En el último año se impusieron 62.243 comparendos por porte de armas en Bogotá
Trasladar armas blancas o de fuego es el comportamiento más sancionado en el primer año de aplicación del Código de Policía. Consumir alcohol en la calle, ocupar el espacio público o portar psicoactivos, las otras malas conductas recurrentes.
Redacción Bogotá - Bogota@elespectador.com
Este mes se cumple un año desde que iniciaron las sanciones económicas del Código de Policía. Aunque en el primer año del nuevo reglamento en Bogotá se impusieron 247.045 comparendos por distintos comportamientos, según la Policía se ha registrado una reducción de comportamientos que afectan la convivencia, como riñas y lesiones personales, en la capital.
Para la institución, la imposición de medidas correctivas ha dejado un primer balance positivo. Según las cifras que manejan, las confrontaciones violentas se redujeron un 4,1 % respecto al mismo periodo del año anterior. Se evidencia también con las cifras del primer semestre del año, que indican que las lesiones personales se redujeron un 13,2 % en comparación al mismo periodo del año anterior.
De los más de 200.000 ciudadanos que han sido sancionados en el primer año del Código de Policía, según las autoridades el 20 % ha realizado un curso pedagógico en las Casas de Justicia de la Secretaría de Seguridad, con lo que pueden llegar a un acuerdo para no pagar, o disminuir, el valor del comparendo.
El comportamiento más sancionado en el último año fue el porte de armas, elementos cortantes o semejantes, con la imposición de 62.243 comparendos. Por el consumo de alcohol y sustancias psicoactivas en espacios públicos fueron sancionadas 53.299 personas, por colarse en el transporte público, 21.233; por ocupar ilegalmente el espacio público, 17.066; y por portar sustancias prohibidas, 12.640.
Los otros comportamientos más sancionados son las peleas callejeras o confrontaciones violentas (9.822 comparendos), desacatar la función de la Policía (9.411), hacer necesidades fisiológicas en espacio público (8.138); e irrespetar a los uniformados (7.565)
Para el Distrito, parte del buen balance se debe a que ha venido aumentando el pie de fuerza en la ciudad. La Policía Metropolitana de Bogotá ha trabajado durante este primer año en conjunto con inspectores, que se encargan de dejar en firme los comparendos impuestos por los uniformados de Policía. Para esta tarea, la cantidad de inspectores ha aumentado en un 43.6 %: en 2016 había 45 inspectores de Policía, en este momento hay 83 y se espera que antes de que finalice agosto la cifra sea de 103.
Del total de inspectores, hay 18 que atienden específicamente temas que ha querido priorizar el Distrito, como protección y bienestar animal, medioambiente, Línea 123, respeto entre ciudadanos, transporte masivo e infracciones urbanísticas. Durante este año, por las sedes del Centro de Traslado por Protección (CTP), han pasado 106.310 personas.
La Secretaría de Seguridad informó que ha tenido contacto permanente con la ciudadanía para explicarles los alcances del Código de Policía y las consecuencias que tiene incurrir en alguno de los comportamientos que se sanciona. Para ello ha realizado charlas educativas en más de 500 colegios, en los sectores público y privado, y en los barrios.
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Este mes se cumple un año desde que iniciaron las sanciones económicas del Código de Policía. Aunque en el primer año del nuevo reglamento en Bogotá se impusieron 247.045 comparendos por distintos comportamientos, según la Policía se ha registrado una reducción de comportamientos que afectan la convivencia, como riñas y lesiones personales, en la capital.
Para la institución, la imposición de medidas correctivas ha dejado un primer balance positivo. Según las cifras que manejan, las confrontaciones violentas se redujeron un 4,1 % respecto al mismo periodo del año anterior. Se evidencia también con las cifras del primer semestre del año, que indican que las lesiones personales se redujeron un 13,2 % en comparación al mismo periodo del año anterior.
De los más de 200.000 ciudadanos que han sido sancionados en el primer año del Código de Policía, según las autoridades el 20 % ha realizado un curso pedagógico en las Casas de Justicia de la Secretaría de Seguridad, con lo que pueden llegar a un acuerdo para no pagar, o disminuir, el valor del comparendo.
El comportamiento más sancionado en el último año fue el porte de armas, elementos cortantes o semejantes, con la imposición de 62.243 comparendos. Por el consumo de alcohol y sustancias psicoactivas en espacios públicos fueron sancionadas 53.299 personas, por colarse en el transporte público, 21.233; por ocupar ilegalmente el espacio público, 17.066; y por portar sustancias prohibidas, 12.640.
Los otros comportamientos más sancionados son las peleas callejeras o confrontaciones violentas (9.822 comparendos), desacatar la función de la Policía (9.411), hacer necesidades fisiológicas en espacio público (8.138); e irrespetar a los uniformados (7.565)
Para el Distrito, parte del buen balance se debe a que ha venido aumentando el pie de fuerza en la ciudad. La Policía Metropolitana de Bogotá ha trabajado durante este primer año en conjunto con inspectores, que se encargan de dejar en firme los comparendos impuestos por los uniformados de Policía. Para esta tarea, la cantidad de inspectores ha aumentado en un 43.6 %: en 2016 había 45 inspectores de Policía, en este momento hay 83 y se espera que antes de que finalice agosto la cifra sea de 103.
Del total de inspectores, hay 18 que atienden específicamente temas que ha querido priorizar el Distrito, como protección y bienestar animal, medioambiente, Línea 123, respeto entre ciudadanos, transporte masivo e infracciones urbanísticas. Durante este año, por las sedes del Centro de Traslado por Protección (CTP), han pasado 106.310 personas.
La Secretaría de Seguridad informó que ha tenido contacto permanente con la ciudadanía para explicarles los alcances del Código de Policía y las consecuencias que tiene incurrir en alguno de los comportamientos que se sanciona. Para ello ha realizado charlas educativas en más de 500 colegios, en los sectores público y privado, y en los barrios.
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