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Canecas con solventes, pintura automotriz y combustibles son algunos de los residuos peligrosos que permanecen enterrados en la ronda del río a la altura de la empresa, ubicada en la Avenida Boyacá con calle 56 Sur. Así lo evidenció ayer la autoridad ambiental, después de formular el pliego de cargos contra esa sociedad, por el depósito inadecuado de residuos 30 años atrás.
Sólo a partir de 2008 la misma empresa informó a las autoridades ambientales acerca de los entierros. De otra manera hubiese sido imposible enterarse de los depósitos, puesto que la ronda del río es un espacio de conservación y reforestación en el que no se permite ninguna intervención.
La empresa identificó siete zonas de disposición de residuos y aseguró que dos de éstas ya fueron excavadas, dejando como resultado 1.374 toneladas de desechos peligrosos. Esto indica que gran cantidad de estos materiales permanecen enterrados.
El secretario de Ambiente, Juan Antonio Nieto, informó que la multinacional tendrá que iniciar de inmediato un plan de manejo de residuos y, de comprobarse su responsabilidad en el proceso, se verá obligada a pagar 5 mil salarios mínimos mensuales legales vigentes diarios ($2.678 millones) por incumplimiento de la norma ambiental.
Según el área de comunicaciones de General Motors, esa sociedad no entregará ninguna información por el momento.
Esta es la primera investigación que se abre en el país por contaminación del suelo con desechos peligrosos. De acuerdo con Nieto, ocho procesos similares están en marcha en la ciudad.