Al abrirlo se erizó, pues entrevió un montón de arañas peludas. Luego, en un recipiente de vidrio, encontró un par de escorpiones. Al hacer el inventario de su hallazgo, determinaría que los arácnidos eran 30.
Los envases traían la marca de “Araneario de Colombia”, un lugar que se dedica a la exhibición de estas especies. “No es la primera vez que incautamos arañas tan peligrosas. Generalmente son vendidas como mascotas o usadas para uso farmacéutico. El problema es que esta vez fueron abandonadas y cualquier persona pudo ser mordida. Con estas especies, la cuota, incluso, hubiera sido la muerte”, declaró Édgar Rojas, subdirector de flora, fauna y silvicultura de la Secretaría Distrital de Ambiente (SDA).
De las 30 arañas recuperadas, 11 estaban muertas y 17 son venenosas: diez tarántulas, cuatro polleras o arañas lobo, dos arañas plataneras y una viuda negra. Uno de los escorpiones era venenoso también. Ahora las especies están en el Centro de Recepción de Fauna de la Secretaría, mientras son trasladadas la próxima semana al Bioparque La Reserva.
Entre las excentricidades que ha encontrado la SDA este año, están tres flamingos que iban a ser vendidos en la Plaza de Restrepo, un avestruz en el patio de una casa, dos leones en el parqueadero de un circo, en pésimas condiciones de salud, y dos zorros recién nacidos que fueron abandonados en un CAI. A propósito del caso de este domingo, la SDA hizo un llamado a los ciudadanos para que no tengan esta clase de animales en sus casas y para que denuncien a los sospechosos de traficar con ellos.