Fabrilab: Imprimir calidad de vida en 3D

Este sábado, 11 de agosto, esta corporación bogotana entregará dos prótesis de brazos a un niño peruano, de ocho años. Por sus desarrollos robóticos y estéticos, se abre paso en la industria ortopédica.

Yorley Ruiz M.
10 de agosto de 2018 - 03:00 a. m.
Luego de tener el diseño de la prótesis, elaboran cada pieza en una impresora 3D. Al final tienen una prótesis liviana y personalizada para cada paciente.  / Fotos: Gustavo Torrijos
Luego de tener el diseño de la prótesis, elaboran cada pieza en una impresora 3D. Al final tienen una prótesis liviana y personalizada para cada paciente. / Fotos: Gustavo Torrijos

Mientras en Estados Unidos se discute la legalización de la impresión de armas en 3D, en el barrio La Soledad, en la localidad de Teusaquillo, tres bogotanos y un paisa trabajan en el desarrollo de dos prótesis de brazos con esa tecnología para Ángel Gabriel, un niño peruano de ocho años, que nació con malformaciones congénitas. El reto para estos desarrolladores consistió en crear dos piezas, que se ajustaran a sus muñones, que están por encima del codo, y que respondieran a determinados estímulos enviados desde sus hombros. Así pues, lograron crear un brazo robótico y otro mecánico.

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Detrás de esta tarea está la Corporación Fabrilab, que desde hace casi dos años se dedica a fabricar y a donar prótesis a personas de escasos recursos. El equipo lo integran Christian Silva (ingeniero industrial), Antonio Pulido (ingeniero biomédico), Wílmer Arley García (artista plástico) y Yusef Muñoz (quien estudió cine y TV). Desde el inicio, los cuatro comenzaron a explorar una propuesta más económica, práctica y estética para personas con ausencia de alguna extremidad.

Fue entonces cuando la impresión en 3D se convirtió en una alternativa para ofrecer una propuesta más accesible a las que había en el mercado. Cada uno desde su área aportó para que sus prótesis funcionaran desde lo técnico hasta lo estético. Gracias a este trabajo mancomunado, han logrado distribuir 115 prótesis, con financiación de privados, tanto en el país como en el extranjero. Además su plus diferenciador no solo está en la impresión 3D, con material biodegradable, sino en el proceso que hay detrás de cada entrega.

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¿Pero cómo terminaron cuatro colombianos desarrollando prótesis para un niño peruano? La historia la conocieron en un medio internacional. Desde entonces estos jóvenes enfocaron sus esfuerzos en Gabriel. “A este niño le vamos a entregar unas prótesis inspiradas en el superhéroe Iron Man. Una de ella es semieléctrica y funciona con electrobiografía, detecta los impulsos y genera hasta cinco gestos en la mano mediante un dispositivo Bluetooth. Además, le adicionamos imanes en los dedos, para permitir un mejor agarre de objetos como cucharas y bolígrafos”, describió Yusef Muñoz, director de la corporación. Así pues, Gabriel recibirá oficialmente sus nuevos brazos el sábado, en Cuzco (Perú), ciudad a la que viajaron para hacer las pruebas y ajustes.

¿Cómo trabajan?

En el país, casi 40 mil personas necesitan prótesis, de las cuales 11.476 las necesitan en sus extremidades superiores. En Bogotá la cifra asciende a 3.895 personas, según información del Cubo de Discapacidad, del Sistema Integral de Información de la Protección Social. De este universo, hay personas que no pueden acceder a un dispositivo como estos, debido a limitaciones económicas. Es justo esta población a la que Fabrilab busca llevar una respuesta.

La entidad, como fundación sin ánimo de lucro, financia su misión con donaciones de personas naturales y jurídicas. Con los recursos asegurados, mediante convocatorias públicas o en su taller, atienden a niños y adultos, que inicialmente son valorados por un equipo médico, que presta sus servicios de forma voluntaria.

Durante el examen, se escanea el muñón del paciente, por medio de una aplicación y, de esta manera, el equipo consigue los datos necesarios para empezar a diseñar las futuras prótesis. Los beneficiarios entran a una lista de espera y cada semana se entregan hasta dos prótesis personalizadas.

Estos profesionales comparten sus diseños en la red, para validar el acceso libre a la información. “Cualquiera podría imprimir nuestros diseños, pero es importante tener un concepto clínico. Antes de entregar cada prótesis, realizamos un proceso de rehabilitación física y psicológica. Además, el proceso lo complementamos con un videojuego, que le permite al paciente aprender a manejar su prótesis antes de tenerla”, agrega Muñoz.

Aunque esta corporación por ahora no cuenta con un registro Invima, se han asociado con centros certificados de ortopedia, que recomiendan sus productos como una alternativa responsable y económica a las que se ofrecen en el mercado, ya que, mientras una prótesis de mano cuesta hasta $5 millones, las que ellos imprimen las ofrecen en $1,5 millones.

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“Cuando un paciente requiere un dispositivo externo, después de haber sido prescrito por un médico, tiene que adelantar trámites judiciales y esperar hasta tres años para que la EPS se la dé”, indicó Fabián Pedraza Quintero, asesor clínico de Fabrilab, quien es licenciado en ortesis y protésica. Pero no es solo el tiempo y el dinero. De acuerdo con el director de la fundación, las características estéticas de las prótesis tradicionales que entregan las EPS pueden generar que los pacientes sufran algún tipo de rechazo, debido a sus diseños poco amigables.

“Las que desarrollamos son livianas, tienen diseños personalizados, con colores o superhéroes, que le permiten al paciente apropiarse de su prótesis y, a su vez, fortalecer su proceso de rehabilitación”, dijo Muñoz, quien este sábado le entregará a Ángel Gabriel una prótesis inspirada en Iron Man, su superhéroe favorito. Esta podría durarle hasta dos años, mientras cambian sus medidas anatómicas, momento en el que tendrá que reemplazarlas.

“Nunca agachen la mirada, siempre para arriba, por más difíciles que sean las situaciones. Yo también soy diferente, pero nunca agacho la mirada”, indicó Ángel, en una entrevista, en la que habló sobre el rechazo de algunos compañeros del colegio y vecinos. Este niño, durante las últimas semanas, envió un saludo por redes sociales a los que llama sus “amigos colombianos”, a quienes espera con muchas ansias.

Después de su viaje a Perú, estos creativos esperan llegar a más localidades de Bogotá mediante jornadas de evaluación. Entre sus planes está abrir una oficina en España, adelantar otros desarrollos con impresiones 3D para quemaduras faciales, entre otros, para seguir haciendo de la calidad de vida una realidad tangible.

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Por Yorley Ruiz M.

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