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Desde noviembre se entregarán las primeras ampliaciones de estaciones de Transmilenio

Diego Sánchez Fonseca, director del Instituto de Desarrollo Urbano (IDU), explicó todos los contratos que firmaron por urgencia manifiesta durante la cuarentena, y que estuvieron destinados a generar infraestructura para garantizar el distanciamiento durante la reapertura. La ampliación de 15 estaciones urgentes finalizará en marzo de 2021.

Redacción Bogotá
02 de octubre de 2020 - 12:48 p. m.
Transmilenio requiere la ampliación de vagones en 38 estaciones, proceso que finalizará a mediados de 2021.
Transmilenio requiere la ampliación de vagones en 38 estaciones, proceso que finalizará a mediados de 2021.
Foto: IDU

La administración distrital en cabeza de Claudia López llevaba menos de tres meses de gestión cuando todos sus planes cambiaron por cuenta de pandemia. Desde marzo, todas las entidades distritales tuvieron que ajustar sus prioridades y proyecciones pues Bogotá, como la mayoría de ciudades del mundo, se transformó debido al coronavirus. El Instituto de Desarrollo Urbano (IDU), entidad responsable de las obras públicas, durante el confinamiento estricto tuvo que reacomodar sus objetivos pues se hizo necesario preponderar obras para asegurar el cumplimiento de las normas de prevención contra el virus.

Fue así que, como explica Diego Sánchez, director del Instituto de Desarrollo Urbano, se adecuaron 117 kilómetros de carriles para ciclistas y se avanzó en la intervención de estaciones de Transmilenio (TM). En entrevista con este diario, el funcionario detalló uno a uno los contratos firmados, habló de las próximas grandes obras a contratar y de cómo avanzan los procesos que recibieron de la administración anterior.

¿Cómo ha sido la labor del IDU durante la pandemia?

Bajo el estado de emergencia, en junio declaramos la urgencia manifiesta. De acuerdo con lo que establece la ley, esto permite contratar de forma directa, algo que hicimos de una forma muy objetiva y de una rigurosidad en la transparencia y en la selección que casi se volvió una contratación pública y abierta.

¿Qué contrataciones se hicieron bajo ese modelo?

Se aplicó la urgencia manifiesta para dos tipos de intervenciones. Estas las definimos después de un análisis con la Secretaría de Movilidad y con Transmilenio sobre cuáles eran las necesidades en materia de infraestructura dadas las restricciones que iba a tener la operación del sistema de transporte hasta hoy. Era necesario tener una oferta adicional y así establecimos con Movilidad que se necesitaba construir bicicarriles en calzada. Y con TM, que se requería avanzar en la ampliación de vagones del sistema porque en las estaciones de alta demanda puede haber mucha congestión y se necesita asegurar el distanciamiento.

¿Cuántos contratos se firmaron en total?

En total tenemos ocho contratos bajo la figura de urgencia manifiesta, hechos bajo ese proceso riguroso de selección, asegurando el principio de transparencia y objetividad.

¿Por qué se priorizaron los carriles para bicicletas y las estaciones de TM?

La Secretaría de Salud nos informó que era necesario hacer intervenciones para asegurar el distanciamiento. Les preguntamos en cuánto tiempo se espera tener una vacuna o algo que nos asegure que volvamos a la normalidad y su respuesta, con base en información de la Organización Mundial de la Salud, es que antes de un año no se vuelve a la normalidad así que teníamos que dar soluciones durante la pandemia, como los carriles y los nuevos vagones.

¿Cómo fue el proceso con los bicicarriles?

La Secretaría de Movilidad hizo un análisis de cuáles eran los corredores donde hay mayor demanda de biciusuarios. A partir de esa identificación, de forma conjunta establecimos que íbamos a intervenir con la instalación de los ciclocarriles y distribuimos las funciones. El IDU se encargó de adquirir los elementos de segregación, que son esos bordillos de concreto que están en el carril de bicicletas de la Séptima. También adquirimos unos elementos verticales en plástico que se ponen en las intersecciones para asegurar que haya más visibilidad para los vehículos y no vaya a generar inseguridad a los ciclistas. Hay otros maletines en concreto que estamos poniendo donde hay tráfico pesado, como la calle 13. Esos fueron los tres tipos de elementos que establecimos que se necesitaban de manera urgente para empezar a habilitar los carriles para bicis.

¿Cómo se realizó la contratación de esos elementos?

Analizamos todo lo que había en el mercado y establecimos cuántas empresas eran proveedoras de los elementos que necesitábamos. Se hizo un estudio de mercado muy amplio en el que se analizó la capacidad de producción, los precios de cada empresa y se visitaron una a una las empresas para saber si estaban en capacidad de producir lo que necesitábamos. Una vez completamos la información hicimos cotización y decidimos que los precios que íbamos a pagar eran los mínimos que nos habían ofrecido. Son además precios que estaban en el mercado y que estaban incluso por debajo de precios que se habían pagado antes en Bogotá.

¿Qué diferencia tienen los bicicarriles con los proyectos que se contrataron hace poco?

En los últimos meses abrimos las licitaciones de proyectos que venían de la valorización de 2019 y corresponden a construcción de andenes y ciclorutas en el norte de la ciudad. Estos están por fuera de la figura de urgencia manifiesta y no tenía que contratarse de esa forma además son contratos que demoran un poco más de un año.

¿Se contrató una sola empresa para esto?

Escogimos varias para asegurarnos de que hubiera una buena producción y que si una falla, no nos quedemos colgados. Escogimos dos empresas para los bordillos de concreto, otra empresa para las señalizaciones verticales y otra para suministrar los maletines de concreto. Esos contratos arrancaron a finales de junio y a la fecha el IDU ya suministró a Movilidad más de 14.000 bordillos de concreto y quedan por entregar 7.000. En cuanto a los maletines, ya se instalaron 160 y estamos pendientes de que Movilidad nos diga dónde instalar los demás, pero ya están fabricados. Las señalizaciones verticales ya las suministramos y se instalaron.

¿Cómo se escogieron las estaciones de TM que se deben ampliar con urgencia?

Transmilenio hizo una lista de las estaciones que requerían ampliación de vagones o en algunos casos construir vagones nuevos. También estaciones en las que se sacarán las taquillas que están dentro del vagón y ponerlas en el espacio público, para que las filas no generen congestión. En general, proyectos que ya tenían adelantados estudios y diseños porque eso por lo general se demora. Con esa información se priorizaron 15 estaciones del sistema en troncales como Calle 80, NQS o El Dorado. Con todas las estaciones hicimos el mismo proceso de indagar sobre la experiencia de empresas.

¿Cuántas empresas se contrataron?

Salió una lista inicial de cinco empresas. A todas les pedimos cotizaciones y eso determinó el precio máximo que íbamos a pagar. Luego las visitamos todas para conocer su experiencia, sus indicadores financieros, si tenían multas, cuáles tenían mayor capacidad de producción, qué tantos contratos y si podían cumplir. Finalmente seleccionamos tres empresas y distribuimos las obras de las 15 estaciones entre esas tres. Hay dos empresas que tienen seis estaciones y la otra tiene tres. El valor de cada contrato está entre $13.000 y $14.000 millones.

¿Cómo va el proceso de construcción e instalación de los vagones?

De las 15 estaciones, nueve ya arrancaron construcción física y en seis están pendientes unos traslados de redes de servicios públicos. Eso estará concluyendo la próxima semana y se dará comienzo a las obras. Como todo es fabricación de estructuras metálicas, se está haciendo en fábricas y ya hay un 60 % de avance de todos los vagones que se necesitan.

¿Qué cronogramas de entrega tienen los contratos?

Las fechas de cada uno varían. Hay unos contratos cortos que van a terminar en noviembre o diciembre. En otros el plazo es de seis, siete u ocho meses, así que se entregarán máximo en marzo de 2021.

¿Los contratos no tienen interventoría?

Claro. Para las estaciones de Transmilenio también contratamos una interventoría por $6.000 millones e hicimos el mismo proceso para seleccionar a la que tenía más experiencia acumulada. Para los suministros de los bicicarriles no contratamos interventoría externa sino que tenemos un supervisor del IDU, porque no es un trabajo que requiera interventoría sino más una verificación de que los productos se hagan bajo la norma y se entreguen y se contabilicen en el sitio.

¿Las obras en las estaciones de TM son diferentes a las que venían de la administración anterior?

No, es el mismo proceso. Esto hace parte de un gran programa de ampliación de vagones que venía siendo una solicitud de TM hace dos años. Fuera de las 15 estaciones de urgencia, hay otras 18 que están en proceso y que no se hicieron mediante urgencia manifiesta. Esas venían contratadas desde antes y el proceso va un poco más atrasado que las que contratamos.

¿Cuántas estaciones en total se deben renovar?

En total se necesita ampliar vagones en 38 estaciones. Ya se han entregado cinco estaciones que se tenían de un contrato anterior, hay otras 18 con contratos firmados desde 2019, y las 15 que se firmaron bajo urgencia manifiesta. Se van a terminar entregando primero esas 15 porque hemos logrado que se haga todo mucho más rápido y tenemos ‘apretados’ a los contratistas para que trabajen 24 horas porque precisamente hay urgencia de tenerlas rápido. Hacia mediados de 2021 estarán listas las 38 estaciones.

¿Cuáles intervenciones de estaciones ya se entregaron?

Las ampliaciones de las estaciones Niza 127, Calle 95 y Rionegro (troncal Suba) y los nuevos vagones de las estaciones Av. 68 y Cra. 47 (troncal Calle 80). Las cinco intervenciones tuvieron un valor superior a los $11.238 millones.

¿Se plantearon más proyectos para contratar mediante urgencia manifiesta?

No planteamos más porque la consulta que hicimos a la Secretaría de Salud arrojó que esa infraestructura era la que servía para asegurar el distanciamiento. Luego nos sentamos con TM y Movilidad para decidir en dónde invertir, y esos eran los únicos proyectos que encajaban en la urgencia manifiesta, porque eran contratos que iban a durar mucho más tiempo o no tenían diseños y eso tarda tiempo.

¿La declaratoria de urgencia manifiesta ya se cerró?

La resolución determina que, mientras dure la emergencia económica que decretó el Gobierno hasta noviembre, estamos en urgencia manifiesta y podríamos contratar. Pero se podría decir que llegó el fin de ese modelo porque ningún otro proyecto cumple los requisitos para contratarse de urgencia.

¿Qué otras licitaciones abrió el IDU este año?

Abrimos la licitación de la troncal de la Avenida Ciudad de Cali, que es uno de los contratos más grandes de este año para la entidad. Esa era una troncal prevista entre las rutas alimentadoras del metro y va desde el límite con Soacha hasta la troncal de las Américas. Ese proyecto se adjudica el 15 de octubre y fue una licitación por $650.000 millones, divididos en cuatro contratos. Las obras arrancan en marzo del próximo año.

En los meses venideros, ¿qué procesos importantes vienen?

Abrimos dos muy importantes porque hacen parte de proyectos emblemáticos del Plan de Desarrollo. Son dos concursos de méritos para contratar los estudios y diseños de la Cicloalameda del Medio Milenio y del cable aéreo de San Cristóbal. Ambos están abiertos y se esperan adjudicar finalizando este mes. Las dos licitaciones se adjudicarán a finales de 2021, pero con los concursos de estudios y diseños que están abiertos hoy. También tenemos abiertos unos contratos de consultoría para estudios y diseños de cinco obras viales de valorización, que cuestan más de $500 mil millones.

¿Qué obras se contemplan en ese paquete?

La carrera 15, entre calles 134 y 170; la calle 134 entre la Av. 9 y la Autopista Norte; la avenida 19 entre las calles 127 y 134, y la segunda calzada de la Av. La Sirena (calle 153), entre la Autopista Norte y la Av. Boyacá. Además, un paquete de rehabilitación de vías en la zona industrial entre Montevideo y puente Aranda, es muy importante porque son vías que están muy deterioradas y los vecinos pagaron una valorización para reconstruirlas.

¿En qué va ese proceso?

De ese paquete de proyectos, van a quedar adjudicados estudios y diseños y la licitación de obra se abrirá en el segundo semestre 2021 para contratar esas obras a final del próximo año. Hay otros concursos de mantenimiento de vías, troncales, ciclorrutas y espacio público que abrimos y están en proceso de adjudicación. Todo ese paquete es de casi $1 billón de inversión.

Redacción Bogotá

Por Redacción Bogotá

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