En las últimas horas, se conoció un detallado informe del Instituto Distrital de Gestión de Riesgos y Cambio Climático (IDIGER) en el que verificó la normativa, los estudios del proyecto y las garantías de seguridad del Vive Claro. El escenario debutó en agosto con el concierto de Green Day, no sin algunas dudas.
El informe se radicó ante Ocesa el 4 de agosto y las visitas en mención fueron realizadas por el personal del IDIGER los días 18 y 29 de julio de este año. Cabe notar que la primera fecha de la visita fue antes del primer concierto, con Jessi Uribe y Paola Jara, y la segunda, dos días después de este primer evento realizado el 27 de julio.
Con este informe, se conoció un comunicado que alertaba “graves riesgos” en el proyecto, no obstante, el Idiger aclaró que el 20 de agosto emitió otro informe.
“IDIGER ha realizado el seguimiento pertinente a la empresa promotora OCESA en las revisiones técnicas y ha emitido dos conceptos técnicos. El primero el 4 de agosto y el segundo el 20 de agosto del presente año, en temas como: condiciones estructurales de las graderías modulares y su estabilidad; aspectos geotécnicos e hidráulicos, relacionados con los estudios de suelos, cimentación; posible riesgo de encharcamiento, vibraciones y frente a las aglomeraciones que se generen”.
Sobre el comunicado que circuló, la entidad precisó que dicho material hace referencia a apartes de conceptos técnicos emitidos en su momento por la entidad, “pero no constituye información oficial actualizada ni refleja de manera integral el proceso de acompañamiento y seguimiento que se está adelantando”.
¿Qué decía el informe del IDIGER?
En el informe de 29 páginas, el instituto deja claro que la inspección se centró en componentes geotécnicos, hidráulicos, estructurales y sísmicos, así como en la instalación de la gradería y la tarima. Lo anterior, se basó en documentación visual y de campo, al igual que la revisión de los documentos de todo el proyecto y su Plan de Gestión del Riesgo de Desastres de las Entidades Públicas y Privadas.
Además, detallaron que hicieron 13 observaciones detalladas sobre la gradería, la tarima, las vías, la zona central y la información proporcionada por los constructores. También identificaron inconsistencias o hallazgos relevantes en la revisión de los dos estudios de suelos y cimentaciones presentados. E igualmente enumeraron 21 observaciones y hallazgos adicionales relacionados con los estudios y las recomendaciones de ingeniería.
El informe señala que las graderías, con capacidad para 18,500 asistentes, están construidas con andamios multidireccionales y habría inconsistencias en el ensamblaje y la presencia de daños en las cuñas del andamiaje, lo que podría suponer un riesgo de caída o lesiones para los asistentes.
En cuanto a las “fallas” de montaje, señalaron hallazgos visuales específicos, como el inadecuado estándar de colocación de cuñas en el andamiaje, falencias en los pasos intermedios, la falta de uniformidad en las diagonales y la instalación de la cubierta.
Lo que ha mencionado Ocesa sobre las garantías del proyecto
El escenario ha quedado inmerso en varias polémicas. Desde las dudas medioambientales que suscitó desde el inicio este proyecto, el ruido, y ahora, la seguridad del lugar, por cuenta de este informe. Lo anterior, a pesar de la defensa de Ocesa de un proyecto que cuenta con sistemas de gradas usados en escenarios a nivel mundial.
Aunque la empresa de entretenimiento no se ha pronunciado sobre el informe, el ingeniero estructural de la obra, Juan Carlos Merizales, aseguró a este medio que esta es una obra que se ha realizado en todo el mundo. “La empresa que construye este tipo de escenarios y graderías es Nussli, una corporación Suiza con más de 80 años en el mercado. Nosotros revisamos los diseños y cumplen con todos las características de este tipo de construcción, que no es tradicional en Colombia. No es del día a día, pero sí es una estructura novedosa, que se usa en México, Suiza y, en general, en Europa ampliamente”.
Estas graderías construidas por Nussli, son similares a un andamio, que se utilizan para crear gradas o tribunas, especialmente para eventos o espectáculos públicos. Para Vive Claro, fueron diseñadas para soportar miles de personas y específicamente para las condiciones climáticas de Bogotá.
Las normas que aplican para este tipo de estructuras son las de sismorresistencia, ya que, al no ser convencionales, no están reglamentadas en el país. “Es una estructura que cumple las cargas que exigen las normas colombianas. Se usaron como referente las ambientales, de viento, de sismos y la norma de sismorresistencia NSR-10. Con el diseño, al no estar reglado en Colombia el sistema scaffolding, usamos como referente el reglamento europeo”, agregó el ingeniero.
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