Niños y adultos mayores, reciben alimento en el comedor comunitario del Barrio Pardo Rubio, Bogotá.
Foto: Mauricio Alvarado Lozada
La pandemia por el Covid19 mostró la peor cara del hambre en Bogotá. Los trapos rojos en las ventanas fue la señal de auxilio con el que las familias, confinadas y desempleadas, gritaban que no tenían qué comer. Con los años el ícono desapareció, pero no el hambre. No obstante, hoy hay menos familias con inseguridad alimentaria en la ciudad. Así lo indicaron el DANE y la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) en su último informe.
En Colombia es claro que hay hogares con limitaciones para acceder a...

Por María Angélica García Puerto
Cubre temas de seguridad, primera infancia, educación, movilidad, derechos humanos y género.@_amariag
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