Hurto callejero en Bogotá dispara sensación de inseguridad
Según una encuesta de la Cámara de Comercio, 53 % de los ciudadanos percibe la capital como insegura. Calles y transporte público, los sitios que consideran más peligrosos.
-Redacción Bogotá - bogota@elespectador.com
La muerte de personas en medio de un asalto; los “rompevidrios” en los semáforos, o el cosquilleo en el transporte público, cada vez más frecuentes, inciden en qué tan seguros se sienten los bogotanos. Así lo demuestra la encuesta de percepción y victimización, con la que cada semestre la Cámara de Comercio mide el pulso sobre al panorama de seguridad.
Aunque cada vez hay más herramientas para denunciar y se han redoblado los esfuerzos por contrarrestar el delito, el ejercicio revela que cada día son más los ciudadanos que han sido víctimas de algún delito o que salen a las calles con desconfianza. Según la encuesta –que consultó a 8.191 personas– la percepción de inseguridad aumentó del 50 % durante el primer semestre de 2017 al 53 % este año.
>>>Lea: Más de la mitad de los bogotanos se siente inseguro en la ciudad
Las calles son el espacio público en el que más insegura se siente la gente, pues para una de cada cuatro personas (27 %) la consideran un lugar peligroso. Le siguen los puentes peatonales (22 %), los potreros (16 %) y los parques (9 %), los paraderos de transporte y las ciclorrutas (ambos con el 8 %). En materia de transporte público, para ocho de cada 10 encuestados Transmilenio es un espacio inseguro y apenas un 4 % lo considera seguro. Esta situación no dista mucho de lo que ocurre en el SITP (buses azules): allí, el 65 % declara que no es un sitio seguro. En este contexto, el taxi sale bien librado, pues para uno de cada cuatro encuestados es seguro, frente al 32 % que lo percibe como peligroso.
Por otro lado, el 43 % de las personas contestó que la modalidad delictiva que más le preocupa es el hurto a personas. La venta de drogas, los homicidios, el robo a residencias y la violencia intrafamiliar son otros de los delitos que inquietan a los bogotanos. Curiosamente, a la pregunta de si el barrio en el que reside es seguro, un 52% contestó sentirse tranquilo en el sector donde vive. Solo para el 8 %, su barrio es considerado un lugar muy inseguro.
La victimización
La encuesta también indagó la victimización, es decir quienes afirmaron haber sido víctimas de algún delito. La medición arrojó que, frente al primer semestre de 2017, este año se incrementó el número de bogotanos que fueron blanco de la delincuencia, al pasar del 40 % al 47 %. Consultados por los delitos más frecuentes, más de la mitad (51 %) declaró que el hurto a personas es la modalidad más recurrente, seguida de robo a residencias (8 %), lesiones personales (7 %) y vandalismo (7 %).
>>>Lea: Seguridad en Bogotá: entre esfuerzos y percepción
El hurto a personas, una problemática que cada hora afecta a 11 ciudadanos en Bogotá, tuvo un capítulo especial en la medición. Al revisar sus modalidades, dos de cada cinco encuestados (40 %) dijo haber sido víctima de raponazo.; el 19 % no se percató del hecho; 7 % fueron asaltados mediante la modalidad de fleteo y el 5 % a través de engaños o estafas.
Nuevamente, las calles o avenidas, con el 50 %, son los lugares donde más se presentan los delitos, después del transporte público, donde uno de cada cinco encuestados manifestó haber sido víctima de un hecho delincuencial. Llama la atención, además, que los bienes más hurtados fueron los celulares (40 %), dinero (22 %) y la billetera (12 %).
La encuesta revela otro dato alarmante: se disparó el porcentaje de quienes aseguraron haber sido víctima de violencia durante un atraco, al pasar del 36 % en 2017 al 42 % en este año. Los cuchillos o navajas, con el 58 %, son los elementos más usados por los agresores. Le siguen las armas de fuego, con las que se perpetran uno de cada cuatro delitos (25 %) y la fuerza (10 %). En esa línea, el secretario de Seguridad distrital, Jairo García, señaló que se espera que en los próximos días se firme el decreto que prohíbe el porte de armas blancas.
El funcionario destacó además que el indicador de las personas que se acercan a denunciar aumentó del 35 % al 39 %. Sin embargo, para un 27 % de los consultados, la principal razón para no acudir a las autoridades sigue siendo la demora en el trámite, seguido de falta de confianza (20 %).
>>>Lea: Inseguridad en Bogotá: ¿Qué factores lo ponen en la mira de la delincuencia?
Finalmente, la medición evidenció que, pese a que los ciudadanos destacan las dotaciones que ha hecho la administración para robustecer el trabajo de las autoridades, para el 81 % de los bogotanos es malo o regular el desempeño de la Secretaría de Seguridad y que solo el 24 % califica como buena la gestión de la Policía. Aseguraron también que las acciones más necesarias para mejorar la seguridad en la capital son acabar con la corrupción en la Policía, mejorar la justicia y aumentar el pie de fuerza.
En esta oportunidad, por primera vez la encuesta indagó por las medidas que se deben priorizar para mejorar la seguridad de las mujeres en Bogotá. Para el 28 % es necesario que aumenten las penas para sus agresores, mientras que un 21 % les apostó a campañas de prevención de violencia.
¿Qué hacer?
Ante los resultados, la Cámara de Comercio recomendó no solo fortalecer las estrategias frente al hurto de personas en el transporte, sino en vías y puentes peatonales. También, establecer alianzas público-privadas para cerrarle el cerco a los celulares robados.
Por su parte, Andrés Nieto, experto en seguridad ciudadana de la Universidad Central, llamó la atención por la ausencia de una política pública integral de seguridad en Bogotá, con la que se podría evitar la ocurrencia de delitos de alto impacto a través de herramientas como la cultura ciudadana.
“No podemos seguir contando muertos, lesionados y hurtos. La idea es llegar a prevenirlos y para eso hay que tener un estudio de ciudad muy minucioso, que permita ver que la percepción de seguridad se consigue al sumar varios factores, entre ellos vivienda, educación, salud o empleo”, sostuvo.
Respecto a la percepción, Luis Fernando Echavarría, analista de seguridad, manifestó que el aumento de personas que se sienten inseguras corresponde al incremento también de los delitos, en particular los que más afectan a los ciudadanos, como el hurto. Para contrarrestar esta sensación, instó a las autoridades “a cambiar su estrategia de comunicación para no enfocar los resultados solo en capturas, sino otras acciones más blandas y cercanas que ayudan a que el ciudadano se sienta más seguro”.
Echavarría llamó la atención por la forma en que los medios comunican ciertos hechos delictivos, lo que podría conducir a aumentar la sensación de inseguridad, y señaló que no se pueden dejar de lado los hechos delictivos que ocurren en el espacio público y Transmilenio, que exigen medidas contundentes de las autoridades.
La muerte de personas en medio de un asalto; los “rompevidrios” en los semáforos, o el cosquilleo en el transporte público, cada vez más frecuentes, inciden en qué tan seguros se sienten los bogotanos. Así lo demuestra la encuesta de percepción y victimización, con la que cada semestre la Cámara de Comercio mide el pulso sobre al panorama de seguridad.
Aunque cada vez hay más herramientas para denunciar y se han redoblado los esfuerzos por contrarrestar el delito, el ejercicio revela que cada día son más los ciudadanos que han sido víctimas de algún delito o que salen a las calles con desconfianza. Según la encuesta –que consultó a 8.191 personas– la percepción de inseguridad aumentó del 50 % durante el primer semestre de 2017 al 53 % este año.
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Las calles son el espacio público en el que más insegura se siente la gente, pues para una de cada cuatro personas (27 %) la consideran un lugar peligroso. Le siguen los puentes peatonales (22 %), los potreros (16 %) y los parques (9 %), los paraderos de transporte y las ciclorrutas (ambos con el 8 %). En materia de transporte público, para ocho de cada 10 encuestados Transmilenio es un espacio inseguro y apenas un 4 % lo considera seguro. Esta situación no dista mucho de lo que ocurre en el SITP (buses azules): allí, el 65 % declara que no es un sitio seguro. En este contexto, el taxi sale bien librado, pues para uno de cada cuatro encuestados es seguro, frente al 32 % que lo percibe como peligroso.
Por otro lado, el 43 % de las personas contestó que la modalidad delictiva que más le preocupa es el hurto a personas. La venta de drogas, los homicidios, el robo a residencias y la violencia intrafamiliar son otros de los delitos que inquietan a los bogotanos. Curiosamente, a la pregunta de si el barrio en el que reside es seguro, un 52% contestó sentirse tranquilo en el sector donde vive. Solo para el 8 %, su barrio es considerado un lugar muy inseguro.
La victimización
La encuesta también indagó la victimización, es decir quienes afirmaron haber sido víctimas de algún delito. La medición arrojó que, frente al primer semestre de 2017, este año se incrementó el número de bogotanos que fueron blanco de la delincuencia, al pasar del 40 % al 47 %. Consultados por los delitos más frecuentes, más de la mitad (51 %) declaró que el hurto a personas es la modalidad más recurrente, seguida de robo a residencias (8 %), lesiones personales (7 %) y vandalismo (7 %).
>>>Lea: Seguridad en Bogotá: entre esfuerzos y percepción
El hurto a personas, una problemática que cada hora afecta a 11 ciudadanos en Bogotá, tuvo un capítulo especial en la medición. Al revisar sus modalidades, dos de cada cinco encuestados (40 %) dijo haber sido víctima de raponazo.; el 19 % no se percató del hecho; 7 % fueron asaltados mediante la modalidad de fleteo y el 5 % a través de engaños o estafas.
Nuevamente, las calles o avenidas, con el 50 %, son los lugares donde más se presentan los delitos, después del transporte público, donde uno de cada cinco encuestados manifestó haber sido víctima de un hecho delincuencial. Llama la atención, además, que los bienes más hurtados fueron los celulares (40 %), dinero (22 %) y la billetera (12 %).
La encuesta revela otro dato alarmante: se disparó el porcentaje de quienes aseguraron haber sido víctima de violencia durante un atraco, al pasar del 36 % en 2017 al 42 % en este año. Los cuchillos o navajas, con el 58 %, son los elementos más usados por los agresores. Le siguen las armas de fuego, con las que se perpetran uno de cada cuatro delitos (25 %) y la fuerza (10 %). En esa línea, el secretario de Seguridad distrital, Jairo García, señaló que se espera que en los próximos días se firme el decreto que prohíbe el porte de armas blancas.
El funcionario destacó además que el indicador de las personas que se acercan a denunciar aumentó del 35 % al 39 %. Sin embargo, para un 27 % de los consultados, la principal razón para no acudir a las autoridades sigue siendo la demora en el trámite, seguido de falta de confianza (20 %).
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Finalmente, la medición evidenció que, pese a que los ciudadanos destacan las dotaciones que ha hecho la administración para robustecer el trabajo de las autoridades, para el 81 % de los bogotanos es malo o regular el desempeño de la Secretaría de Seguridad y que solo el 24 % califica como buena la gestión de la Policía. Aseguraron también que las acciones más necesarias para mejorar la seguridad en la capital son acabar con la corrupción en la Policía, mejorar la justicia y aumentar el pie de fuerza.
En esta oportunidad, por primera vez la encuesta indagó por las medidas que se deben priorizar para mejorar la seguridad de las mujeres en Bogotá. Para el 28 % es necesario que aumenten las penas para sus agresores, mientras que un 21 % les apostó a campañas de prevención de violencia.
¿Qué hacer?
Ante los resultados, la Cámara de Comercio recomendó no solo fortalecer las estrategias frente al hurto de personas en el transporte, sino en vías y puentes peatonales. También, establecer alianzas público-privadas para cerrarle el cerco a los celulares robados.
Por su parte, Andrés Nieto, experto en seguridad ciudadana de la Universidad Central, llamó la atención por la ausencia de una política pública integral de seguridad en Bogotá, con la que se podría evitar la ocurrencia de delitos de alto impacto a través de herramientas como la cultura ciudadana.
“No podemos seguir contando muertos, lesionados y hurtos. La idea es llegar a prevenirlos y para eso hay que tener un estudio de ciudad muy minucioso, que permita ver que la percepción de seguridad se consigue al sumar varios factores, entre ellos vivienda, educación, salud o empleo”, sostuvo.
Respecto a la percepción, Luis Fernando Echavarría, analista de seguridad, manifestó que el aumento de personas que se sienten inseguras corresponde al incremento también de los delitos, en particular los que más afectan a los ciudadanos, como el hurto. Para contrarrestar esta sensación, instó a las autoridades “a cambiar su estrategia de comunicación para no enfocar los resultados solo en capturas, sino otras acciones más blandas y cercanas que ayudan a que el ciudadano se sienta más seguro”.
Echavarría llamó la atención por la forma en que los medios comunican ciertos hechos delictivos, lo que podría conducir a aumentar la sensación de inseguridad, y señaló que no se pueden dejar de lado los hechos delictivos que ocurren en el espacio público y Transmilenio, que exigen medidas contundentes de las autoridades.