Guerra entre aplicaciones de transporte preocupa a taxistas y Distrito
La llegada de una nueva plataforma de transporte se convirtió en oportunidad para que taxistas y conductores por aplicación hagan un llamado a la legalización total de estas intermediarias.
Felipe García Altamar - fgarcia@elespectador.com - @FelipeAltamar
Hace seis años les llegó una dura competencia a los taxistas de Bogotá: las plataformas virtuales, que ofrecen servicios de transporte en vehículos particulares. Desde entonces se libra una profunda discusión entre el gremio de taxis, que las considera ilegales y una competencia desleal, y los promotores del transporte mediante aplicación (app), que dicen haber surgido bajo el principio de la economía colaborativa.
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Hace seis años les llegó una dura competencia a los taxistas de Bogotá: las plataformas virtuales, que ofrecen servicios de transporte en vehículos particulares. Desde entonces se libra una profunda discusión entre el gremio de taxis, que las considera ilegales y una competencia desleal, y los promotores del transporte mediante aplicación (app), que dicen haber surgido bajo el principio de la economía colaborativa.
A la larga lista de competidores, esta semana llegó un nuevo actor al mercado de las app, el gigante asiático DiDi. Esto ahondó la molestia entre los “amarillos”, al punto de estar promoviendo un paro nacional para pedir la prohibición de este tipo de servicios o celeridad en la regulación de plataformas como Uber, Cabify, Beat, Picap o inDriver.
Curiosamente, conductores de estas plataformas, conscientes de que parte de su operación es ilegal, están en sintonía con la necesidad de una regulación. Por esta razón llevan meses tratando de acercarse al Gobierno que, según las partes en conflicto, es el responsable de ponerle orden a todo este tema.
Taxistas, hiperregulados
Representantes del gremio de taxistas califican como insólito que mientras el mercado de las aplicaciones se sigue expandiendo sin control (al punto de que ya hay un choque entre las app), al mismo tiempo se endurecen las exigencias y los requisitos para los taxis. Según el vocero del gremio ante Fenalco, Ernesto Sandoval, este es un sector hiperregulado.
“Ahora vigilan con mayor rigor temas como seguridad social, la tarjeta de control, que no se hagan rutas colectivas, piden exámenes psíquicos y pruebas de ruta, etc. Mientras tanto, llegan más plataformas y aunque es un fenómeno mundial, la nación debe tratar de regularlas o, por lo menos, que nos dejen competir en igualdad de condiciones, porque no podemos con esa asfixia regulatoria”.
En ese mismo sentido se expresa Stefanía Hernández, gerente de Taxis Libres. Para ella, el mercado de las plataformas está maduro y es momento de regularlo. “Es degradante y triste, porque los conductores están a la deriva y ni el Ministerio de Transporte ni el de las TIC han sido concretos con la ilegalidad”.
Esa falta de claridad en las normas está afectando todas las escalas del gremio de taxistas, no solo por la pérdida de usuarios, sino de trabajadores. Muchos conductores, que antes le respondían al dueño del taxi con una cuota diaria, han optado por empezar a trabajar independiente con las plataformas.
Sin embargo, quizá los más afectados son los propietarios de los taxis. Según explica María Botero, gerente de Radio Taxi Autolagos, “lo que en algún momento fue un negocio, ahora está amenazado por las aplicaciones”.
Botero agrega que el gremio debe apostarle a la tecnología, porque mejora la prestación del servicio. Sin embargo, considera que el tema se puede salir de las manos si el Estado no actúa pronto. Mientras un taxi debe tener seguros y todos sus papeles en regla para operar, un conductor de una aplicación solo necesita un carro para salir a trabajar sin lío.
“Se volverá una guerra del centavo, donde más de 10 app, que prestan servicio con carros particulares y motos, convertirán un servicio en un riesgo. O el taxi deja de estar tan regulado y le dan cierta libertad para prestar el servicio, o ponen en cintura a las plataformas”.
Plataformas: ¿guerra entre ellas o con los taxis?
La advertencia de Botero, según parece, ya es una realidad. Se evidencia con la estrategia de DiDi para entrar al país. Para atraer a conductores les ofreció bonos, dinero adicional si hacían más de 15 viajes y cobrarles una comisión del 10 % por carrera (Uber, por ejemplo, cobra entre 25 y 30 %), entre otros incentivos. Por su parte, empresas como Uber les ofrece dinero adicional si cumplen con cierta cantidad de viajes en un plazo determinado.
Aunque cada conductor puede tener en su celular más de una aplicación, las empresas apuntan a que cada uno trabaje exclusivamente para su plataforma. Santiago Valencia, quien conduce Uber y Beat, cree que no existe competencia entre plataformas y taxis. “Las plataformas son muy competitivas y hay una guerra de retos e incentivos para halar a conductores y usuarios. Pero nunca ha habido una competencia con los taxis, porque son distintos públicos. La guerra será entre las mismas aplicaciones. Por ejemplo, trabajo con la app que me genere más dinero, según la carrera y la zona”.
Por su parte, Sebastián Morales, quien pertenece al Club Bogoparche, que agrupa a conductores de varias plataformas, afirma que más allá de una guerra, se debe pensar en un acuerdo para que no solo las plataformas puedan operar sin problema, sino que los taxis no sientan la balanza desequilibrada. Su grupo ha buscado acercamientos con el Gobierno para poner el tema en la agenda, pero dice que no han recibido la atención suficiente.
“Las plataformas somos un complemento para la movilidad de los ciudadanos, pero en este momento somos competencia de los taxis, por falta de regulación del Gobierno. Nuestro objetivo es trabajar a la par, con usuarios, taxis y Gobierno, porque ambos servicios son necesarios, pero han pasado casi siete años sin una respuesta de los responsables”.
No solo los taxistas y las plataformas piden una respuesta del Gobierno. También el Distrito, que tiene frenado su proceso de modernización de taxis, el cual está en el limbo no solo por haber aplicado una norma del Mintransporte que tenía problemas de forma, sino por la demora de esta cartera para resolver el asunto.
El secretario de Movilidad, Juan Pablo Bocarejo, afirmó que “hay preocupación por la llegada de DiDi, que viene con una estrategia superagresiva. Para nosotros es muy difícil controlar lo que está sucediendo, porque desafortunadamente, como autoridad local, no tengo las herramientas. El Gobierno debería ser claro, porque el sector transporte dice que es prohibido que los carros particulares se usen para prestar un servicio de transporte público, pero el sector TIC dice que la creación de aplicaciones es positiva. Nos ponen en una situación muy difícil, porque no tenemos las herramientas para controlar y ellos tampoco legalizan la situación”.
En resumen, más allá del choque entre taxistas y conductores de plataformas, ambos coinciden en el llamado a la nación para que expida una regulación. Y es que una pronta concertación sería la hoja de ruta para que en el resto del país se aplique un modelo en el que coexistan, con reglas claras, todos los medios de transporte individual, aumentando la oferta para los usuarios.