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La Policía Metropolitana de Bogotá confirmó un nuevo caso de sicariato ocurrido en un parque de la localidad de Fontibón. El hecho ocurrió horas después de otro ataque sicarial perpetrado en inmediaciones del búnker de la Fiscalía, en la localidad de Teusaquillo.
Señalan las autoridades que los hechos ocurrieron en un parque de un concurrido sector residencial del barrio San Pablo. Allí, un hombre que iba caminando por la zona fue interceptado por dos sujetos que iban a bordo de una motocicleta quienes, tras acercarse y quedar a pocos metros de la víctima, abrieron fuego y escaparon.
Acto seguido, residentes de los edificios residenciales vecinos se percataron que el hombre yacía malherido en un andén y llamaron a las autoridades. Uniformados del CAI Macarena llegaron con la intención de trasladarlo a un centro médico, pero la gravedad del ataque no lo permitió; el hombre falleció de manera instantánea.
El caso lo asumió la Sijin de la Policía, quienes realizaron los actos urgentes, el proceso de levantamiento e inspección, y las posteriores labores de investigación que los lleven a dar con el paradero de los responsables. El teniente coronel Sergio Bayona, oficial de guarnición de la Mebog, confirmó que las autoridades ya tiene en sus manos varios videos clave para dar con el paradero de los responsables.
Por ahora no se conocen hipótesis del caso.
Ataque sicarial en inmediaciones de la Fiscalía
Horas antes, pasadas las 4:30 p.m., un hombre fue asesinado en otro acto sicarial ocurrido en un restaurante ubicado en el edificio Capital Towers, un punto empresarial ubicado en cercanías de la Fiscalía General de la Nación y de la Gobernación de Cundinamarca, sobre la calle 26.
La víctima, un hombre de aproximadamente 50 años fue atada en el interior del restaurante y recibió, al menos, cuatro disparos. Pese a que el hombre alcanzó a ser trasladado a un centro médico, falleció debido a la gravedad del atentado.
En este caso, como en el ocurrido en Fontibón, los agresores escaparon impunes.
Los recientes ataques han vuelto a encender las alarmas por la creciente inseguridad en la capital. Casos como los ocurridos en Fontibón y Teusaquillo evidencian la facilidad con la que se cometen crímenes a plena luz del día y en zonas concurridas, lo que refuerza la percepción de vulnerabilidad entre los ciudadanos. Mientras avanzan las investigaciones, persiste la inquietud sobre el alcance real de las medidas de seguridad y la capacidad de respuesta de las autoridades ante una violencia que parece no dar tregua.
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