En noviembre pasado, por cuenta de su deterioro, fueron restauradas dos célebres esculturas que hacen parte del espacio público de Bogotá. Se trata de la escultura ‘Longos’, ubicada en el separador de la calle 26 con carrera 50, y la obra 'Eclipse', en la Calle 26 con carrera 62. Ambas fueron sometidas a trabajos de intervención por cuenta de los rayones y grafitis que las afectaban. Sin embargo, menos de un mes después, nuevamente fueron vandalizadas.
Así lo reportó el alcalde Enrique Peñalosa, que a través de su cuenta en Twitter divulgó fotografías del antes y después de las esculturas, calificando de inaceptable lo ocurrido y precisando que las restauraciones se hacen con recursos de la misma ciudadana. “Enemigos de la sociedad las vandalizaron de nuevo”, remató.
La restauración de esta escultura tuvo un costo superior a los $73 millones y estuvo liderada por el Instituto Distrital de Patrimonio Cultural. En el proceso de recuperación se eliminaron costras de corrosión ubicadas en la zona baja de la escultura y los rayones vandálicos.
Por su parte, la escultura 'Eclipse' fue donada por la escultora Ángela Gurría Davó en 1992, cuando se inauguró el Museo Vial de la Avenida El Dorado, que hizo parte de un proyecto de renovación urbana. “En la intervención se utilizó la técnica de arenado en húmedo para eliminar una capa de pintura que afectaba la obra y un acabado para oxidar el metal, como lo propuso la autora inicialmente. El proceso duró un mes y medio”, explicó el Distrito.
El 'Eclipse' es una metáfora de un fenómeno natural, donde la luz se convierte en oscuridad y simboliza la irrupción de lo urbano en la naturaleza. Está inspirada en el fenómeno astrológico e interpreta el cambio de iluminación en un eclipse que pretende evocar.
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Por -Redacción Bogotá - bogota@elespectador.com
