Empleados de Aguas de Bogotá "ruegan" al Acueducto que les paguen su salario

Comenzaron a trabajar el pasado 18 de diciembre con la empresa Aguas de Bogotá, filial de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado, en el nuevo esquema de recolección de basura propuesto por el alcalde Gustavo Petro y a la fecha no han recibido un solo peso.

Para arrancar con la nueva operación pública de aseo se contrataron a 4.100 personas, de las cuales 608 se encuentran protestando porque no les han pagado su salario y porque las “despidieron injustificadamente”, eso es lo que dicen cientos de trabajadores que aseguran que no tienen dinero para su sostenimiento y el de sus familias y que en los últimos días han tenido que endeudarse para ir al Acueducto a cobrar su salario.

Frente a la situación, la Personería de Bogotá califico de “improvisación” esta vinculación laboral y le pidió al Ministerio de Trabajo intervenir por las demoras en los pagos.

El gerente de Aguas de Bogotá, Ricardo Agudelo, dijo que espera que el próximo martes todos los empleados reciban su sueldo. La nómina total de los 4.100 trabajadores cuesta 1.200 millones de pesos.

Las directivas del Acueducto le han solicitado a los empleados que se encuentran en esta situación que por favor se bancaricen para que así sus pagos puedan ser transferidos a una cuenta de ahorros; sin embargo, quienes no están bancarizados podrían recibir su salario en efectivo o en cheque.

Otra de las solicitudes que hacen los funcionarios de Aguas Capital es que los reintegren, pues no están de acuerdo con que hayan firmado un contrato por cuatro meses y los hayan despedido “sin justificación alguna” antes del tiempo estipulado en la contratación. Esperan que el próximo lunes 21 de enero reciban una respuesta al respecto por parte de la empresa o que por lo menos les justifiquen los motivos de su salida de la compañía.

Las más de 600 personas que enfrentan esta situación aseguran que han tenido que rogarle al Acueducto para que les paguen y les solicitan entender el drama que están padeciendo, pues dicen que no tienen ni para comer.
 

Comenzaron a trabajar el pasado 18 de diciembre con la empresa Aguas de Bogotá, filial de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado, en el nuevo esquema de recolección de basura propuesto por el alcalde Gustavo Petro y a la fecha no han recibido un solo peso.

Para arrancar con la nueva operación pública de aseo se contrataron a 4.100 personas, de las cuales 608 se encuentran protestando porque no les han pagado su salario y porque las “despidieron injustificadamente”, eso es lo que dicen cientos de trabajadores que aseguran que no tienen dinero para su sostenimiento y el de sus familias y que en los últimos días han tenido que endeudarse para ir al Acueducto a cobrar su salario.

Frente a la situación, la Personería de Bogotá califico de “improvisación” esta vinculación laboral y le pidió al Ministerio de Trabajo intervenir por las demoras en los pagos.

El gerente de Aguas de Bogotá, Ricardo Agudelo, dijo que espera que el próximo martes todos los empleados reciban su sueldo. La nómina total de los 4.100 trabajadores cuesta 1.200 millones de pesos.

Las directivas del Acueducto le han solicitado a los empleados que se encuentran en esta situación que por favor se bancaricen para que así sus pagos puedan ser transferidos a una cuenta de ahorros; sin embargo, quienes no están bancarizados podrían recibir su salario en efectivo o en cheque.

Otra de las solicitudes que hacen los funcionarios de Aguas Capital es que los reintegren, pues no están de acuerdo con que hayan firmado un contrato por cuatro meses y los hayan despedido “sin justificación alguna” antes del tiempo estipulado en la contratación. Esperan que el próximo lunes 21 de enero reciban una respuesta al respecto por parte de la empresa o que por lo menos les justifiquen los motivos de su salida de la compañía.

Las más de 600 personas que enfrentan esta situación aseguran que han tenido que rogarle al Acueducto para que les paguen y les solicitan entender el drama que están padeciendo, pues dicen que no tienen ni para comer.