Bajos niveles de agua en esta represa localizada en el municipio de La Calera, a 12 km de Bogotá.
Foto: Mauricio Alvarado Lozada
La respuesta de Bogotá frente a la pregunta de si realmente está preparada para el cambio climático es un rotundo no. Al menos de momento. La seguidilla de desastres ambientales con los cuales recibió la capital el año pasado: incendios forestales, sequías y alertas por mala calidad del aire e inundaciones demostraron que la ciudad todavía no se acostumbra del todo a una realidad latente. Si bien la capital cuenta con una amalgama de instrumentos, lo cierto es que todavía falta un largo recorrido para conseguir la tan ansiada resiliencia al...
Por Miguel Ángel Vivas Tróchez
Periodista egresado de la Universidad Externado de Colombia interesado en Economía, política y coyuntura internacional.juvenalurbino97 mvivas@elespectador.com