Este viernes 11 de abril se cumple un año de la medida de racionamiento de agua en Bogotá, la cual se emitió debido a los bajos niveles en los embalses que surten de agua a Bogotá y a 11 municipios de la sabana debido a una prolongada temporada de sequía y a una planeación histórica del suministro de agua que no contempló el acelerado crecimiento de la ciudad, entre otros factores determinantes.
En contexto: Un año de racionamiento de agua: las metas de ahorro en hogares e industria
Este viernes, en medio de la rueda de prensa citada para exponer el balance general de la medida, el alcalde, Carlos Fernando Galán, y la gerente del Acueducto, Natasha Avendaño, anunciaron que la medida se levantará de manera definitiva.
“Mañana (sábado 12 de abril) a las 8 de la mañana termina el racionamiento de agua en Bogotá. Después de un año, y gracias al compromiso de toda la ciudad, la crisis de agua más grave en la historia de Bogotá ha terminado”, anunció el alcalde Galán.
La decisión se toma, según señalan, debido a que este año el sistema Chingaza presenta niveles que están por encima de los reportados en 2024, y se encuentra en un promedio que no se veía desde el 2014.
La decisión se toma pese a la insistencia de expertos, e incluso de la Corporación Autónoma Regional CAR, autoridad ambiental del departamento de Cundinamarca, quienes señalaron la necesidad de terminar con el racionamiento una vez los niveles del sistema Chingaza superaran, por lo menos, el 50% de su capacidad.
“Usualmente, el sistema se llena en el mes de abril y termina, más o menos, en el mes de octubre. Y luego, a partir de noviembre, empieza a vaciarse para luego volver a empezar el ciclo de llenado en abril. Así funciona el sistema”, señaló el alcalde Galán.
De acuerdo con las mediciones diarias de la CAR, el jueves 10 de abril, el sistema Chingaza estaba en un 40,31% de su capacidad total, sin embargo, pese a las recomendaciones, el racionamiento se levantó de manera definitiva.
Cabe mencionar que en las últimas semanas, la Alcaldía anunció decisiones relacionadas el potenciamiento del suministro de agua, como el aumento de la capacidad de la planta Tibitoc para reducir el estrés hídrico al que está sometido el Sistema Chingaza, sistema que, además, aporta el 70% del agua que consume Bogotá.
La decisión de cortar el racionamiento será de manera definitiva y se busca, con el anuncio de su término, no volver a esta situación de contingencia. Por ahora, según los anuncios, el servicio de agua seguirá prestándose de manera normal como se sucedía antes del anuncio del racionamiento.
Lea además: Emergencia en Engativá: incendio consumió fábrica de mubles en el barrio La Florida
Para conocer más noticias de la capital y Cundinamarca, visite la sección Bogotá de El Espectador.
Por Redacción Bogotá
