Un juez le concedió la libertad condicional al contratista Julio Gómez, quien fue condenado a 10 años y 29 días de cárcel en el año 2013 por el carrusel de contratación de Bogotá. La pena que estaba cumpliendo en la sede del antiguo DAS en Paloquemao.
(Lea: La reparación que pide Bogotá por el carrusel de la contratación)
Cuando fue detenido, Gómez recibió un principio de oportunidad por el delito de concierto para delinquir, siempre y cuando colaborara con los procesos judiciales vinculadas al carrusel. Y así fue.
Por ejemplo, fue uno de los testigos en el juicio contra Andrés Jaramillo López, expresidente de Conalvías, acusado de obtener comisiones ilícitas, por la adjudicación, adición y cesión de contratos tras la alianza con funcionarios del IDU, y con contratistas particulares favorecidos, como los miembros del Grupo Nule en la construcción de la Fase III de Transmilenio.
Después de negociar con la Fiscalía, Gómez también aportó su testimonio en procesos contra los hermanos Nule específicamente, a quienes catalogó de “bandidos” y “ladrones”.
Además de aportar sus declaraciones, el ente investigador certificó en 2015 que Gómez reintegró $10.000 millones a los que había accedido a través de dos contratos irregulares que hicieron parte de la escandalosa red de corrupción.
El contratista, arquitecto de profesión, fue condenado por los delitos de peculado por apropiación, cohecho e interés indebido en la celebración de contratos, luego de que se demostrara su participación en dos contratos asignados de manera irregular en Bogotá.
* * *
Si quiere conocer más sobre lo que pasa en Bogotá, lo invitamos a seguir nuestra página en Facebook