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Frentes de seguridad: se buscan más ojos para ayudar a reducir la criminalidad

Durante el primer año de la administración Galán se crearon 493 frentes de seguridad, un 503 % más que en 2023. Indagamos los alcances de la medida y lo que hay que hacer para que no se salga de las manos.

Camilo Tovar Puentes

11 de enero de 2025 - 10:00 a. m.
Policías en el centro de Bogotá, como operativo de seguridad.
Foto: Óscar Pérez
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Esta semana la Policía Metropolitana de Bogotá anunció que planea para este año la creación de 500 frentes de seguridad ciudadanos que estarán repartidos en las 19 localidades de la ciudad con el fin, señalan, “de minimizar la ocurrencia de violencia, delitos y comportamientos contrarios a la convivencia que afectan a las comunidades”.

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Si bien la estrategia no es una novedad, durante el primer año de Galán la creación de frentes de seguridad tuvo un incremento del 503 %, pasando de 98 frentes en 2023 a 493 creados en 2024. Así pues, los ojos vigilantes de casi 46.000 personas que integran los 1.986 frentes de seguridad con los que cuenta Bogotá, y a los que se sumarán los 500 que este año se piensan consolidar, constituyen una de las grandes apuestas por mejorar la seguridad durante el cuatrienio.

Los frentes de seguridad

En Bogotá, esta estrategia data de 1995, cuando las autoridades de turno implantaron lo que en ese entonces se conocía como Redes Cívicas. El esquema original lo sometieron a actualización y, una vez se realizaron los ajustes, se crearon los frentes de seguridad y las redes ciudadanas, siguiendo la recomendación de las Naciones Unidas de participación para la prevención.

La idea de robustecer la estrategia en esta administración nació de analizar una serie de datos con los que recibieron la ciudad, como que en Bogotá, en 2023, se registraron unas 462.000 llamadas a la línea 123 para pedir un policía, pero al final eran temas relacionados con espacio público o convivencia, por ejemplo, y no emergencias delictivas. Así pues, lo que se espera es que cuando la Policía reciba una alerta de un frente de seguridad su veracidad no se ponga en duda y se logre una reacción rápida y oportuna.

Ahora, ¿cuál es la diferencia entre frentes y redes de seguridad? En esencia, el territorio y las relaciones. Mientras los frentes operan a nivel barrial, e incluso zonal (divididos por cuadras, manzanas o conjuntos residenciales), tienen contacto con el cuadrante de Policía y la comunidad participa en la resolución de líos de convivencia, espacio público o emergencias, las redes trascienden ese límite y funcionan a nivel ciudad, como las redes integradas por motociclistas o taxistas, por ejemplo.

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“A partir del lanzamiento del nuevo sistema de Policía se reforzó lo que tiene ver con la participación comunitaria. Buscamos un trabajo corresponsable y colaborativo entre la comunidad, las entidades del Estado, el Distrito y la Policía. Es importante resaltar que estos frentes se crean solamente con la aceptación de la comunidad. Lo que buscamos es minimizar la ocurrencia de los delitos que más afectan la cotidianidad de los barrios, además de atender los comportamientos contrarios a la convivencia”, resaltó en diálogo con El Espectador la teniente coronel Bibiana Valencia, jefa de la Policía Comunitaria y encargada del programa Frentes de Seguridad en Bogotá.

“Es crucial entender a qué tipo de sectores se van a vincular estos frentes: empresariales, o de ciertos gremios o en ciertos sectores y qué espectro de la criminalidad se busca mitigar, porque si por ejemplo se busca combatir el crimen organizado, la estrategia no tendría mayor asidero, pero si se trabaja en temas de violencias en entornos familiares, temas de ruido, riñas, maltrato animal, atracos, sitios enquistados de venta de drogas, etcétera, hay un mayor rango de ejecución e impacto”, señala Luis Echavarría, consultor de seguridad.

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“Revisando el impacto de los frentes nos dimos cuenta de que en 100 metros alrededor de donde hay un frente los delitos de más impacto se reducen, porque en la mayoría de los casos los delincuentes saben en qué zonas la comunidad está organizada: el año pasado el hurto a personas se redujo un 22 %, el hurto a residencias un 77 %, la violencia intrafamiliar un 55 % y el hurto a comercios un 50 %”, aseguró Valencia.

A través de alarmas vecinales, megáfonos, cámaras de seguridad e incluso drones (en algunas zonas de Puente Aranda se empezaron a utilizar) los integrantes de los frentes avisan a las autoridades de alguna situación delictiva en proceso o de alguna sospecha o amenaza que pueda derivar en una. Sin embargo, la preocupación latente está en cómo garantizar que la estrategia no se salga de las manos y la justicia por mano propia o la estigmatización de algunas comunidades, por ejemplo, no sea una constante.

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¿Privatización de la seguridad?

Que eso suceda es un miedo constante que surgió décadas atrás por los graves antecedentes de estrategias similares. “Definitivamente los frentes de seguridad están signados por el desenlace que tuvieron estrategias como las Convivir en ciertas zonas de Colombia, que precisamente nacieron con una premisa similar a la que estamos tratando. Entonces siempre está ese sesgo. ¿Qué herramientas podemos entregarle a la ciudadanía que forma parte de un frente sin que resulte en un ejercicio de privatización de la seguridad o de estigmatización de ciertas comunidades?”, asevera Echavarría.

Para evitar que ese oscuro pasado de alguna manera retorne, y la justicia por mano propia, los linchamientos y las actuaciones basadas en prejuicios no se conviertan en una constante, “es importante que la estrategia se entienda como un ejercicio, como un tema de prevención de fenómenos más asociados a temas de convivencia, que sin duda es importante, pero no puede perder el foco”, añade.

Por ahora los frentes de seguridad se siguen conformando y la ciudad tiene cada vez más ojos vigilantes, el reto es que las funciones policiales no pasen a ser parte de quienes se adhieren a la estrategia. El año pasado, 12.282 personas se sumaron al programa a través de los 493 frentes creados, este año, con los 500 que se esperan implementar, se espera una cifra similar.

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Actualmente, las localidades que más frentes tienen son: Ciudad Bolívar (276), Kennedy (193) y Engativá (182), tres de las localidades que, aun con los frentes y los resultados que generan, en 2024 registraron mayores índices delictivos.

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