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Las aguas del río Neusa, que llegan al municipio de Cogua, en Cundinamarca, son tan claras que se ve el fondo en las partes más bajas. Esto lo aprovechan los habitantes de la zona, que llegan sobre algunos tramos para entrar en el frío afluente. “Los fines de semana vienen más personas”, dice un joven que se baña con sus amigos en una zona que podría convertirse de influencia minera.
Desde hace casi un año y medio este ha sido el mayor temor de los habitantes del municipio, debido a que la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) estudia una solicitud ambiental para la extracción de gravilla y arcilla, algo que ya se hace en otros puntos de la población. El agravante de este nuevo megaproyecto es que tiene el tamaño de los parques Simón Bolívar y El Tunal juntos, y se desarrollaría alrededor de un tramo del río Neusa, lo que ha sido desaprobado hasta por la propia Gobernación.