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Aún se debate sobre las cifras de delitos de alto impacto en Bogotá, pues el Distrito celebra la reducción, pese que algunos críticos dicen que no se puede comparar las once semanas de aislamiento con el mismo período de años anteriores. Pero más allá del comportamiento de hurtos y homicidios, las autoridades están intranquilas por el exponencial crecimiento de los delitos informáticos. Aunque era previsible la disminución de los delitos de alto impacto, al estar la mayoría confinados, también lo era que aumentaran los crímenes por dispositivos electrónicos.
Sin embargo, el crecimiento es más preocupante. Según la Dijín de la Policía, entre el 25 de marzo y el 30 de junio se registraron 10.113 denuncias por delitos informáticos, mientras que en el mismo período de 2019 hubo 5.683 casos. Todas las cifras indican que las bandas de cibercriminales cada vez afinan más sus tácticas. La Dijín reportó que la suplantación de sitios web creció 450 %; la interceptación de datos personales, 215; %; los daños informáticos, 135 %; la transferencia no consentida de activos, 105 %; el acceso abusivo a sistemas informáticos, 85 % , y el hurto mediante virus informáticos, 29 %.
Sobre esto, Hugo Acero, secretario de Seguridad de Bogotá, señaló que está ocurriendo así porque “aumentó la cantidad de personas que no acostumbraban realizar trámites digitales, lo que los hace presas fáciles de los ciberdelincuentes”. El funcionario llamó la atención sobre lo que más facilita el trabajo de estos criminales: las redes sociales. “Muchos compran y hacen transacciones por redes, pero allí hay muchas páginas falsas que piden datos personales y detalles de nuestras cuentas. Sin las precauciones, muchos terminan entregando así sus claves y datos”.
Respecto a esos comportamientos, el coronel Luis Fernando Atuesta, jefe del Centro Cibernético de la Dijín, comentó que la suplantación de sitios web para obtener información personal y bancaria es más usada por estos días, cuando hay pago de primas y días sin IVA. “Los portales falsos son enviados por redes y correos. A usted lo hacen ingresar a una página falsa y entrega su información, que luego venden o usan para acceder a sus productos bancarios”.
Otras modalidades detectadas por la Dijín son software maliciosos, enviados por correos y redes, con el que instalan virus en los dispositivos y así acceden a su información. Igualmente hay estafas en medio de la pandemia. “Empresas falsas venden productos como guantes, pruebas rápidas o vacunas, y piden 50 % del dinero y el resto contra entrega, pero nunca llega el producto. Falsas organizaciones de caridad también piden ayudas para personas vulnerables”, agregó Atuesta.
Asimismo, el secretario de Seguridad manifestó inquietud por otros delitos. “Hasta los negocios ilegales se trasladaron a las redes, en especial la venta de drogas, modalidad que preocupa porque pone cerca al comprador del traficante. El consumidor suele buscar al dealer, pero ahora el vendedor sabe dónde vive y es fácil que luego pueda extorsionarlo. Eso pone en riesgo al comprador y a su familia. También, los adolescentes pueden pasar mucho tiempo en redes y los explotadores sexuales lo aprovechan”, indicó Acero.
¿Cómo protegerse?
“Tener sentido común”, es lo primero que dice el jefe del Centro Cibernético Policial. “Siempre hay que realizar transacciones por canales oficiales, lugares reconocidos y no por medio de links ni redes sociales”, pide el oficial. David López, vicepresidente para Latinoamérica de AppGate, agencia de análisis en ciberseguridad, aseguró que estas modalidades siempre han existido, pero se fortalecieron en tiempos de pandemia, así que la ciudadanía también debe hacerse más lista en este sentido. “Ahora hay que revisar los extractos, porque los criminales aprovechan ventanas de tiempo, como las madrugadas, para usar nuestros datos. Hay que pensar mucho los trámites, evitar compras innecesarias, y al hacerlas acercarnos a sitios oficiales, donde se pueda hacer seguimiento a la compra. Se debe verificar la página antes de entregar datos o descargar algo”.
Por su parte, Álvaro Umaña, director de asuntos corporativos de la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico, aconseja planear las compras, investigar el sitio donde se va a comprar y evitar abrir muchas pestañas de búsqueda. “Lo principal es digitar la dirección del sitio web, para eludir las páginas ficticias creadas para hacer transacciones. Es clave no hacer compras mediante redes públicas, que antes del “www” esté “https” y leer los términos y políticas de tratamiento de datos”.
Retos de seguridad digital
El crecimiento de los delitos informáticos supone varios desafíos para autoridades, ciudadanía y la cadena de compra. Santiago Naranjo, presidente para Latinoamérica de VTEX —multinacional de tecnología especializada en comercio electrónico—, resaltó que se deben fortalecer las plataformas y transportadoras. “Se deben recibir y entregar todas las solicitudes, sin que se caiga el tráfico. La Policía tiene una división dedicada a delitos electrónicos, así que la gente debe conocerla, acercarse y estar atenta a cualquier movimiento sospechoso, para reportarlo”.
Para Carolina Botero, directora de la Fundación Karisma, será importante una verdadera transformación digital, en la que los internautas sean más conscientes de la importancia de sus datos. “Muchos apenas usan la banca en línea y no estaban preparados para la suplantación y los fraudes. Usar estos servicios requiere cambios en cultura y educación. Que la gente se acostumbre a tener hábitos de seguridad digital toma tiempo y no hemos podido hacerlo. Las estrategias contra la pandemia recopilan datos y no siempre se está haciendo bien. Eso hace que los datos queden expuestos”.
Botero añadió que estamos en una aceleración digital, al punto que la gente teletrabaja, “pero ni las empresas ni las personas estaban preparadas y por eso no se puede hablar aún de transformación digital. Hay que entender que al instalar una aplicación uno cree que entrega algunos datos, pero hay apps que piden muchos permisos que uno no sabe. Todo eso es un ‘yo digital’ que se queda andando por ahí”.
El vocero de la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico concluyó que los retos son constantes, pues así como evolucionan las protecciones, se transforman los ciberdelincuentes. “Hay que estar juntos, empresas y consumidores, reportando casos para mapear los crímenes. La vida digital llegó para quedarse y la delincuencia no dejará de actuar, así que hay que brindar más seguridad al consumidor”, remató.
