Homicidio, un delito que no da tregua en Bogotá

Durante 2018, diariamente en Bogotá ocurrieron al menos tres homicidios. Según las cifras de la Secretaría Distrital de Seguridad, 1.041 personas perdieron la vida de forma violenta, 96 menos frente a 2017, cuando hubo 1.137 crímenes. Aunque la capital cerró el año con una tasa de homicidios de 12,7 por cada 100.000 habitantes —“la más baja desde 1970”, de acuerdo con la administración— la meta es que en 2019 ese número llegue hasta 12. Con todo, para los expertos tres crímenes cada día no dejan de ser preocupantes y se requieren aún más medidas para que finalmente el número de muertes violentas llegue a un dígito.

>>>Lea: Inseguridad en Bogotá: ¿Qué factores lo ponen en la mira de la delincuencia?

Aunque las autoridades ya conocen el total de crímenes durante 2018, aún trabajan para consolidar las cifras del último mes del año y detallar cómo fue el comportamiento mes a mes de este delito. Sin embargo, las estadísticas que se conocen hasta ahora —con corte a 30 de noviembre, cuando se contaban 938 crímenes— permiten evidenciar cuáles son los sectores más peligrosos de la ciudad, los sitios y horas en los que más se cometen homicidios, así como las armas y modalidades con los que se perpetran.

Al revisar las cifras, se observa que la localidad que concentra el mayor número de crímenes es Ciudad Bolívar, con 226 casos, lo que indica que allí se registra una de cada cuatro muertes violentas. Le siguen Kennedy, con 133; Bosa, con 90, y Suba, con 75. En estas tres últimas localidades se registraron el 32 % de los homicidios.

Frente a lo que ocurre en Ciudad Bolívar y Kennedy, Jorge Restrepo, director del Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (Cerac), advierte que se trata de zonas que guardan ciertas similitudes y que podrían explicar el elevado número de muertes violentas, como menos policías judiciales y pocos juzgados. “Hoy por hoy son localidades que requieren mayor presencia institucional, así como hace unos años la requirieron zonas del centro de la ciudad como Los Mártires y Santa Fe, donde se han desarticulado muchas bandas”.

>>>Lea: Seguridad en Bogotá: entre esfuerzos y percepción

Por sitio del crimen, las cifras evidencian que el 80 % ocurren en vías públicas y los restantes en zonas como casas, cantinas e incluso bosques. Por franja horaria, se concluye que uno de cada tres casos ocurre entre las 7:00 y 11:00 de la noche, siendo los hombres los más afectados: son las víctimas en el 90 % de los homicidios.

No obstante, Jerónimo Castillo, director de Seguridad y Política Criminal de la Fundación Ideas para la Paz, alerta por el aumento en el número de crímenes en la zona rural de la ciudad: mientras en 2017 hubo 16, el año pasado ese número se triplicó y llegó hasta 45. “Es una tendencia nacional. Bogotá en este aspecto sigue la tendencia del país y aún no se ha logrado establecer una causa. Estamos tratando de explicar cuál es el origen”, asegura.

Al analizar el elemento con el que se produjo el ataque se observa que el 50 % ocurre con arma de fuego y el 44 % con un arma blanca. En esta línea, el secretario de Seguridad, Jairo García, aseguró que el Distrito respaldará un proyecto de ley en el Congreso para penalizar el porte de navajas y elementos cortopunzantes. La administración confía en que la iniciativa arranque su curso a más tardar en febrero próximo.

Por otro lado, el comportamiento mensual del homicidio indica que diciembre fue el mes más violento del año, con 103 hechos, seguido de septiembre (99), julio (93) y marzo (92). Por días, los domingos son cuando más asesinan (en total 231 crímenes), seguido de los sábados (162). Lo anterior evidencia que el 40 % de los asesinatos ocurren los fines de semana.

“Que haya tantos homicidios los sábados y domingos puede obedecer a que en estos días los delincuentes tienen más oportunidades para robar, pues los criminales son oportunistas. En este aspecto no se puede dejar de lado que la rumba y el alcohol son factores que inciden”, sostuvo Restrepo.

Hoy por hoy el Distrito se jacta de contar con la tasa de homicidios más baja en casi cinco décadas y, según el secretario de Seguridad, el objetivo es mantener la reducción y lograr, “en la medida de lo posible”, dejar la tasa en 12 por 100.000 habitantes. “Les seguimos apostando a las intervenciones territoriales, a la desarticulación de organizaciones y a una mayor presencia en sitios que consideramos prioritarios”.

>>>Lea: Seguridad y Gobierno en Bogotá: esto es lo que viene para 2019

Con todo, tanto Jorge Restrepo como Jerónimo Castillo coinciden en que la cifra con la que cerró 2018 sigue siendo alta si se compara con otras capitales de la región, como Santiago (en Chile), Lima (Perú) o Quito (Ecuador). No obstante, no se puede dejar de lado que la tasa de Bogotá es casi la mitad de la media nacional, que se encuentra en 23 por cada 100.000 habitantes.

Por ello, el director del Cerac insta a la administración a intensificar los trabajos de justicia criminal para la desarticulación de organizaciones que operan con la violencia como común denominador, así como tener un mayor control de armas y robustecer la investigación judicial.

De esta forma, asegura, la ciudad podría superar sus propias metas y cerrar el gobierno con una tasa de homicidios de un dígito. A su turno, el director de seguridad de la Fundación Ideas para la Paz llama la atención por las carencias en materia de una efectiva judicialización para que los responsables de homicidios terminen tras las rejas.

Así las cosas, el reto en 2019 será no solo mantener la reducción de los últimos años, sino que se alcance una tasa de apenas un dígito en materia de muertes violentas. El trabajo no solo pasa por temas de seguridad, sino también de convivencia, pues hasta octubre pasado se contaban 39.172 riñas en la ciudad (al menos cinco cada hora), muchas de las cuales tienen también desenlaces fatales.

jgonzalez@elespectador.com

Durante 2018, diariamente en Bogotá ocurrieron al menos tres homicidios. Según las cifras de la Secretaría Distrital de Seguridad, 1.041 personas perdieron la vida de forma violenta, 96 menos frente a 2017, cuando hubo 1.137 crímenes. Aunque la capital cerró el año con una tasa de homicidios de 12,7 por cada 100.000 habitantes —“la más baja desde 1970”, de acuerdo con la administración— la meta es que en 2019 ese número llegue hasta 12. Con todo, para los expertos tres crímenes cada día no dejan de ser preocupantes y se requieren aún más medidas para que finalmente el número de muertes violentas llegue a un dígito.

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Aunque las autoridades ya conocen el total de crímenes durante 2018, aún trabajan para consolidar las cifras del último mes del año y detallar cómo fue el comportamiento mes a mes de este delito. Sin embargo, las estadísticas que se conocen hasta ahora —con corte a 30 de noviembre, cuando se contaban 938 crímenes— permiten evidenciar cuáles son los sectores más peligrosos de la ciudad, los sitios y horas en los que más se cometen homicidios, así como las armas y modalidades con los que se perpetran.

Al revisar las cifras, se observa que la localidad que concentra el mayor número de crímenes es Ciudad Bolívar, con 226 casos, lo que indica que allí se registra una de cada cuatro muertes violentas. Le siguen Kennedy, con 133; Bosa, con 90, y Suba, con 75. En estas tres últimas localidades se registraron el 32 % de los homicidios.

Frente a lo que ocurre en Ciudad Bolívar y Kennedy, Jorge Restrepo, director del Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (Cerac), advierte que se trata de zonas que guardan ciertas similitudes y que podrían explicar el elevado número de muertes violentas, como menos policías judiciales y pocos juzgados. “Hoy por hoy son localidades que requieren mayor presencia institucional, así como hace unos años la requirieron zonas del centro de la ciudad como Los Mártires y Santa Fe, donde se han desarticulado muchas bandas”.

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Por sitio del crimen, las cifras evidencian que el 80 % ocurren en vías públicas y los restantes en zonas como casas, cantinas e incluso bosques. Por franja horaria, se concluye que uno de cada tres casos ocurre entre las 7:00 y 11:00 de la noche, siendo los hombres los más afectados: son las víctimas en el 90 % de los homicidios.

No obstante, Jerónimo Castillo, director de Seguridad y Política Criminal de la Fundación Ideas para la Paz, alerta por el aumento en el número de crímenes en la zona rural de la ciudad: mientras en 2017 hubo 16, el año pasado ese número se triplicó y llegó hasta 45. “Es una tendencia nacional. Bogotá en este aspecto sigue la tendencia del país y aún no se ha logrado establecer una causa. Estamos tratando de explicar cuál es el origen”, asegura.

Al analizar el elemento con el que se produjo el ataque se observa que el 50 % ocurre con arma de fuego y el 44 % con un arma blanca. En esta línea, el secretario de Seguridad, Jairo García, aseguró que el Distrito respaldará un proyecto de ley en el Congreso para penalizar el porte de navajas y elementos cortopunzantes. La administración confía en que la iniciativa arranque su curso a más tardar en febrero próximo.

Por otro lado, el comportamiento mensual del homicidio indica que diciembre fue el mes más violento del año, con 103 hechos, seguido de septiembre (99), julio (93) y marzo (92). Por días, los domingos son cuando más asesinan (en total 231 crímenes), seguido de los sábados (162). Lo anterior evidencia que el 40 % de los asesinatos ocurren los fines de semana.

“Que haya tantos homicidios los sábados y domingos puede obedecer a que en estos días los delincuentes tienen más oportunidades para robar, pues los criminales son oportunistas. En este aspecto no se puede dejar de lado que la rumba y el alcohol son factores que inciden”, sostuvo Restrepo.

Hoy por hoy el Distrito se jacta de contar con la tasa de homicidios más baja en casi cinco décadas y, según el secretario de Seguridad, el objetivo es mantener la reducción y lograr, “en la medida de lo posible”, dejar la tasa en 12 por 100.000 habitantes. “Les seguimos apostando a las intervenciones territoriales, a la desarticulación de organizaciones y a una mayor presencia en sitios que consideramos prioritarios”.

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Con todo, tanto Jorge Restrepo como Jerónimo Castillo coinciden en que la cifra con la que cerró 2018 sigue siendo alta si se compara con otras capitales de la región, como Santiago (en Chile), Lima (Perú) o Quito (Ecuador). No obstante, no se puede dejar de lado que la tasa de Bogotá es casi la mitad de la media nacional, que se encuentra en 23 por cada 100.000 habitantes.

Por ello, el director del Cerac insta a la administración a intensificar los trabajos de justicia criminal para la desarticulación de organizaciones que operan con la violencia como común denominador, así como tener un mayor control de armas y robustecer la investigación judicial.

De esta forma, asegura, la ciudad podría superar sus propias metas y cerrar el gobierno con una tasa de homicidios de un dígito. A su turno, el director de seguridad de la Fundación Ideas para la Paz llama la atención por las carencias en materia de una efectiva judicialización para que los responsables de homicidios terminen tras las rejas.

Así las cosas, el reto en 2019 será no solo mantener la reducción de los últimos años, sino que se alcance una tasa de apenas un dígito en materia de muertes violentas. El trabajo no solo pasa por temas de seguridad, sino también de convivencia, pues hasta octubre pasado se contaban 39.172 riñas en la ciudad (al menos cinco cada hora), muchas de las cuales tienen también desenlaces fatales.

jgonzalez@elespectador.com