El hecho se presentó en la mañana del pasado martes, luego de que el sonido del río, por la cantidad de agua y rocas que llevaba, despertó a los vecinos del barrio Las Perdices. Hacia las 5:30 a.m. se evacuó la zona, pero momentos después la montaña comenzó a ceder llevándose toda la vegetación como una parte de esta vivienda.
Jose Vargas Esguerra