Juan Manuel Sánchez Garavito nació hace 75 años en Bogotá, cerca de la Iglesia de Lourdes, en Chapinero. Rolo de pura cepa. Las canas de su barba destacan con los sombreros que le gusta usar y las gafas rojas que combinan con su ropa. En el marco de la celebración número 36 de la Feria Internacional del Libro de Bogotá, presentó por primera vez sus tres libros publicados, luego de más de 40 años de espera.
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‘Seis caminos del amor’ (2020), ‘Títeres a la mano y con la mano su animación’ (2021), y ‘Huellas en el corazón en el arte de la vida’ (2022) tienen plasmados en letras sus pensamientos, sentimientos y experiencias, que espera algún día sean llevadas a las tablas, pues el teatro siempre lo ha acompañado.
Sus primeros acercamientos con este arte surgieron cuando estaba en primaria. Una profesora lo puso a declamar y le fue bien. En casa, recuerda, un periódico llegaba cada domingo y en una de sus páginas había lecturas sobre pintura, literatura, música y, por supuesto, teatro. Artículo que Juan Manuel se devoraba y que hacían que su curiosidad creciera. “Yo no sabía cómo llegaba ese periódico a la casa, pero cuando lo leía me sentía feliz y ahí empecé a conocer más del teatro”.
Así pasaron los años hasta que llegó a grado once y con ello, el momento de escoger una carrera. En la Universidad Libre, donde también cursó estudios superiores, tenía la opción de estudiar psicología o ciencias de la comunicación. Pero ninguna resonaba con lo que su corazón dictaba. Sin embargo, un día, esas dudas cambiaron gracias a una obra presentada en una de las misas católicas a las que asistía. “Yo también pensaba en estudiar medicina, pero soy muy nervioso con la sangre. Fue cuando vi esa obra que dije, esto es lo que yo quiero hacer. Quiero expresarme”.
En medio de una Bogotá conservadora, donde los padres esperaban que sus hijos estudiaran grandes carreras como derecho o medicina, los de Juan Manuel lo apoyaron en su decisión y gracias al trabajo de su padre en una fábrica, pudo estudiar la carrera de actuación por correspondencia, en el Instituto de Cine Latinoamericano. Sí, por correspondencia.
“Nos daban unos tomos para leer y luego nos reunían en una casa en Teusaquillo”, cuenta. Su estudio lo complementó en la Escuela Nacional de Arte Dramático, con el maestro Santiago García, padre del teatro moderno colombiano, que murió en 2020 durante la pandemia por covid19, y con otros maestros como el argentino Mauricio Kartun.
“Mi primera obra se llamó Vacaciones de niños para adultos. Tenía 23 años. Era sobre un canal cultural que enseñaba sobre medioambiente. Mi personaje era uno de los presentadores de las noticias. La presentamos en el Teatrino Don Eloy, cerca de Ciudad Jardín”.
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Alternando con las tablas, también apareció en la pantalla chica en producciones como Padres e Hijos; Bolívar el hombre de las dificultades; El Inútil, con Víctor Mallarino, entre otras novelas. Pero la dirección y la enseñanza, dice, no la cambia por nada. En 2010, conformó el grupo ‘Ucufucu títeres’, donde trabaja con algunas Juntas de Acción Comunal en Bogotá, enseñando a niños, jóvenes y adultos.
“Antes el arte no era valorado, ni considerado necesario. Pero eso ha cambiado y desde la Alcaldía y el ministerio de Cultura les interesa que los artistas puedan dedicarse tiempo completo al teatro y los títeres. Por eso, yo trato de que la formación sea estricta y rigurosa, que lo entiendan como una profesión. Incluso hay personas que han terminado su carrera, pero se dedican a vivir de esto”.
El arte de escribir obras
“No me voy a morir sin haber editado, por lo menos un libro”. Fueron las palabras de Juan Manuel para tomar la decisión de buscar una editorial que publicara alguna de sus 100 obras que desde joven escribió y guardó en un archivo, pero nunca vieron la luz por el alto costo que su publicación implicaba. No fue sino a finales de 2019 y principios de 2020 que alguien lo ayudó a conseguir una editorial y con dinero de la alcaldía Local de Engativá, dice, logró editar tres libros.
‘Seis caminos del amor’ habla precisamente sobre historias de amor, como la de un lobo que se enamora de una oveja; ‘Huellas en el corazón en el arte de la vida’, son historias de su paso por el Teatro Popular de Bogotá, como técnico de vestuario y de utilería, y ‘Títeres a la mano y con la mano su animación’, son obras para compartir con niños y la familia y dejar volar su imaginación.
“Los libretos que guardé de series como ‘Bolívar el hombre de las dificultades’, me ayudaron a saber cómo escribir. Entonces inicié escribiendo cada obra a mano, en hojas sueltas, que iba enumerando y guardando en folders. Cuando llegó el computador, los pasé ahí”.
Asegura que el más demorado de escribir fue el primero, que le tomó casi un año y, de hecho, este es su favorito, por la esencia de mostrar cómo la gente se enamora de distintas maneras. Cuando le pido que por favor me lea algún fragmento para tener la fortuna de escucharlo desde su voz, escoge precisamente ‘Seis caminos del amor’.
“Se llama invierno. Personajes: hoja, esfero, viento, luna, rayo. Esta historia es para realizarla con la técnica de teatro negro. Primera escena. Encima de una mesa hay una hoja de papel en blanco. A cierta distancia se encuentra un esfero. De pronto pasa el viento y levanta la hoja. También trata de levantar el esfero. Esfero: ¿qué pasa? Viento: ¡nada! Se mueve por todo el espacio”. Y así continúa leyendo su obra, mientras entona cada expresión y la imaginación se activa para empezar a ver con imágenes el relato.
Este y otros apartes consignados en los tres libros fueron presentados por Juan Manuel en la más reciente edición de la Feria del Libro, donde curiosos se acercaron a escucharlo. Algo, que él no esperaba. “Estuve un poco inquieto, porque no imaginé que la gente tuviera interés por leer dramaturgia. No solamente cuentos o novelas. Yo espero que la gente pueda comprarlos, pero también que las obras se pusieran en escena para que se pueda ver”.
El futuro para este director de teatro bogotano es claro. Cuenta que todavía tiene muchos escritos guardados, por lo que espera sacar su cuarto libro sobre títeres para adultos y seguir dirigiendo su grupo ‘Ucufucu títeres’ “hasta que me muera. Hasta que realmente ya no tenga vida, espero dejarle ese legado a mis estudiantes y a otras personas”.
Desde la secretaría de Cultura, una de las apuestas en este cuatrienio es convertir a los barrios de Bogotá en protagonistas de procesos de innovación social, que permitan desarrollar apuestas que transformen la vida, social y cultural del barrio. Esto, indicó el secretario, Santiago Trujillo, se hará por medio de charlas con las comunidades, para diseñar Laboratorios de cocreación barrial, en donde se convocará, no solo a los artistas, gestores y deportistas, sino también a las asociaciones de padres, líderes comunitarios y sociales, tenderos, comerciantes y miembros de las juntas de acción comunal.
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