Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.

Guía de aves Bogotá 2025: hay 240 especies ocultas como tesoros citadinos

Desde el año 2000 Bogotá y la sabana no contaban con una guía ilustrada de aves. En el marco de la Filbo se lanzará una edición actualizada. Hablamos con los editores de la publicación.

Camilo Tovar Puentes

01 de mayo de 2025 - 09:00 p. m.
Ilustración de un copetón, una de las 240 especies reunidas en la Guía ilustrada de aves Bogotá 2025, editada por la editorial Arte y Conservación.
Foto: Editorial Arte y Conservación
PUBLICIDAD

Basta una caminata atenta por Bogotá para darse cuenta de la cantidad de aves que cohabitan con nosotros, pero pasan inadvertidas por el afán diario. No obstante, con su canto o aleteo, están ahí: copetones, cucaracheros, colibríes, tinguas y mirlas, entre otros, jugando un crucial papel ecológico, cultural e, incluso, económico. Y teniendo en cuenta que Colombia es el país con la mayor diversidad de aves (casi 1.960 especies), su presencia es de gran importancia.

Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO

¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar

Le puede interesar: La tingua podría convertirse en el ave emblemática de Bogotá

Pero de eso poco saben las nuevas generaciones, ya que la última guía ilustrada de pájaros de la ciudad fue publicada en el 2000. “Han pasado 25 años y tenemos situaciones climáticas distintas, que influyen en las aves. Es una realidad que no estaba documentada”, explica Emanuel Laverde, quien junto a Paula Romero integra Arte y Conservación, proyecto editorial independiente que le dio forma a la idea. “Vivimos en la reserva Santuario Norte, en Chía. Cuando empezamos a ver y escuchar especies que no conocíamos, surgió la idea”, dice Romero.

El proyecto maduró y se lo presentaron a reconocidos ornitólogos, logrando equilibrio entre lo visual y lo científico. “Contamos con la fortuna de lograr un trabajo colaborativo, que plantea un diálogo entre las voces más respetadas de la ornitología y la ilustración. El reto fue traducir todo ese saber al mundo de lo visual, para tener, más que una guía, un documento de consulta para obtener un dato puntual o conocer la variedad de aves que hay en la ciudad”, comenta Paula.

Entre los autores de los textos figura el profesor F. Gary Stiles, uno de los ornitólogos más respetados del mundo, quien le ha dedicado gran parte de su vida al estudio de las aves, especialmente en Centro y Suramérica. “Contar con él fue un verdadero lujo. Fue coautor de la guía del año 2000 y, al ser un pionero, su participación fue clave”, resalta Laverde. También participó Loreta Roselli, otra importante voz en la materia, quien junto a Ángela María Amaya, Oswaldo Cortés y Daira Ximena Villagrán completan el ramillete de expertos que escribieron los textos que acompañan las ilustraciones.

Read more!

Le puede interesar: Perseguidos, desplazados y envenenados: el drama del zorro cangrejero en Chía

¿Qué ha cambiado?

“En el territorio, por incidencia del cambio climático y otros factores, hay especies que ya no se ven tanto. Por ejemplo, es difícil ver un cóndor, especie extirpada de la región, por factores como la cacería y la pérdida de ecosistemas, situación paradójica, si se tiene en cuenta que Cundinamarca significa ‘comarca del cóndor’. El libro detalla cómo se ha ido mermando la cantidad de individuos de ciertas especies, por incidencia del clima. También hay otras especies de zonas bajas que han llegado hasta estas altitudes por el calentamiento global”, advierte Paula.

En el libro se expone, por ejemplo, el caso del chamón, especie invasora, que representa un problema en la sabana. “Esta especie llega a nidos de otras especies, se deshace de los huevos y deja los suyos. Entonces aves como el cucarachero, terminan criando al polluelo del chamón. Esto es un lío, porque si el chamón llega, por ejemplo, a alturas de páramo o subpáramo, podría ser un riesgo latente para la supervivencia del cucarachero, por la pérdida de sus crías”, advierten los editores del proyecto.

Read more!

El libro está lleno de datos como ese, que suceden todo el tiempo frente a nosotros. Se clasifican 240 aves por familias, géneros y especies, con un agregado multimedia, que enriquece la lectura y el aprendizaje. “La guía cuenta con textos de cada especie, pensados en quien se acerque por primera vez a ‘pajariar’ o quienes tengan un conocimiento previo, para se vayan con la información que busca. Hay data de los lugares que habitan, de los ciclos de reproducción y migración, descripciones taxonómicas, etc”.

Funciona también como una guía turística, que gira alrededor de las aves y la naturaleza: hay recomendaciones de puntos claves de avistamiento como Monserrate, el humedal El Burro, el parque Simón Bolívar y los senderos de los Cerros Orientales. Y también un mapeo de los ecosistemas que permiten la supervivencia del abanico de especies con las que cuenta Bogotá, varias de ellas endémicas, como es el caso de la tingua bogotana, especie emblemática de los humedales, cada vez más amenazada por la pérdida de su ecosistema.

No ad for you

Es precisamente esa vulnerabilidad de los ecosistemas y las especies, en un escenario de crisis climática e hídrica, lo que hace que el libro cobre relevancia como instrumento de divulgación. Bogotá es uno de los principales destinos urbanos de avistamiento de aves en el mundo y, sin embargo, muchas de las personas que residen acá no conocen esa riqueza y, por ende, no son conscientes de su valor.

“Proteger las aves es, en últimas, protegernos a nosotros mismos y a los que vienen. Es importante entender que todo está conectado: los árboles, los humedales, las aves, el agua, los páramos, los humanos... El libro da una luz de esperanza; nos muestra que es el momento de tomar decisiones para, además de preservar el tesoro que implica nuestra riqueza de pájaros, hacernos más responsables con lo que le hacemos a la naturaleza”, puntualizan los coautores del libro que se lanzará el jueves 8 de mayo en la Filbo.

En resumen, ver o escuchar a un pájaro cambia el día, influye en el estado de ánimo y es un testimonio vivo que nos recuerda dónde estamos parados y nos invita a percibir la realidad sin los matices de la cotidianidad caótica de una ciudad. Es, como dice la presentación del libro, “el mejor haiku: un poema corto, un momento efímero y fugaz que puede contener un segundo o una eternidad”. La idea es que la próxima vez que vea un pájaro pueda darse el lujo de pocos, que es quedarse “pajariando”.

No ad for you

Lea además: PTAR Canoas: firman convenio que asegura $7,63 billones para la esperada obra

Para conocer más noticias de la capital y Cundinamarca, visite la sección Bogotá de El Espectador.

Conoce más

Temas recomendados:

Ver todas las noticias
Read more!
Read more!
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.