Un nuevo ataque armado en el espacio público de la capital volvió a sacudir a residentes del norte de la ciudad en la noche del jueves 13 de noviembre cuando una camioneta fue atacada a tiros en el sector de Pontevedra, en cercanías del puente de la calle 116 con la avenida Boyacá.
Según información preliminar de la Policía, el vehículo fue interceptado por varios hombres que se desplazaban en motocicleta y, al parecer, también a pie, pasadas las 7:30 p.m.
La camioneta Mazda, que apareció luego abandonada en un parque del sector, registraba más de 20 impactos de bala y no tenía placas al momento de ser hallada, un detalle que dificulta su identificación y abre nuevos interrogantes sobre el trasfondo del incidente. En el interior del vehículo iban dos personas que resultaron heridas y fueron trasladadas a un centro médico cercano.
Las autoridades aseguran haber capturado a tres individuos presuntamente vinculados al ataque. Sin embargo, aún no está claro si los ocupantes del vehículo fueron víctimas de un atraco tipo fleteo o si estarían relacionados con otro hecho que desencadenó la balacera. La hipótesis de un hurto toma fuerza debido a que los agresores habrían sustraído dos maletas de gran tamaño antes de huir, aunque su contenido no ha sido confirmado.
Versiones recogidas en el sitio indican que en el ataque participaron hombres tanto en moto como a pie. El hecho, que dejó a residentes del sector en estado de alarma, vuelve a poner en discusión la capacidad de respuesta ante acciones criminales ejecutadas con alto nivel de coordinación.
Más allá de las capturas y de las conjeturas iniciales, el caso evidencia una vez más cómo escenarios de violencia asociada al fleteo o a disputas criminales se están trasladando a zonas tradicionalmente percibidas como seguras.
Para una ciudadanía que observa con preocupación la recurrencia de estos episodios, la claridad en la investigación y una estrategia de prevención sostenida serán indispensables para recuperar una sensación de seguridad que, a juzgar por lo ocurrido, continúa siendo frágil.
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