En Bogotá hay tres mataderos en las que se sacrifican al mes alrededor de 11.000 animales para el consumo en la ciudad. Si bien, las secretarías de Salud y Ambiente se encargan de su vigilancia desde el Concejo se lanzó una alerta tras determinar que el 90 % de los productos cárnicos que se comercializan en la ciudad no cuentan con las condiciones de salubridad.
En un debate de control político en la Comisión de Plan del Concejo se habló de las condiciones de estos establecimientos en la ciudad, en la que no solo se criticó la gestión del Distrito sino que además se hizo un llamado a fortalecer las medidas que se utilizan para controlar y vigilar el proceso producción, traslado y comercialización de este tipo de alimento en la ciudad.
De acuerdo con el secretario de Salud, Luis Gonzalo Morales, Kennedy, Suba, Engativá y Bosa son las localidades donde se concentra el mayor número de establecimientos cárnicos de la ciudad. Dentro de su registro hay 8.230 locales y vehículos registrados para la comercialización de carne y 5.558 puntos de venta con autorizaciones provisionales sanitarias.
Así mismo, el funcionario señaló que el Gobierno Nacional reglamentó las condiciones que deben tener estas plantas de sacrificio animal, pero su entrada en vigor ha sido retrasada. Pese a esto señaló que en los últimos tres años se han mantenido los operativos de control como la incautación de alimentos en malas condiciones.
Por su parte, la Secretaría de Ambiente determinó las condiciones de los tres mataderos de la ciudad. Por un lado, San Isidro, ubicado en Usme, tiene una medida preventiva por desechar sustancias sanguinolentas a afluentes cercanos, mientras que ProAgro, en la misma localidad, tramitó ante la CAR los permisos vertimiento. En el caso del de Guadalupe, en Kennedy, cuentan con el aval para vertir residuos sobre el río Tunjuelo.
En medio de sus intervenciones, los concejales aseguraron que las aciones del Distrito no han sido suficientes para cumplir las metas del Plan de Desarrollo, por lo que pidieron mayor compromiso para implementar nuevas medias que permitar mejorar el control de la comercialización de estos productos y en especial controlar la aparición de puestos clandestinos.
La concejal Xinia Navarro (Polo Democrático) pidió al Distrito no estigmatizar a los comerciantes de carne de Guadalupe, quienes aseguran que están siendo perseguidos por la alcaldía local de Tunjuelito. Aunque se ha vuelto común que durante los operativos realizados en el matadero sobre la Autopista Sur se presenten confrontaciones con la Fuerza Pública, la cabildante señala que la mayoría cumplen con los requisitos de salubridad establecidos por lo que propone la instauración de una mesa interinstitucional para determinar un plan de acción en esta zona, una de las más contaminadas de la ciudad.
Con respecto a las soluciones, el concejal Juan Felipe Grillo (Cambio Radical) propuso la implementación de un control electrónico de sacrificio animal, que permita vigilar en tiempo real todo el proceso de sacrificio y comercialización. Este fue implementado en Buenos Aires y "arroja estadísticas que permite la definición de políticas de producción y consumo sostenible y estrategias que mejoren la calidad del producto".
Finalmente, el cabildante Emel Rojas (Libres) pidió incluir dentro del nuevo proyecto de Plan de Ordenamiento Territorial la construcción de un gran matadero frigorífico en la ciudad, que surta de carne a toda la región, lo que facilitaría el control de la carne que es comercializada.
Los comercializadores de carne reconocieron que es su responsabilidad es mantener las condiciones de salubridad en el proceso, pero así mismo solicitaron al Distrito mejorar las condiciones de la vía para evitar los trancones sobre la Autopista Sur y facilitar el ingreso y salida de los productos. "Necesitamos que nos tengan en cuenta, porque estamos mejorarndo y queremos hacer las cosas bien", concluyó Dumar Páez, representante de los comerciantes de Guadalupe.
Por -Redacción Bogotá - bogota@elespectador.com
