Distrito entrega segundo colegio nuevo en Bogotá

Como parte de los dos colegios que prometió entregar Peñalosa este año y de los 30 que tiene previstos a lo largo de su mandato, el alcalde de la ciudad Enrique Peñalosa inauguró el nuevo centro educativo Jorge Mario Bergoglio, en Suba, y dos colegios totalmente reconstruidos: el Gerardo Paredes y el Quiroga Alianza, en Rafael uribe Uribe. (Lea:¿Peñalosa logrará la meta de colegios nuevos en Bogotá?)

La nueva institución contó con una inversión de $11.000 millones y se encuentra dentro de un lote de 4.599 metros cuadrados en los que se hicieron tres plantas, en las que se construyeron aulas polivalentes, múltiples, un centro de idiomas, cocina, comedor escolar, auditorio y ascensor para los estudiantesen condición de discapacidad. 

Este colegio está previsto para recibir 550 estudiantes en jornada única y contará con énfasis artístico y filarmónico, mientras que su nombre se debe al Acuerdo 683 de 2017 del Concejo, bajo la cual se reconoce al Papa Francisco, Jorge Mario Bergoglio, como “Hijo Ilustre de la ciudad” y ordena al Distrito poner a alguno de sus nuevos colegios el nombre del pontífice. 

Los otros dos colegios que se entregaron fueron restituciones, es decir, que no son nuevos pero que fueron reconstruidos casi en su totalidad. El primero fue el Colegio Gerardo Paredes, en Suba, con el que se busca reducir el déficit de instituciones en los barrios El Rincón y San Cayetano. 

En los 7.318 metros cuadrados se remplazó la infraestructura con más de 40 años de antiguedad y se instalaron laboratorios, talleres de arte y música, centro de idiomas, salas de informática, auditorio, comedor escolar, ludoteca, campos deportivos y escenarios. Esta institución ahora tendrá una capacidad de 2.800 estudiantes en jornada única. 

El segundo colegio fue el Quiroga Alianza, en Rafae Uribe Uribe, el cual cuenta con siete edificios nuevos para que 1.120 niños estudien en jornada única. En esta institución se realizó una inversión de $20.000 millones.

Esto hace parte del plan del Distrito para entregar nuevos colegios en localidades como Bosa, Usme, Suba, Engativá, Kennedy y Ciudad Bolívar, donde se concentra la mayor cantidad de niños que acceden a la educación pública.

De acuerdo con Peñalosa, el próximo año se entregarán 17 colegios en la ciudad, de las cuales seis serán nuevas instituciones y 11 restituciones. Por su parte, la secretaria de Educación, María Victoria Angulo, manifestó que al momento se han invertido $170.000 millones, en 12 restituciones, 140 mejoras y dos colegios nuevos. 

Así las cosas, para cumplir la meta, la administración tendrá 24 meses para inaugurar 28 colegios nuevos lo que implicaría una carrera contrarreloj en la que el alcalde Peñalosa tendría que entregar un colegio nuevo cada mes hasta el final de su mandato.

Finalmente el Distrito presentó el vehículo de búsqueda de jóvenes que no asisten a ningún colegio, para que no dejen de lado sus estudios y vuelvan a las aulas. "Muchas veces los menores que desertan de los colegios viven en familias muy pobres, sufren de matoneo o a veces van mal académicamente y se sientes humillados porque les va muy mal. Además existe un altísimo riesgo de que quienes abandonan sus estudios caigan en la drogadicción o en la delincuencia", dijo Peñalosa. 

Como parte de los dos colegios que prometió entregar Peñalosa este año y de los 30 que tiene previstos a lo largo de su mandato, el alcalde de la ciudad Enrique Peñalosa inauguró el nuevo centro educativo Jorge Mario Bergoglio, en Suba, y dos colegios totalmente reconstruidos: el Gerardo Paredes y el Quiroga Alianza, en Rafael uribe Uribe. (Lea:¿Peñalosa logrará la meta de colegios nuevos en Bogotá?)

La nueva institución contó con una inversión de $11.000 millones y se encuentra dentro de un lote de 4.599 metros cuadrados en los que se hicieron tres plantas, en las que se construyeron aulas polivalentes, múltiples, un centro de idiomas, cocina, comedor escolar, auditorio y ascensor para los estudiantesen condición de discapacidad. 

Este colegio está previsto para recibir 550 estudiantes en jornada única y contará con énfasis artístico y filarmónico, mientras que su nombre se debe al Acuerdo 683 de 2017 del Concejo, bajo la cual se reconoce al Papa Francisco, Jorge Mario Bergoglio, como “Hijo Ilustre de la ciudad” y ordena al Distrito poner a alguno de sus nuevos colegios el nombre del pontífice. 

Los otros dos colegios que se entregaron fueron restituciones, es decir, que no son nuevos pero que fueron reconstruidos casi en su totalidad. El primero fue el Colegio Gerardo Paredes, en Suba, con el que se busca reducir el déficit de instituciones en los barrios El Rincón y San Cayetano. 

En los 7.318 metros cuadrados se remplazó la infraestructura con más de 40 años de antiguedad y se instalaron laboratorios, talleres de arte y música, centro de idiomas, salas de informática, auditorio, comedor escolar, ludoteca, campos deportivos y escenarios. Esta institución ahora tendrá una capacidad de 2.800 estudiantes en jornada única. 

El segundo colegio fue el Quiroga Alianza, en Rafae Uribe Uribe, el cual cuenta con siete edificios nuevos para que 1.120 niños estudien en jornada única. En esta institución se realizó una inversión de $20.000 millones.

Esto hace parte del plan del Distrito para entregar nuevos colegios en localidades como Bosa, Usme, Suba, Engativá, Kennedy y Ciudad Bolívar, donde se concentra la mayor cantidad de niños que acceden a la educación pública.

De acuerdo con Peñalosa, el próximo año se entregarán 17 colegios en la ciudad, de las cuales seis serán nuevas instituciones y 11 restituciones. Por su parte, la secretaria de Educación, María Victoria Angulo, manifestó que al momento se han invertido $170.000 millones, en 12 restituciones, 140 mejoras y dos colegios nuevos. 

Así las cosas, para cumplir la meta, la administración tendrá 24 meses para inaugurar 28 colegios nuevos lo que implicaría una carrera contrarreloj en la que el alcalde Peñalosa tendría que entregar un colegio nuevo cada mes hasta el final de su mandato.

Finalmente el Distrito presentó el vehículo de búsqueda de jóvenes que no asisten a ningún colegio, para que no dejen de lado sus estudios y vuelvan a las aulas. "Muchas veces los menores que desertan de los colegios viven en familias muy pobres, sufren de matoneo o a veces van mal académicamente y se sientes humillados porque les va muy mal. Además existe un altísimo riesgo de que quienes abandonan sus estudios caigan en la drogadicción o en la delincuencia", dijo Peñalosa.