 mil millones, de los cuales ya hay $250 mil millones.
¿De dónde provendría la otra mitad?
Pensamos que se podría aplicar al Fondo de Regalías, ya que tiene un impacto ambiental, que es la esencia de ese fondo. Creemos que la parte del reforzamiento de los diques en puntos estratégicos sí debería ser atendida con recursos de la emergencia social.
¿Cuándo entraría a licitación?
Si se resuelve el tema de predios se debe poder abrir la licitación en el primer trimestre de 2011.
¿Qué más incluye este proyecto?
Necesitamos más reservas naturales y reforestación. Ahora, también debemos hacer más embalses en la cuenca del río Bogotá. Estamos trabajando en 14 nuevos. Algunos de ellos ya tienen estudios de prefactibilidad y estamos buscando la financiación. Embalses como el de La Tribuna, Subachoque, los ríos Apulo y Calandaima, Tibitá y Carupa en la parte de Ubaté. En este momento el departamento tiene siete u ocho de éstos, que controlan el nivel de las aguas en invierno y las liberan en sequía.
¿En cuánto tiempo se completa una iniciativa tan compleja: río, embalses, reforestación...?
Son cosas de dos o tres generaciones seguidas. Estamos frente a las consecuencias de una conducta desordenada de la humanidad. Debe hacerse una gran reconstrucción ecológica.
¿Cuáles son los proyectos claves en su último año de gestión?
En infraestructura aspiramos a consolidar la licitación del tren de cercanías. Antes de 2011 estará adjudicada la consultoría internacional que va a escoger la opción técnica más apropiada. También aspiramos a abrir la licitación del aeropuerto de Flandes; este año estamos comprando, junto con Tolima, los terrenos para ampliar la pista y que así la región capital tenga un aeropuerto alterno. Necesitamos apoyo nacional para el canal navegable entre Puerto Salgar y Puerto Berrío, en el Magdalena.
¿Qué temas deben ser prioridad para el próximo gobernador?
El agro, en el cual hemos hecho un fondo de garantías para dar crédito por $80 mil millones. Tenemos que diversificar cultivos que hoy no son tan rentables, por algunos que lo sean. La economía del departamento la queremos hacer más competitiva. Hemos logrado una gran movilización industrial hacia acá. Tenemos 18 zonas francas, de las cerca de 50 que hay en el país, y estudiamos la implantación de más.
Las zonas francas no son muy bien vistas en el país…
Para nosotros sí son muy bien vistas, porque es la manera de lograr una industria competitiva a 1.200 kilómetros de la costa. Si no acompañamos a los industriales, compiten en condiciones de desigualdad por estar lejos del mar.
¿Cuál será su futuro político una vez salga de la Gobernación. Le interesa la Alcaldía de Bogotá?
Vamos a ver cómo terminamos de rematar esto.
¿Pero le interesa?
Para todos nosotros las más altas aspiraciones políticas están en la agenda. No se descartan esas opciones. Es muy importante repensar la estructura política del país.
¿Eso qué significa?
Tenemos que modernizar los partidos. No debe ser lejano el momento de una gran integración de los partidos Liberal, Cambio Radical y la U para crear una gran fuerza de centro democrática que garantice el desarrollo del país en los próximos 25 años.
Por Santiago La Rotta
