Desde horas de la noche y hasta la madrugada de este miércoles, habitantes de los barrios Mochuelo alto y bajo en Ciudad Bolívar, bloquearon la vía que conduce a Pasquilla, para nuevamente reiterar sus denuncias de las afectaciones que por 30 años llevan padeciendo por el relleno Doña Juana.
Muchas de las familias que allí viven, aseguran que llegaron mucho antes de que se construyera este relleno sanitario, por lo que han pedido a gritos el cierre del mismo. “Quisiéramos un cierre definitivo, pero ¿lo hará el Distrito, sabiendo que no tiene a donde llevar los residuos y la gente sigue reciclando mal?”, pregunta Yuri Vidal, lideresa en El Mochuelo, a El Espectador.
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Y es que las afectaciones son notarias en la salud de sus habitantes y hasta en los perros que deambulan por las calles. “A pesar de que digan que tratan el relleno, el olor en las noches es fuerte”, cuenta Viviana Rodríguez, habitante de Mochuelo Bajo. “La gente está enferma de gripa o tienen infecciones en la piel. No tenemos centro de salud. A veces vienen del Distrito, pero es esporádico”, dice por su parte, Nora Durán, a este diario.
¿Qué dice la UAESP?
La directora de la Uaesp, Consuelo Ordóñez, indicó que adquirieron una serie de compromisos con la comunidad, desde mejorar el control de la operación del concesionario CGR, a cargo del relleno; así como responder a los requerimientos en materia de salud, seguridad, alumbrado público y de compensaciones socioambientales, previstas en la licencia.
“Pudimos recuperar la normalidad de la operación al rededor de las 2 de la mañana. Esperamos que las lluvias no afecten el normal desarrollo, de agilizar y mejorar el cubrimiento de los residuos y podamos atender los reclamos de la manera más eficiente”, sentenció Ordóñez.
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Asimismo, acordaron la instalación de una mesa de trabajo el próximo sábado 24 de mayo, con la participación de las entidades distritales y la autoridad ambiental CAR, con el propósito de brindar soluciones estructurales a los reiterados requerimientos de la comunidad.
Por su parte, la concesión CGR señaló que las lluvias han generado (más) olores y presencia de moscas en los alrededores, por lo que han implementado medidas por medio de la aplicación de cal viva, insecticidas de choque y la instalación de dispositivos adhesivos. “Las acciones se han concentrado especialmente en las zonas del sur, que colindan con la comunidad de Mochuelo Alto”.
Al día, al relleno llegan casi 7.000 toneladas de basura, de las cuales el 30 % se hubiera podido aprovechar, situación que es el origen de una cadena, en la que cada gramo de basura, genera nefastos efectos ambientales. Cuenta de ello son las 93 mil toneladas de metano que se generaron el año pasado, por cuenta de los dos millones de toneladas de basura (algo como 54 mil buses de Transmilenio).
El relleno Doña Juana, inaugurado en 1988, extendería su vida útil por 37 años más.
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