Si se le compara con el resto del país, Bogotá ya terminó una tarea básica para el desarrollo y la equidad entre sus habitantes: cerca del 100% de los bogotanos, pobres o ricos, cuentan hoy con energía eléctrica en sus hogares.
Sin embargo, que una familia tenga conexión eléctrica en su casa no quiere decir que pueda disfrutarla. Y cientos de familias se están percatando de esto en Bogotá, pues luego de consumir libremente la energía eléctrica de sus hogares, terminan colgándose en las facturas y exponiéndose al corte de sus servicios. Esto es una "trampa de la pobreza", asegura el Análisis de la Situación Energética de Bogotá y Cundinamarca, realizado por el Centro de Investigación Económica y Social de Fedesarrollo y el Grupo de Energía de Bogotá.
"La conexión a los servicios no necesariamente garantiza el acceso a los mismos, ya que este depende en gran medida de los ingresos percibidos por el hogar", asegura el informe.
Según los datos del análisis, mientras que el estrato 1 tiene en la ciudad una morosidad de 3,72, la de estrato 6 está en 0. De esta manera, con frecuencia las familias de localidades mayoritariamente pobres como Ciudad Bolívar, terminan viviendo sin energía eléctrica –así estén conectados- por el desequilibrio entre la capacidad de gasto del hogar y el consumo del servicio.
De ahí que Astrid Martínez Ortiz, directora del análisis, recomendara este miércoles a la ciudad que adopte políticas que permitan que, en el mediano plazo, Condensa (como comercializadora de energía) ofrezca a los ciudadanos la posibilidad de pagar la energía que consumen con una tarjeta prepago.
"Estos sistemas ya funcionan en Medellín y la gente los conoce", asegura Martínez. "De la misma forma en que se hace con una tarjeta de Transmilenio, las personas recargan la tarjeta y consumen hasta que se agote". Según la investigadora, en 2007 Fedesarrollo realizó el mismo diagnóstico y le sugirió la implementación del sistema, "pero en ese entonces el costo tecnológico".
Según la experta, el mercado de este tipo de tecnología ha cambiado, y Codensa está en capacidad de establecer un sistema de este tipo, que le ahorraría dinero y dolores de cabeza a las familias de esta ciudad.