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El futuro de los residuos hospitalarios en Bogotá

El Distrito prorrogó el contrato con Ecocapital para garantizar la recolección en las jornadas de vacunación contra el COVID. Ahora tendrán que definir la ruta para desechar viales y agujas, así como implementar el nuevo modelo de libre competencia.

Mónica Rivera Rueda
03 de marzo de 2021 - 02:00 a. m.
En 2020 se recogieron 15.000 toneladas de residuos hospitalarios en Bogotá.
En 2020 se recogieron 15.000 toneladas de residuos hospitalarios en Bogotá.
Foto: Archivo El Espectador

El modelo de recolección de residuos hospitalarios o de riesgo biológico no cambiará este año en Bogotá, pero sí sería el último bajo el modelo de un operador exclusivo. El Distrito extendió el contrato hasta el 31 de enero de 2022 con el fin de garantizar la recolección y disposición durante el Plan de Vacunación, así como para prepararse para la implementación del nuevo modelo de libre competencia del servicio, bajo el cual los generadores de residuos podrán elegir qué operador se encargará de la disposición final de sus desechos.

El actual contrato con la Unión Temporal Ecocapital se firmó en 2012 y tenía una vigencia de ocho años. En abril de 2020 debía finalizar, para poder cumplir los lineamientos de la Comisión de Regulación de Agua Potable y Saneamiento Básico (CRA), que indican que este servicio, al estar por fuera de los sectores de vivienda, hábitat y de servicios públicos domiciliarios, debería gestionarse bajo el modelo de libre competencia. Sin embargo, ese cambio no se pudo dar.

El motivo: la declaración de la emergencia sanitaria por la pandemia obligó a un cambio de planes pues, además de la alerta por el riesgo de quedar sin un esquema de recolección, ante el aumento de la ocupación de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), se pusieron sobre la mesa las vulnerabilidades que representaría cambiar el modelo en ese momento.

“Esta administración consideró que era inconveniente salir a libre competencia sin saber si los operadores interesados en entrar estaban preparados. Y como teníamos asegurados el transporte, la recolección, la reactivación de algunos de esos elementos y su disposición final, en el marco de la emergencia, decidimos hacer una prórroga, calculando que esta emergencia solo iría hasta enero de 2021”, dijo Amanda Camacho, directora de la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (Uaesp).

En desarrollo de la primera prórroga, de acuerdo con el Distrito, el año pasado se evidenció, entre julio y diciembre de 2020, un incremento inusual en la recolección de los residuos hospitalarios, ya que, con respecto a 2012, durante la reactivación económica fue del 40%, mientras que en comparación con 2019, fue del 26%.

En cuanto a las toneladas, hubo un comportamiento similar con respecto a los biosanitarios, pues entre abril y mayo hubo una recolección inferior, probablemente por el cese de actividades de aquellos establecimientos que no prestan el servicio de salud, como las veterinarias o los talleres de tatuajes, mientras que en el segundo semestre del año aumentaron los desechos de riesgos biológicos en centros de salud, así como los de tipo animal. En el caso de los elementos cortopunzantes y los anatomopatológicos (producto de biopsias, piezas quirúrgicas, citologías y autopsias) hubo una leve reducción de los residuos recolectados.

Todas estas complejidades se tuvieron en cuenta a la hora decidir que se haría una segunda prórroga al contrato de recolección de residuos hospitalarios. Según Carlos Mario Correa, gerente de Ecocapital, sumado a esto también se tuvo en cuenta las proyecciones sobre qué tanto iban a disminuir los contagios o la posibilidad de un tercer pico, así como el inicio de la vacunación, pues los viales (frascos que contienen las dosis) y las jeringas, requieren de un manejo especial.

Debido a esto, era claro que la prórroga no podía ser por poco tiempo pues, además del reto que tendrán que enfrentar en medio de la emergencia y la vacunación, se sumaba que fijar contratos a corto plazo hubieran encarecido el proceso. Por esto se determinó que la nueva extensión será por 11 meses y el contrato se dará, en definitiva, por terminado el 31 de enero de 2022. “Al final, se llegó a un acuerdo, porque nosotros como empresa también quisimos aportar a la solución”.

Como tal, en el proceso no habrá cambios. La recolección será igual, así como la tarifa que recibirán por kilo recogido. “Tendremos ingresos variables, en la medida de que se reactiven algunas labores”. Lo que sí tendrá protocolos especiales será la recolección de los desechos por la vacunación. Correa asegura que trabajan con la Uaesp y la Secretaría de Salud para ajustar temas logísticos sobre la disposición de los viales, para evitar errores y garantizar su destrucción en forma masiva y segura, ante la llegada más vacunas a la ciudad.

Lo que, por ahora, sí está definido en el proceso con los residuos de la vacunación contra el COVID-19 es cómo se tratará cada desecho: los empaques de las jeringas se tratarán como residuos ordinarios; las jeringas y los algodones, como residuos biosanitario u hospitalario (que van a esterilización), y finalmente las agujas y los viales tendrán un procedimiento especial: se depositarán en guardianes de seguridad, que se tienen que termodestruir.

El objetivo de precisar los protocolos con el manejo de estos residusos, en especial con los viales, es evitar un mercado negro con los frascos de las vacunas, para luego vender biológicos falsos. Ante esto, el secretario de Salud, Alejandro Gómez, ha advertido que en el proceso, además de la entrega y aplicación de las vacunas, se está garantizando el inventario de todo los elementos requeridos y la recolección de todas las jeringas y los viales, que posteriormente serán sellados y entregados al operador para su destrucción.

Por un modelo abierto

Con el panorama claro de cómo será el manejo de los residuos hospitalarios este año, la Uaesp aprovechará el tiempo para llevar a cabo la estructuración del nuevo modelo de servicio mediante la figura de libre competencia. Esta requerirá de la revisión de los operadores interesados en prestar el servicio, así como de trabajos de actividades de socialización y pedagogía entre los generadores, para que el cambio del esquema no sea traumático.

En este proceso, empresas como Ciudad Limpia, Veolia y Aseo Técnico han mostrado su interés en hacer parte del nuevo modelo, mientras que Ecocapital señala que ya se estaba preparando. “La prórroga se tomó por el bien de la ciudad. Y bienvenido el mercado abierto, pero el momento es enredado como para cambiar el esquema ahora. Hay una cobertura que se debe garantizar y esa cobertura total se debe mantener con responsabilidad. Debemos llegar al cambio, pero bien”.

Por ahora, la prioridad está puesta en el plan de vacunación. Desde su estructuración ya se ha establecido una cadena de custodia en la que incluso se ha planteado el acompañamiento policial, para garantizar la correcta disposición de estos residuos, pero a la vez se requierán de agilidad, no solo para establecer un esquema efectivo sino para garantizar que en febrero de 2022 Bogotá por fin haga el tránsito a un nuevo modelo con los residuos hospitalarios.

Mónica Rivera Rueda

Por Mónica Rivera Rueda

Periodista de planeación, hábitat, salud y educación. Estudiante de la maestría de análisis de problemas políticos, económicos e internacionales contemporáneos.@Yomonrivermrivera@elespectador.com

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